En la historia del fútbol abundan las definiciones por penales en las principales competiciones del mundo. Esos momentos se llenan de tensión porque el resultado del partido depende de muchos factores, como estudios a los rivales, planeación de estrategias y preparación física de los jugadores.
Aunque usted no lo crea, este fue uno de los últimos aportes hechos al fútbol, por la década de 1970. Previamente, los partidos se definían de otras formas.
Azar y jugadores cansados: así eran las definiciones
Cuando no existían las tandas de penales, el ganador de un partido empatado se definía de otras maneras. Una de ellas era mediante un partido de desempate. Este método ponía a prueba nuevamente la habilidad de los jugadores, pero se jugaba casi inmediatamente al partido previo. Por ende, los futbolistas no llegaban a disputarlo en plena condición física.
Otra manera de elegir un vencedor era dejando que lo decidiera el azar a través de un sorteo. Este era un método bastante más rápido y simple que librar un tercer partido, pero involucraba a la suerte en un deporte donde se premia al equipo que juega mejor.
Fue entonces cuando el ex árbitro alemán Karl Wald tuvo una idea que presentaría ante la FIFA. El ganador se definiría luego de una tanda de penales que ejecutaría cada equipo. La mayor organización del fútbol mundial la aprobaría en la década de 1970 y comenzaría a implementarla en la Copa del Mundo.
Así, cerrar el resultado no requería demasiado esfuerzo físico de los futbolistas ni quedaba ligado a la suerte. Hay que notar que, aun así, tomaba aspectos de los dos anteriores métodos: la habilidad de los jugadores y la inmediatez para saber el final.
La historia de cómo nació este formato de desempate quedó volcado en un documental que produjo la FIFA llamado The Long Walk.
¿Quién metió el primer gol de penales de desempate?
“El seleccionador nos reunió y preguntó: ‘¿Quién quiere lanzar uno?’. Los jugadores ya estaban quitándose las botas y diciendo: ‘¡Yo no!’. Ya no es algo que incumbe a tus piernas o tus pies. Es tu cabeza. Normalmente, el fútbol es un deporte de equipo. Eso se acaba. Y en la tanda de penales estás tú y ellos, frente a frente“.
Así recordaba Alain Giresse la primera tanda de penales de la historia. Fue en la Copa de Alemania en un duelo entre Schalke y Wolfsburg, que fueron a penales tras empatar 2 a 2, y Giresse fue el encargado de lanzar el primer penal.
Cuando llegó el momento de patear, el jugador de Schalke simplemente se quedó parado dándole la espalda al arquero Harald Schumacher. Los nervios del francés no le permitían mirarlo hasta ejecutar la patada. A pesar de marcar el gol (el primero con esta metodología), su equipo salió perdiendo tras dos atajadas de Dieter Grünsch. Pero el entusiasmo del público convenció a los dirigentes de que habían tomado la decisión acertada.
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