A partir de hoy, 10 de enero de 2022 se celebra el Día Mundial de la Gente Peculiar, calificativo que refiere a la persona libre sentipensante y particularísima. A estos efectos pudimos haber elegido a cualquier representante de la humanidad por su cualidad de único e irrepetible, pero quiso la moneda girar y caer justo en el 11er. aniversario del fallecimiento de María Elena Walsh: doble efeméride.
10/01/2011
Día Mundial de la Gente Peculiar: María Elena Walsh
Profetisa del Reino del Revés, María Elena Walsh subió al 'Barco quieto' de la muerte, el Día Mundial de la Gente Peculiar; polinómico azar de su canto binario.
Valga el justo doble homenaje. María Elena Walsh es, sin duda, una personalidad 'sui géneris', la autora de la canción infantil, probablemente, más famosa de la Argentina durante el siglo 20. Ella hizo su paso por la música como compositora, aunque en un período previo se dedicó a cantar canciones fundamentalmente del repertorio folclórico anónimo y tradicional.
Antes, durante y después de tributar a la música se dedicó a la literatura. Toda su vida fue un ejercicio revolucionario de la pedagogía; sabiéndolo o no, ella hizo estallar el amor que salpica: la didáctica del canto que narra, que abraza y que acuna a esas infancias que por estos años andamos cumpliendo los 60 montados al “viento en monopatín”.
Biopic
María Elena nació en 1930, en una familia de clase media en el conurbano bonaerense, aunque la ascendencia inglesa, acentuada por el padre mediante usos y costumbres señaladas por ella en varias ocasiones, marcó cierta distinción y singularidad.
Si la escritura poética se presentó como una motivación más personal, la actividad musical fue parte de su formación en el ámbito familiar, un pasatiempo compartido por el padre y las 2 hijas de la casa. Ella nunca realizó estudios formales ni en la música, ni en la poesía.
Walsh cursó los estudios secundarios en el Colegio de Bellas Artes a la par del despertar de su interés por la lectura y la escritura, que rápidamente devino en un 1er. libro de su autoría a los 17 años.
El reconocimiento sobre la creación poética le llegó muy pronto, cuestión que habilitó la entrada en contacto con personalidades de la literatura de la década del '40, que la apadrinaron hasta desplazarse de manera inesperada hacia la interpretación musical.
En París
Luego de la prolífica y rítmica actividad literaria y periodística, el reencuentro con la música llegó a través de la interpretación de coplas tradicionales del noroeste argentino, quizás porque en esos días su pareja era la folklorista Leda Valladares, con la intención de difundir el cancionero popular y rural por entonces poco conocido en el medio artístico.
En París, grabó los primeros discos como intérprete, ciudad en la que vivió en los '50, y de regreso en Ciudad de Buenos Aires hizo su experiencia en el ambiente del folclore local durante el boom de los '60.
En París, comenzó a crear poemas, canciones y personajes infantiles, un secreto que sólo revelaba a Leda Valladares. A la vez, ella fue reencontrándose con la escritura en otra clave: la creación de canciones de una poética de apariencia sencilla estructuradas a partir de la rima y el juego de palabras.
En 1958 María Herminia Avellaneda le ofreció a Walsh escribir guiones de televisión para programas infantiles. Entre ellos se destacó 'Buenos días Pinky', protagonizado por Pinky (Lidia Satragno) y Osvaldo Pacheco, quien interpretaba a un abuelo. El programa duró 3 meses, pero alcanzó un éxito notable, que le valió 2 premios Martín Fierro (Mejor Programa Infantil y Revelación Masculina para Osvaldo Pacheco) y el premio Argentores para María Elena como guionista, otorgado en 1965.
Esa experiencia la hizo madurar la posibilidad de crear un género similar a un 'cabaret para chicos' o un 'varieté infantil'.
A esta secuencia sigue la composición e interpretación de canciones de apelación al mundo adulto, a fines de los '60.
Los '70
En 1968 estrenó su espectáculo de canciones para adultos 'Juguemos en el Mundo', que influiría en la nueva canción popular argentina, que avanzaba desde el Movimiento del Nuevo Cancionero (Mercedes Sosa y Armando Tejada Gómez), el folklore vocal (Los Huanca Hua y Cuarteto Zupay), el tango moderno (Astor Piazzolla, quien en 1969, junto a Horacio Ferrer, crearía 'Balada para un Loco'), y las canciones de Nacha Guevara y Alberto Favero.
En 1971, su nueva pareja, María Herminia Avellaneda, la dirigió en el filme 'Juguemos en el mundo', donde reaparecen 'Doña Disparate' y 'Bambuco', por Perla Santalla y Jorge Mayol.
China Zorrilla y Carlos Perciavalle estrenaron en la metrópolis porteña su versión de 'Canciones para Mirar' que en 1966 habían exhibido en Nueva York y Montevideo.
En julio de 1978, durante la Copa Mundial de Fútbol, decidió "no seguir componiendo ni cantar más en público".
Sin embargo, grabó un total de 24 discos y alrededor de 100 canciones propias.
Con la vuelta de la democracia a la Argentina, condujo un programa periodístico diario en la televisión, junto con María Herminia Avellaneda y la cantante de tangos Susana Rinaldi, llamado 'Como la cigarra'.
Fue pública su crítica firme al Peronismo clásico. En el transcurso de los gobiernos dictatoriales fue matizando su mirada desde cierta reflexividad política de matiz progresista, aunque de ascetismo partidario, que la convirtió en crítica durísima del llamado Proceso de Reorganización Nacional, y luego en simpatizante de Raúl Alfonsín.
Barco quieto, morada interior
Sus relaciones afectivas fueron un secreto a voces. Recién en unas líneas de su último libro, 'Fantasmas en el parque', expresó su vínculo amoroso con una mujer, que se asocia a su insistente negativa a dar entrevistas, a hablar de su vida ante los medios, a moverse en un entorno social semi-privado y a establecer relaciones cercanas y profesionales, en distintos momentos de su vida, con Carmen Córdova Iturburu, Leda Valladares, María Herminia Avellaneda, Susana Rinaldi y Sara Facio.
Falleció el 10/01/2011 a los 80 años, en el Sanatorio de la Trinidad después de una prolongada internación.
Mariana Facio, sobrina de la fotógrafa Sara Facio, última pareja de María Elena, lo contó así:
Periodismo musical
Walsh combinó la actividad académica con el periodismo musical del cual también es referente, cuestión que favoreció la circulación de sus libros fuera de los ámbitos y el público especializado.
Sus trabajos abordan distintos géneros de la música popular de desarrollo en la Argentina tales como el jazz, el tango o el rock; otros atraviesan las fronteras de los géneros como ser la historia sobre el baile o las canciones popularizadas en diferentes épocas, y también trabajos focalizados en algunos artistas como Atahualpa Yupanqui, Enrique Santos Discépolo y Oscar Alemán.
Su obra musical es síntesis de influencias variadas y de saberes interdisciplinarios, y que trasgredió regímenes de legitimidad y juicios de valor estéticos de la época.
También hay en las canciones de María Elena un corrimiento de los mandatos femeninos tradicionales vinculados a la maternidad y al ejercicio de la docencia.
María Elena Walsh, si de gente peculiar se habla… constructora de su propio universo. Un día como hoy, pero en 2011 se subió a la Luna en un palanquín.