Más del 50% de la población en Argentina tiene exceso de peso: 6 de cada 10 adultos y 3 de cada 10 niños. Es sabido que esto aumenta el riesgo de tener más de 200 enfermedades, desde problemas cardiovasculares, cánceres y enfermedades respiratorias.
HAY ALTERNATIVAS
Adiós al IMC: ¿Cómo saber si mi peso es saludable?
Aunque el índice de masa corporal (IMC) es un cálculo fácil, puede dar un resultado equivocado en muchos casos, ya que ser saludable va más allá del peso.
Para mantener un peso saludable es clave conocer el punto de partida. Pero, ¿cómo?
La doctora Andrea Ciudin, jefa de la Unidad de Obesidad del Hospital Vall d'Hebron (España) explicó a La Vanguardia que la medida más habitual para determinarlo es el cálculo del índice de masa corporal (IMC).
El cálculo del IMC es la forma más rápida y genérica de comprobar si la persona tiene sobrepeso u obesidad. Sin embargo, estos números pueden llegar a ser arbitrarios y no siempre otorgan una buena orientación.
El IMC se obtiene dividiendo el peso de una persona en kilogramos por el cuadrado de la estatura en metros.
Peso (en kilos) / altura al cuadrado (en metros)
- Peso normal: IMC entre 18 y 24,9
- Sobrepeso: IMC entre 25 y 29,9
- Obesidad: IMC de más de 30
En internet hay diversidad de calculadoras del IMC en caso de querer saber el propio valor.
¿Cuándo no conviene confiar en el IMC?
La doctora Ciudin explicó que, si sólo se tiene en cuenta el índice de masa corporal, puede llegar a dar con un resultado equivocado en muchos casos.
En efecto, una persona con valores altos de músculo puede llegar a ser diagnosticada con sobrepeso o una persona con peso normal puede parecer saludable, pero tiene un alto porcentaje de grasa corporal.
“Más que la cantidad de kilos que pesamos en relación con la altura, lo importante es saber qué proporción de estos kilos son grasa y cuántos son músculos”, dijo Ciudin.
De hecho, hace algunos años los expertos y las sociedades científicas buscan cambiar la definición de obesidad a partir del porcentaje de grasa corporal. En este caso, se diagnosticaría obesidad a una persona de peso normal pero con un porcentaje patológico de grasa.
¿Qué alternativas al IMC hay?
El problema principal por el cual es difícil reemplazar al IMC es que en la práctica es muy fácil y rápido de calcular.
Sin embargo, para saber la composición corporal exacta de una persona se necesitan pruebas como un escáner de músculo, una resonancia magnética o una densitometría. De esta manera, se puede advertir a una persona con peso normal pero metabólicamente enferma.
Con todo, la ciencia y la tecnología ha avanzado enormemente en esta dirección. Cada vez hay más aparatos que miden la composición corporal, como balanzas y relojes inteligentes, que utilizan el método de la bioimpedancia.
La bioimpedancia es un método preciso y no invasivo que proporciona datos sobre la composición corporal de una persona. Consiste en una máquina que, a través de una corriente eléctrica de bajísima intensidad, recorre el cuerpo y puntúa los niveles de grasa, musculo y otros.
De todas formas, es importante realizar la medida con un profesional médico o nutriólogo, ya que hay variables a tener en cuenta como el momento del día y el margen de error propio del dispositivo.
Más allá de los valores exactos, este método permite un control del peso saludable. Es decir, no pensar al cuerpo con fines meramente estéticos, sino buscando su versión más saludable.
Una vez que el profesional da con el porcentaje de grasa corporal, indicará si consiste en un riesgo o no, independientemente del peso en kilogramos y del IMC.
Fuente: La Vanguardia