La inflación resulta una de las principales preocupaciones de las grandes empresas gestoras internacionales. Entre ellas, una conocida boutique de inversión europea considera que en los próximos meses USA tendrá un importante crecimiento de los precios y que esas tensiones inflacionistas acabarán influyendo en los bonos y la renta variable.
Raphael Gallardo, economista jefe de un trader francés señaló que ve "mucha inflación en los precios en Estados Unidos, especialmente en los alquileres inmobiliarios y en los salarios. La Reserva Federal estará muy vigilante y podemos ver movimientos más bruscos de lo esperado". También se observa un importante incremento en los precios de los productos manufacturados.
El analista recordó que en algunas partes de la cadena se producen "cuellos de botella", debido a la rápida apertura de las economías occidentales. Dio como ejemplo, el caso del suministro de microchips, o de materiales para fabricar parques eólicos o plantas de energía solar. Que bien podrían golpear las inversiones en la Argentina.
El economista jefe también percibe que cada vez hay más síntomas de sobrecalentamiento de la economía de Estados Unidos y su inflación mientras refiere varios item para seguir en paralelo.
- La desaceleración de la economía mundial debería cobrar mayor fuerza el próximo año debido a cuatro obstáculos: la quinta ola de la COVID-19, la subida de los precios de los alimentos y la energía, la ralentización del sector inmobiliario chino y el endurecimiento monetario en los mercados emergentes y los países anglófonos.
Sin embargo resalta que "la economía estadounidense es menos vulnerable a estos factores y, por lo tanto, intensificará su disociación inflacionaria respecto al resto del mundo. Aunque la Fed no puede permitirse ser paciente, el inicio de la normalización monetaria conllevará nuevos riesgos para los mercados financieros, a la luz de las exigentes valoraciones de los activos nacionales".
Asignación de activos
En cuanto a la asignación de activos, los operadores apuestan especialmente por la Bolsa, en sintonía con las grandes firmas internacionales.
Es la perspectiva que muestra otro Kevin Thozet, gestor de carteras y miembro del comité de inversiones de la operadora Carmignac. En ese orden sugiere una sobreexposición a la renta variable. Especialmente compañías que sigan un crecimiento confiable pero también en empresas con un perfil más cíclico.
En cuanto a la renta fija, opta por reducir el peso de la deuda soberana, ante las malas perspectivas para los próximos años y, en deuda corporativa, apuesta especialmente por sectores que estén muy expuestos a la reapertura de las economías europeas, como el turismo. Luego le siguen bonos de empresas de materias primas y de economías emergentes.
Más dirigido a los bonos y renta fija acota:
- En el ámbito de la renta variable, el centro puede ponerse en empresas de crecimiento a largo plazo con buena visibilidad, pero que no dependan, en exceso, del ciclo económico y ser capaces de trasladar la inflación inducida por los costos sin reducir su actividad.
- En cuanto a la renta fija, la orientación apunta a mirar a bonos de empresas con rendimientos atractivos con modelos de negocio lo mas sólidos posibles.
- Sobre mercados emergentes señala apoyarse sobre los ofrecen nichos de valor (en los mercados tanto de renta fija como de renta variable) que superen con éxito la inflación en USA.
Por último refiere el efectivo y los instrumentos a corto plazo como instrumentos más adecuados para enfrentar episodios de volatilidad y el dólar, experiencia que a diario atraviesa el inversor argentino, gracias a su dinámica y entendido como refugio de valor.