Nacida en una familia judía en Praga en 1903, Alice Herz-Sommer pasó dos años en un campo de concentración nazi en Terezin. Fue una consumada pianista y profesora de música y enseñó en el Conservatorio de Jerusalén hasta 1986, cuando se mudó a Londres. Una película sobre su vida ha sido nominada a mejor cortometraje documental en los Premios de la Academia.
LA PIANISTA DE TEREZIN
Alice Herz-Sommer, 110 años de música y resiliencia
23 de febrero 2014, Alice Herz-Sommer, pianista checa, la superviviente más longeva del Holocausto, da su acorde final.
"Todos llegamos a creer que ella nunca moriría", dijo Frederic Bohbot, productor del documental, 'The Lady in Number 6: Music Saved My Life' (Mujer bajo el número 6: La música salvó mi vida).
Se dice que Herz-Sommer continuó tocando las obras de Franz Schubert y Ludwing von Beethoven hasta sus últimos días.
En el sitio web de la película, ella dice: "Soy judía, pero Beethoven es mi religión. Ya no soy yo misma. El cuerpo no puede resistir como lo hizo en el pasado".
Herz-Sommer recordó que "siempre se reía" durante su tiempo en Terezin, donde ella y otros reclusos organizaban conciertos ocasionales. Ella dijo que la alegría de hacer música había mantenido sus espíritus en alto.
En 1942, su madre de 73 años había sido transportada a Terezin, también conocida como Theresienstadt, y luego a Treblinka, un campo de exterminio. "Y fui con ella, por supuesto, hasta el último momento. (…) Este fue el punto más bajo de mi vida. Fue expulsada. Hasta ahora no sé dónde estaba, hasta ahora no sé cuándo murió, nada".
Herz-Sommer y su hijo, Stephan, estaban entre los menos de 20.000 personas que fueron liberadas cuando Terezin fue liberada por el ejército soviético en mayo de 1945.
Se estima que 140.000 judíos fueron enviados allí y 33.430 murieron allí. Alrededor de 88.000 fueron transportados a Auschwitz y otros campos de exterminio, donde la mayoría fueron asesinados.
El esposo de Herz-Sommer, Leopold Sommer, con quien se había casado en 1931, murió de tifus en Dachau, un campo de concentración nazi en el sur de Alemania. Su hijo, que se convirtió en violonchelista de concierto, murió en 2001.
Ariel Sommer, su nieto, dijo: "Mucho se ha escrito sobre ella, pero para aquellos de nosotros que mejor la conocíamos, "Ella fue una inspiración y nuestro mundo será significativamente más pobre sin ella a nuestro lado".