Muchas personas continúan enfrentando desafíos y dificultades relacionados con el COVID-19, el aislamiento, las finanzas, la familia y los seres queridos, y su propio bienestar.
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Segunda ola de COVID-19: estrategias para reducir el estrés y fortalecer la resiliencia
Las personas que sienten estrés pueden beneficiarse de un enfoque en el cuidado de sus cuerpos, practicar la gratitud y participar en actividades significativas. El primer paso para aumentar la resiliencia es buscar información precisa y actualizada.
En octubre de 2020, una encuesta de la Asociación Estadounidense de Psicología informó que la pandemia de COVID-19 afectó sustancialmente la vida de las personas, interrumpiendo las relaciones, la educación , la vida laboral, la atención médica y la economía, con un mayor impacto negativo en algunos grupos que en otros.
Según esta encuesta, casi el 78 por ciento de los adultos estadounidenses informaron que la pandemia de coronavirus es un factor estresante importante en sus vidas.
Una encuesta de seguimiento de la salud de la Kaiser Family Foundation publicada en julio de 2020 reveló que a la mayoría de los adultos en los Estados Unidos les preocupaba que el estrés por la pandemia de coronavirus estuviera afectando negativamente su salud mental.
Aproximadamente un tercio de los encuestados informó que la preocupación o el estrés relacionado con la pandemia estaba provocando dificultades para dormir, y otro tercio relacionó la pandemia con la falta de apetito o el exceso de comida.
Los adultos más jóvenes eran más propensos a informar que el coronavirus estaba teniendo un impacto negativo en su salud mental, ya que luchaban por lidiar con el cuidado de los más chicos, los desafíos laborales, los niños que se quedaban atrás académicamente y las preocupaciones sobre sus finanzas familiares.
Más de un año después de la pandemia y con los casos en alza, ¿cómo se las arregla?
Consejos para afrontar el estrés pandémico
Aquí hay algunas estrategias para ayudarlo a reducir sus reacciones al estrés y fortalecer su capacidad de recuperación.
1. Continúe buscando información precisa y actualizada para ayudar a reducir los sentimientos de estrés y abrumador.
Incluso si la pandemia continúa más allá del primer año, es importante contar con hechos relevantes y oportunos. Continúan evolucionando nueva información y conocimiento científico.
2. Tenga conversaciones de apoyo con los niños y adolescentes en su vida.
Escuche atentamente a su hijo y trate de compartir información precisa para ayudarlos a reducir sus preocupaciones y su riesgo. Enfoque las conversaciones en las acciones que los niños pueden hacer, como lavarse las manos de manera saludable y rutinas saludables para jugar.
3. Practique la gratitud.
Esto puede parecer contrario a la intuición durante la pandemia, pero está bien establecido que reconocer las bondades en su vida puede ayudarlo a enfrentar las adversidades. Una práctica diaria de gratitud puede ser una forma útil de pasar de la negatividad a una cosmovisión más positiva.
Una estrategia es pensar en algunas cosas que salieron bien hoy. Por ejemplo: caminar durante 15 minutos, notar que el sol brilla, hablar con un ser querido por teléfono o mensaje de texto. Reflexione sobre aquello por lo que está agradecido o lo que salió bien. Puede ser útil escribir estos elementos de gratitud.
4. Cuide bien su cuerpo.
Los CDC ofrecen recomendaciones para lidiar con el estrés, que incluyen:
a. Consuma comidas saludables y bien equilibradas.
b. Estírese, respire profundo, medite.
c. Haga ejercicio con regularidad y tome descansos regulares durante el día.
d. Dese tiempo para realizar actividades que le gusten y que le ayuden a relajarse y sentirse más equilibrado.
e. Tenga una buena noche y duerma.
5. Busque formas seguras de interactuar con los demás, ya sea de forma virtual o en persona.
Recuerde que las relaciones son un factor importante para el bienestar. Conéctese con otras personas de forma segura, pero conéctese con otras personas, ya sea en persona o virtualmente.
6. Identifique las actividades que sean significativas para usted y genere tiempo y energía para participar en ellas.
Incluso unos pocos minutos a la semana, enfocados en algo que le apasiona, pueden ayudar a reducir el estrés y desarrollar la resiliencia. Por ejemplo, contribuya a su comunidad a su manera única, persiga un pasatiempo o actividad que le guste, cree un hábito de escritura, expanda una habilidad.