Este viernes (21/04) Elon Musk participó en una reunión misteriosa en el Pentágono. Aunque él y el gobierno de Donald Trump explicaron que su presencia respondía al abordaje sobre el despilfarro en el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, medios norteamericanos sostuvieron que el magnate sería informado sobre plan de guerra ultrasecretos contra China.
Qué hablaron Donald Trump, Elon Musk y el jefe del Pentágono.
El secretario de Defensa Pete Hegseth reconoció la visita de Musk la frente del Departamento de Eficiencia gubernamental (DOGE), pero dijo que los planes de guerra no se discutirían:
“Las noticias falsas vuelven a aparecer: esta NO es una reunión sobre planes de guerra ultrasecretos contra China. Es una reunión informal sobre innovación, eficiencia y producción más inteligente. ¡Será genial!”
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Trump publicó dos veces en Truth Social. “¡Qué ridículo! Ni siquiera se mencionará ni se hablará de China. ¡Qué vergüenza que los medios de comunicación desacreditados puedan inventar semejantes mentiras! En fin, ¡¡¡la historia es completamente falsa!!!
“"¡El Departamento de Guerra no le está informando a Elon sobre nada relacionado con China!". El Departamento de Guerra no existe desde 1947”, manifestó Trump.
El jueves Pete Hegseth indicó que recortará unos 580 millones de dólares en partidas que considera un despilfarro por no alinearse con las prioridades en materia de seguridad, y señaló que reasignará unos 170 de esos millones a objetivos que estima prioritarios.
El programa de desarrollo del software del Sistema de Gestión de Recursos Humanos Civiles de Defensa (DCHRMS) y los contratos activos asociados en la Actividad de Recursos Humanos de Defensa (DHRA) están en la mira un retraso de seis años y un exceso de presupuesto de más de 280 millones de dólares, y requiere al menos 2 años más de desarrollo y pruebas antes de su capacidad operativa inicial.
Además, según EFE, eliminarán 360 millones en subvenciones a proyectos de investigación y otras actividades -en áreas de diversidad, equidad e inclusión, cambio climático, ciencias sociales o respuesta a la pandemia de covid-19- que no se consideran alineadas con el nuevo rumbo de este gobierno.
Un alto funcionario de defensa dijo a los periodistas que entre 50.000 y 60.000 puestos de trabajo civiles se eliminarán en el Departamento de Defensa.
Según Wall Street Journal, que también informó sobre la reunión de Musk, Trump para evaluar planes de guerra ultrasecretas contra China, el presidente y el secretario de, tienen previsto pronunciar un discurso conjunto desde el Despacho Oval un nuevo programa de aviones de combate que será el más caro de la historia y operará junto con drones.
Versión de New York Times
Según los informes del New York Times y Wall Street Journal, que supuestamente accedió a dos funcionarios estadounidenses que no identificó, la sesión informativa en el Pentágono en la que participaron Trump, Hegsteh y Musk incluyó entre 20 y 30 diapositivas que explican cómo Estados Unidos lucharía en un conflicto con China, uno de los planes operativos mejor guardados del USA.
Cabe aclarar que el hecho de que Musk asista a cualquier reunión relacionada con China subraya los posibles conflictos de intereses que podría tener como asesor principal del presidente Trump. Podría acceder a secretos militares sensibles que no están disponibles para sus competidores comerciales.
“Musk ha mostrado un creciente interés en la política de seguridad nacional de Estados Unidos. Recientemente ha opinado sobre las adquisiciones de defensa, instando al Pentágono a dejar de comprar los cazas F-35 de Lockheed Martin y a optar por una gran flota de drones. ‘De todos modos, los cazas tripulados están obsoletos en la era de los drone’, publicó en X en noviembre. ‘Solo conseguirán la muerte de pilotos’”, informó WSJ.
Lockheed Martin es uno de los mayores competidores de Musk en el lanzamiento espacial.
De hecho, el anuncio sobre los aviones de combate estaría relacionado con este plan de guerra ultrasecreto, según el diario norteamericano.
“Los aviones pilotados se pondrán en servicio en la década de 2030 y lucharían junto a drones semiautónomos, ya que el Pentágono busca obtener una ventaja tecnológica sobre los adversarios estadounidenses. El futuro del programa estuvo en duda después de que la administración Biden optara por dejar la decisión final sobre cómo proceder en manos de la administración entrante de Trump.
Los funcionarios de la Fuerza Aérea han argumentado que los aviones pilotados siguen siendo vitales para combatir las guerras del futuro, especialmente si incorporan diseños de vanguardia, sensores sofisticados, motores más potentes y controlan los drones semiautónomos que operan con ellos.
Poner en servicio el avión será costoso, ya que los nuevos cazas podrían costar hasta varios cientos de millones de dólares cada uno. Los cazas Lockheed Martin F-35 actuales de la Fuerza Aérea cuestan alrededor de 80 millones de dólares”.
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