Néstor Kirchner tenía un concepto radial del poder: todos convergían en él. Por eso había subsecretarios de Estado que hablaban directamente con el entonces líder del Frente para la Victoria, saltando a los secretarios de Estado y ministros. Hubo curiosidades tales como que un secretario de Estado (Ricardo Jaime) fue designado antes que el ministro al que debía reportar (Julio De Vido). Ni hablar de un secretario de Estado (Guillermo Moreno) que no precisaba dar cuenta a nadie de sus acciones, que trascendían la Secretaría de Comercio.
UTOPÍAS
El Néstor de Alberto no es el Alberto de Néstor
Alberto Ángel Fernández insiste en describir un protagonismo suyo durante la Administración Néstor Kirchner que no se ajusta a lo que realmente sucedió. Fernández intenta presentar que él fue unánime con Néstor K pero lo cierto es que Néstor K no fue unánime con Alberto Fernández, y esta realidad termina debilitando a Fernández ante el público K.
Los 3 mencionados tuvieron grandes choques con Alberto Fernández, mientras éste fue Jefe del Gabinete de Ministros. Los 3 permanecieron más tiempo que Alberto en la triple Administración K (2003-2015).
Es cierto que Alberto Fernández tenía una gran importancia para Néstor Kirchner pero él se limitaba a llevar adelante el día-a-día de la gestión, nunca se le permitieron decisiones políticas. Tampoco estratégicas. Y muchos temas de lo cotidiano, Néstor lo resolvía sin consultar ni delegar en Alberto. Sólo así puede entenderse el rol que tuvo De Vido.
Deberá recordarse todo lo que se escribió en aquel entonces acerca de las diferencias entre Alberto Fernández y De Vido, sin duda alentadas por Kirchner, a quien le interesaba que no hubiese liderazgos capaces de competir con el propio.
De Vido recibió de Kirchner la negociación directa con intendentes del Gran Buenos Aires, tanto en los días de Felipe Solá gobernador como más adelante, ya con Daniel Scioli en La Plata (perdón, La Ñata, Tigre, porque a La Plata nunca concurrió). De Vido tenía el vínculo con los integrantes de la Confederación General del Trabajo, en especial Hugo Moyano. Y De Vido mantenía encuentros con gobernadores, en simultáneo con el hoy detenido José López, secretario de Obras Públicas.
El asunto fue tan complejo que, ya fallecido Néstor K, Cristina Fernández de Kirchner impidió la salida de De Vido, quien prefería retirarse del gobierno. Es la misma CFK que había aceptado la renuncia de Alberto F., para reemplazarlo por Sergio Massa.
El otro personaje con vínculo directo con Néstor K fue Aníbal Fernández, primero ministro del Interior, luego ministro de Justicia y Seguridad, más tarde Jefe de Gabinete en 2 períodos diferentes de los 12 años K.
Cuestiones con gobernadores pero también de seguridad y hasta de inteligencia de Estado, Néstor K lo resolvía directamente con Aníbal.
Esta realidad desmiente parcialmente el relato de Alberto F., quien intenta convencer a los militantes K de que en su rol de Jefe de Gabinete de Néstor tenía una participación total en la 'operación'.
Santiago Cafiero, jefe de Gabinete de Alberto F., tiene mucho más conocimiento de la 'operación total' de su jefe que el que tuvo Alberto F. en la Jefatura de Gabinete de Néstor K.
Por un lado, porque se trata de personalidades bien diferentes las de Néstor y Alberto.
Luego, porque Néstor era un líder peronista. Sin duda Alberto tendrá sus virtudes, pero son otras. Él no es líder y su pertenencia al peronismo se encuentra en debate.
Máximo Kirchner no estaba en esos días en un rol cercano ni a Néstor ni a Alberto. En aquellos tiempos pasaba la mayor parte de su tiempo en Río Gallegos (Santa Cruz), junto a quien era su amigo más cercano, Rudy Ulloa.
Ha pasado muy poco tiempo y abundan los testigos como para intentar una crónica diferente de los acontecimientos.
Alberto debería, por lo menos, ser más modesto en esas apreciaciones y, quizás, menos reiterativo. Sucede que CFK tiene memoria. Ella es condescendiente en este tema pero la procesión va por dentro.
Mal que le pese a todos es lo que afirma Guillermo Moreno, enojado porque lo han dejado de lado del regreso K al poder. Pero no se trata tanto de Alberto como de CFK, debería aceptar el verborrágico ferretero de San Martín, ex fan, al igual que Carlos Menem, de Vicente Leónidas Saadi.
Alberto F. debería, en vez de intentar una inverosímil adaptación de los hechos, reflexionar acerca de cómo gestionar desde un protagonismo diferente. Sin embargo, hasta el presente ha resultado muy confuso en la conducción que quiere transmitir. Semejante confusión explica su vertical derrumbe en las encuestas, proporcional a su vertical ascenso en el inicio de la pandemia.
El Presidente debería apurarse porque, más allá de sus apelaciones en público a Máximo, buscando alguna complicidad, probablemente, abundan las críticas desde el Mundo K a su gestión, algunas con fundamento y otras no tanto.
Néstor Kirchner falleció el 27/10/2010. Si en las semanas que faltan para esa conmemoración, Alberto F. sigue cayendo en las encuestas, tal como le sucede desde hace 8 semanas consecutivas, sin duda correrá el peligro de intentar apropiarse de esa fecha. Cuidado. La historia está fresca y repleta de testigos.