EXCLUSIVO 24

ESCENARIO GLOBAL COMPLEJO

La pandemia es otra plaga para la clase media pero no la última

Están ocurriendo acontecimientos con profundas repercusiones futuras que a muchos no consiguen advertidos. Hay que reflexionar seriamente acerca del vertiginoso cambio de la matriz energética, los realineamientos geopolíticos y las nuevas amenazas 'blandas' tal como la guerra de las vacunas. Aquí un poco de todo eso y cómo impacta en la destrucción de grandes espacios de clase media.

Los dos últimos siglos se han caracterizado por tener dos fuentes permanentes de conflictos:

 #  la producción de petróleo, y
 #  el precio del petróleo.

El commodity es motivo de especulaciones, gestionadas por cártel de la OPEP -que ahora es OPEP + por el ingreso de Rusia-; y de USA, que se hizo fuerte en base al fracking que defendió Donald Trump. El acuerdo entre Rusia y USA es lograr y mantener un barril a más de US$ 50. Que el barril tenga un precio inferior, le provoca dificultades a ambos.

La próxima asunción de Joe Biden y su compromiso de campaña de regresar a USA al Acuerdo Climático de Paris augura 

 #  un regreso de la 'onda verde' en materia energética, que había asomado a fines de Barack Obama en la Casa Blanca, y
 #  tensiones con Rusia por cambio de agenda energética.

Refuerza la decisión de Biden el compromiso de la industria automotriz de lograr que el 50% del parque automotor sea eléctrico a corto plazo. En verdad, este tendría que haber sido el enfoque luego de la crisis económica global 2008 y 2009: la reconversión de la matriz energética como motor de la recuperación económica.

No se hizo porque los petroleros conservaban el poder del siglo 20. Pero el cambio de tecnología es un vector de desarrollo económico muy genuino.

En 2020 confluyen 

 #  el anuncio de BP de que sus nuevas inversiones son todas vinculadas a la 'onda verde' y no a los combustibles fósiles, y
 #  el anuncio de Dinamarca, el mayor productor petroleo de Europa por el Mar del Norte que se conoce como petróleo Brent, de que se retira de la producción de crudo.

Los indicios son verificables y provocan interrogantes en Wall Street acerca de otro 'commodity' de color verde: el dólar estadounidense. Son muchos los desafíos concurrentes para el dólar pero destaca la necesidad de reemplazar su apalancamiento en el petróleo, herencia de Richard Nixon-Henry Kissinger en 1973, luego de que acabara el respaldo en oro para la moneda estadounidense.

El petróleo le concedió confianza al dólar y así fue como USA logró una suerte de hegemonía monetaria en el comercio mundial. ¿Qué pasará con el valor comparativo del dólar ante otras monedas?

En Asia hay varias monedas que están esperando la debilidad del dólar estadounidense, comenzando por el renminbi chino.

 #  La globalización va perdiendo fuerza en sus virtudes, 
 #  la crisis financiera estadounidense de 2009 que afecto al mundo, 
 #  la guerra comercial de USA contra China, 
son temas en la agenda 'caliente'.

Si los conflictos internacionales fueron por la energía no renovable, es necesario releer al filósofo francés Alexis de Tocqueville, para quien la distribución de la riqueza es el origen de los procesos que confirman o destruyen las desigualdades. Por eso él afirmaba que quien fuese capaz de fundar una sociedad en la que cada uno tuviera algo para conservar y poco para arrebatar, habría conseguido la paz del mundo.

La cartelización y especulación con el precio del petróleo y gas se suma a la guerra por las vacunas.

La necesidad de inmunizar a la población contra el covid-19 ha dejado los buenos modales diplomáticos multilaterales y desnudó profundas contradicciones en los líderes de la sociedad global.

Impuestos

Un aporte indirecto de la pandemia consiste en evaluar que los países de Occidente han cometido los mismos errores. 

También buscan fundamentar la optimización económico, entre el costo y el beneficio económico, sin tener en cuenta que la concentración -inmobiliaria o logística-, es la principal conductora de la transmisión pandémica.

Seguramente la codicia humana tratará de no modificar el statu-quo vigente, incluyendo las normas prevalecientes en el mundo económico-financiero, pero ya es evidente que la globalización y la concentración económica modificaron el amortiguador social que se desarrolló desde la Revolución francesa.

El eje de ese sistema fue la creación y desarrollo de la clase media, que pasa por días muy complejos que los sociólogos llaman "pauperización".

Los años recientes fueron marcados por el favor tributario a las grandes corporaciones a cambio de que ofrezcan inversiones.

Hay un problema que no es menor: inversiones no es más trabajo. Por el contrario, las inversiones brindan productividad que, a menudo resultan en automatizaciones que sustituyen o eliminan trabajo.

El otro problema tampoco es menor: la mayoría de esas corporaciones pidieron asistencia al Fisco en la crisis 2008/2009, y una vez superadas sus dificultades gracias al dinero de los contribuyentes, reclamaron o continuar o incrementar los privilegios impositivos, que resultan en una presión mayor sobre los sectores medios.

Las corporaciones presionan a los Estados con mantenerse en los paraísos fiscales y reivindican legislaciones laborales que para los sindicatos resultan en un auge del informalismo, que es tradicionalmente fuerte en los estamentos de menores ingresos pero ahora suma a sectores medios.

Un ejemplo concreto, muy cercano, es la evolución del Impuesto al Valor Agregado como factor de extracción de ingresos a quienes permanecen en la economía formalizada, y luego los aumentos impositivos y de tasas que involucran los automóviles y los inmuebles.

En lo doméstico, en los años '90 se duplicó la presión fiscal y se incluyeron, en una decisión realmente insólita, los servicios públicos al universo alcanzado por el IVA. En el año 2000 y sucesivos, las tasas de Alumbrado Barrido y Limpieza, que era una tasa marginal, devino en tributo esencial. Escalaron al 20% de los ingresos municipales, y de la Ciudad Autónoma, hoy indexadas por inflación.

Las tarifas de servicios públicos fueron congeladas pero no el ABL y tampoco las expensas. Luego la doble imposición que supone la vigencia de los impuestos inmobiliarios y Bienes Personales. Ya que estamos con estas cuestiones de la economía doméstica, hay que sumarle el costo de la verificación de los ascensores -en la Ciudad de Buenos Aires el 70% de los edificios son de menos de 3 pisos-, el control de los matafuegos, control de los tanques de agua, de los balcones... un abuso que siguió vigente pese a la asistencia extraordinaria de coparticipación federal de impuestos que ahora 'bochó' el Ejecutivo Nacional.

En el sector impositivo de los automotores, sin derogar los impuestos nacionales se agregaron los peajes, el control vehicular, la agencia de Vialidad, la numeración de los repuestos y ni hablar del radio de cobertura de los parquímetros. Hay que conseguir dinero de donde sea, y no por los recortes impuestos por Nación sino desde mucho antes.

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