En la vasta historia de leyendas del fútbol argentino, el nombre de Alfredo Di Stéfano resuena con una nota amarga. Dio sus primeros pasos con la selección un 4 de diciembre, pero a pesar de ser considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, su brillantez nunca iluminó el escenario del Mundial.
un karma con el mundial
El debut de Alfredo Di Stéfano en la selección argentina
Alfredo Di Stéfano, debutó en 1947 en la selección pero jamás tuvo un Mundial. Conflictos y lesiones frustraron su sueño de llegar a él.
El debut olvidado de Alfredo Di Stéfano
Alfredo Di Stéfano, el genio del balompié, inició su travesía internacional con la selección argentina el 4 de diciembre de 1947, en el Campeonato Sudamericano (hoy conocido como la Copa América). A sus 21 años, se convirtió en el máximo goleador argentino del torneo con 6 goles, y levantó el trofeo poco después de salir campeón con River Plate.
Pero aquella Copa América sería su único título internacional, pues por razones diversas el destino le impidió representar a Argentina en una Copa del Mundo.
La trágica danza con el Mundial
El Mundial de 1950 en Brasil era la primera oportunidad de Di Stéfano, pero Argentina boicoteó el torneo en protesta por la designación de Brasil como anfitrión. La edición de 1954 fue otra decepción, con la AFA renunciando debido a conflictos regionales.
Su debut con España en 1957 abrió una nueva ventana de esperanza, pero las desgracias continuaron. A pesar de estar rodeado de talento en la selección española, el equipo no se clasificó para el Mundial de 1958 en Suecia.
El de Chile de 1962 representaba la última oportunidad, a sus 40 años, pero una lesión antes del torneo truncó el sueño para la ‘Saeta Rubia ‘. Sus esfuerzos por convencer al entrenador de permitirle descansar fueron en vano. España quedó eliminada en la fase inicial, y la estrella nunca brilló en la máxima competición.
La estricta dieta impuesta por el seleccionador español, Helenio Herrera, alimentó la frustración de Di Stéfano, convenciéndolo de que su ausencia en el Mundial se debió a más que una simple lesión. El desencanto marcó el fin de su sueño de conquistar la cima del fútbol mundial.
Alfredo Di Stéfano, el incomparable, nunca tuvo la oportunidad de regatear en la gran cita del fútbol. Tiene un legado que brillará eternamente, pero la deuda con el Mundial permanecerá como una sombra en la carrera de uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos.