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AMISTOSOS FIFA

Sin Messi, que cumplió con Adidas, Scaloni citó a Dybala para mejorar el cachet de la Selección

El técnico de la Selección Argentina, Lionel Scaloni, anunció este lunes (25/03) que hará muchos cambios para enfrentar a Marruecos este martes (26/03) en Tánger por el partido que corresponde a la segunda y última fecha de los amistosos FIFA 2019. En la conferencia, Scaloni presentará, en rigor, ocho modificaciones con respecto al equipo que cayó ante Venezuela 3 a 1, y que dejó un vendaval de dudas e interrogantes. Solo Gonzalo Montiel, Leandro Paredes y Lautaro Martínez mantendrán la titularidad. Paulo Dybala, que no había tenido minutos ante la Vinotinto, será el único cordobés que estará entre los titulares. La gran ausencia: Lionel Messi. La ausencia de “La Pulga” significará una pérdida de casi medio millón de euros. De acuerdo a la información, la Federación de Fútbol de Marruecos pagará poco más de la mitad del cachet firmado cuando se organizó el partido. Si Messi jugaba el partido la AFA hubiera recibido 1 millón de euros, pero ahora cobrará 550.000 euros. Sin embargo, Lionel Messi no volvió al seleccionado “por amor a la camiseta” como suelen decir los periodistas de TyC Sports y Fox Sports fanáticos enfermos de “La Pulga”. Eso responde a algo muy personal de ellos. La realidad es que Messi volvió porque tenía que presentar la nueva casaca argentina fabricada por la marca deportiva alemana Adidas. Con la presencia de Lionel Messi, la firma germana se aseguró un buen caudal de ventas.

Argentina, comandada por Lionel Scaloni, quedó seriamente afectada tras la tremenda goleada que le propinó Venezuela 1-3 en el primer amistoso FIFA. Tras la ‘cachetazo’ frente a la “Vinotinto”, Scaloni presentará, en rigor, ocho modificaciones para enfrentar a Marruecos este martes (25/03) en Tánger y que dejó un vendaval de dudas e interrogantes. Solo Gonzalo Montiel, Leandro Paredes y Lautaro Martínez mantendrán la titularidad.

 

Paulo Dybala, que no había tenido minutos ante la Venezuela, será el único cordobés que estará entre los titulares. La gran ausencia: Lionel Messi.    

 

Sin embargo, Messi no volvió al seleccionado “por amor a la camiseta” como suelen decir los periodistas de TyC Sports y Fox Sports fanáticos enfermos de “La Pulga”. Eso responde a algo muy personal de ellos.

 

La realidad es que Lionel Messi volvió porque tenía que presentar la nueva casaca argentina fabricada por la marca deportiva alemana Adidas. Con la presencia de Messi, la firma germana se aseguró un buen caudal de ventas.

 

La ausencia de “La Pulga” significará una pérdida de casi medio millón de euros. De acuerdo a la información, la Federación de Fútbol de Marruecos pagará poco más de la mitad del cachet firmado cuando se organizó el partido. Si Lionel Messi jugaba el partido la AFA hubiera recibido 1 millón de euros, pero ahora cobrará 550.000 euros. 

 

De acuerdo a una de las cláusulas firmadas en el contrato Messi tenía que jugar 70 minutos para que se pague el millón de euros. Como Leo no viajó a Marruecos los organizadores ya anunciaron que no pagarán 450 mil euros (unos 20 millones de pesos). 

 

Un diario marroquí también destacó que la Federación de Marruecos contaba con la participación de Messi para comercializar al máximo el partido mediante contratos de esponsorización con grandes empresas y la venta de los derechos de emisión a canales internacionales.

 

Incluso, los dirigentes marroquíes le pidieron explicaciones a la AFA a través de un comunicado sobre la ausencia del 10, que fue desafectado del seleccionado argentino luego del partido jugado el viernes pasado ante Venezuela en Madrid.

 

El de Marruecos será el último encuentro que Argentina tendrá antes de la Copa América en Brasil, en junio, por lo que el entrenador debe encontrar los mejores intérpretes para lo que busca llevar a cabo, sabiendo que está siendo muy observado y cuestionado luego del flojo rendimiento de sus jugadores, además de haber realizado una prueba fallida a nivel táctico ante un rival que solamente le había ganado una vez en su historia a la Selección.

 

Al margen de este negocio, el director de Selecciones Nacionales, César Luis Menotti, no estaba para nada equivocado cuando dijo que tenía “miedo” de que Lionel Messi juegue los próximos amistosos antes porque lo nota “muy cansado” debido a sus compromisos con Barcelona y el seleccionado.

 

“Me da miedo que Messi juegue. Lo veo con una fatiga emocional importante entre la Champions y la Selección. Lo veo muy cansado. Si él tiene ganas de jugar con Argentina, mejor”, manifestó Menotti este martes (19/03) en diálogo con el programa “Jogo Bonito” de FM 94.7.

 

Menotti indicó que Barcelona “no juega bien”, a pesar de su condición de líder en la liga española y la clasificación a los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa, y Lionel Messi se puso “el equipo al hombro” en la temporada.

 

“Tiene muchas obligaciones y carga emocional; mucha responsabilidad en sus espaldas”, expresó el “Flaco”.

 

Al ex entrenador campeón del mundo con Argentina en 1978 le gustaría tener una charla con Messi. “Hasta ahora, nunca lo pude hacer”, aseveró Menotti quien elogió al crack rosarino: “Messi ya no me sorprende. Todos los lunes digo 'otra vez este pibe me dejó helado'. Siempre tiene un milagro para sorprender. Se cruza con un ciego y lo hace ver”.      

 

En esta nueva etapa, Messi ya no tiene a su denominado “Club de Amigos” que integró con Javier Mascherano y Sergio “Kun” Agüero, de la albiceleste en el que siempre se sospechaba que eran convocados sin importar su nivel y le ‘armaban las listas’ al entrenador de turno.

 

El denominado ‘club de amigos’ surgió durante la dirección técnica de Alfio “Coco” Basile luego de que la Argentina perdiera a manos de Brasil la final de la Copa América de Venezuela 2007.

 

Este certamen, pese a su frustrante final ante la ‘Verdeamarelha’ que asistió a la cita venezolana sin la totalidad de sus habituales titulares, entre ellos el propio Ronaldinho, fue un mojón para la historia del seleccionado argentino, porque allí se firmó el acta de nacimiento de esta Generación Lio, que comenzó su recorrido de diez años ininterrumpidos con solamente dos de los integrantes que se mantuvieron vigentes en el equipo nacional hasta fines de 2017, y ellos son nada menos que sus líderes, Messi y Mascherano.

 

Las eliminatorias para Sudáfrica 2010 marcaron un camino que en el arranque Basile no imaginaba resultaría tan pero tan azaroso que le impediría concretar su sueño de volver a una Copa del Mundo con el seleccionado de su país.

 

Al cabo de diez partidos obtuvieron 16 puntos, que dejaron a Argentina en el tercer lugar de las eliminatorias, por detrás de Brasil y Paraguay. Esa cosecha dejó a Basile sin su puesto al frente del seleccionado nacional y sin revancha.

 

Por lo tanto, el preparador físico de Basile, Carlos Dibos, había denunciado que “el club de amigos de Messi” había conspirado en contra del cuerpo técnico para que sea echado.

 

De ahí, Dibos había acusado a éste grupo en que “nosotros por eso nos tuvimos que ir. Y tener que irte por cosas externas al fútbol te hace sufrir”.

 

En ese entonces, Carlos Dibos había disparado que “hay siete u ocho jugadores que cumplieron un ciclo y no pueden sostener el peso de venir”, señalando principalmente a Mascherano de ser “el que entrega las planillas para asociarte al club de amigos”.

 

“No me parece mal que un jugador tenga diálogo con el técnico en cuanto a quién prefiere o elige para tener al lado de él, pero ese jugador tiene que tener personalidad, coraje, valentía, ponerse el equipo al hombro. Ese era Diego Armando Maradona, había chicaneó.

 

La erupción de un volcán de rumores respecto de un complot orquestado por esos bisoños primeros integrantes de la Generación Lio, a los que ya se había incorporado Sergio Agüero –para facilitar el acceso al cargo de Diego Maradona, curiosamente mentor del anterior paso de Basile por Boca Juniors, empezó a erosionar con su lava la credibilidad de estos jóvenes jugadores, y simultáneamente a alimentar ante la opinión pública la leyenda sobre el “club de amigos de Messi” liderado ideológicamente por Mascherano, que se iría devorando, uno a uno, a todos los sucesores del Coco a lo largo de una década, empezando por él mismo, según una nota publicada en el Diario Perfil.

 

“Messi ni hablaba. Lo único que hacía era jugar. En ese momento tenía 20 años, pero ojo que no era que no hablaba porque era el más chico del grupo solamente, sino que no lo hacía porque directamente no quería. Era el más callado de todos. Tenía mucho respeto por los demás muchachos. Demasiado, diría yo. La verdad es que no me lo imagino imponiendo nada a nadie, como se dice cuando se habla de que la Selección se forma con su ‘club de amigos’. Y yo, que lo conozco bien a Martino, tampoco puedo creer que le impusiera nada. Justo al Tata le va a hacer algo así”, había descrito el Coco cuando había llegado el momento de referirse a Messi.

 

“También se menciona a Mascherano como el cerebro de ese club de amigos, pero así como digo que Messi es un buen pibe, de Masche debo decir que es un chico que juega más por su inteligencia que por sus condiciones. Eso sí, a partir de la cabeza que tiene es que llegó a convertirse en un gran jugador, porque es un tipo ganador mil por mil”, había aclarado.

 

“Lo que pasó con Messi cuando estuvo conmigo fue que hacía todo bien, pero de tan crack que era. Ahora, tácticamente no sabía nada. Le decías algo, le dabas alguna instrucción, y te hacía todo al revés. Por ejemplo, al principio, yo le decía que se parara detrás del cinco rival y que encarara mano a mano al marcador central de ellos. Pero no había caso. Al ratito de indicarle eso, lo veías parado en la punta, como wing derecho, pero de golpe le caía una pelota, se limpiaba a tres en velocidad y te ganaba el partido solo. Entonces, ¿qué le ibas a reprochar? No podías decirle nada. Solamente aplaudirlo”, había reconocido el Coco con un dejo de devoción futbolera. Y había finalizado: “Por eso, yo, cada vez que tengo que definir a Messi, digo que es un extraterrestre. Aunque la mejor definición que le cabe a ese pibe es que como futbolista es un hijo de puta. Un hijo de puta”

 

Por otra parte, en esta selección, Lionel Scaloni dejó a afuera de los considerados “históricos” como el “Kun” Agüero, Gonzalo Higuaín y Sergio “Chiquito” Romero, que difícilmente logren ganarse un lugar en la nómina para la Copa América de Brasil 2019. 

 

El caso más polémico es el de Sergio Agüero. A los 30 años, es el goleador de la Premier League, con 18 tantos; se erigió como la carta realizadora del Manchester City de Pep Guardiola, que ya obtuvo un título en la temporada (la Carabao Cup) y quedó a un paso de los cuartos de final de la Champions League (venció en la ida al Schalke 04 en Alemania). Sin embargo, más allá de un llamado fundacional cuando Scaloni asumió la dirección técnica (en ese momento, de manera interina) del seleccionado nacional, no hubo más contacto directo. Sí a través de terceros, o empleados del complejo de Ezeiza, pero la descripción de la comunicación revela que el Kun no es prioridad. 

 

Pero desde el cuerpo técnico advierten que “sin descartar a nadie” en ofensiva apuestan por una renovación profunda. Y hoy hay otros nombres por delante, incluso sin Mauro Icardi en la consideración, por su mediático conflicto con el Inter. Sí tuvieron espacio para el regreso de Lionel Messi (gran amigo del Kun) y Ángel Di María, pero no Agüero. 

 

Para Sergio Romero no fue una sorpresa el hecho de no verse en la citación, porque el propio cuerpo técnico se lo advirtió. Scaloni y compañía, cuando asumieron en el combinado mayor, citaron a Chiquito en reconocimiento a su trayectoria (se trata del guardameta con mayor cantidad de presencias en la Selección) y como reivindicación por haberse perdido el Mundial de Rusia por lesión.

 

Pero el entrenador tuvo una charla con él en noviembre y le comentó que la lista de aspirantes al arco era extensa, que Franco Armani llevaba la delantera, y que necesitaba verlo con continuidad y en gran nivel para volver a convocarlo.

 

En lo que va de 2019, Romero atajó en tres cotejos, pero la cantidad continúa siendo insuficiente para pelear por el arco. 

 

Gonzalo Higuaín es otro de los futbolistas que, a diferencia de Lucas Biglia y Mascherano, no se bajó de la Selección tras el Mundial. “La decisión es del entrenador”, advirtió su padre, quien ofició de involuntario vocero, en septiembre de 2018.

 

Pero al “Pipita” le cuadra la misma ley que a Agüero: la “renovación” que plantea el cuerpo técnico de Scaloni en ofensiva lo relega. Y su actualidad no lo ayuda. Su irregular andar en el Milan lo llevó a mudarse al Chelsea, donde le abrió los brazos Maurizio Sarri, el entrenador que lo hizo brillar en el Napoli. Pero en su nuevo hogar todavía se encuentran en la etapa de adaptación: convirtió tres goles en siete partidos. Deberá hacer mayores méritos para “forzar” su convocatoria.

 

Para enfrentar a Marruecos, el DT se inclinó esta vez por una formación 4-4-2, haciendo hincapié en los “cuatro del fondo” luego de la prueba fallida con tres defensores. 

Los 11 titulares serán: Esteban Andrada; Gonzalo Montiel, Germán Pezzella, Walter Kannemann y Marcos Acuña; Roberto Pereyra, Leandro Paredes, Guido Rodríguez y Rodrigo De Paul; Paulo Dybala y Lautaro Martínez.

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