FÚTBOL

FABIO TALARICO

"No hablen de dignidad, 6 meses antes presenté la renuncia"

Entre las declaraciones de Juan Carlos Olave y las afirmaciones de algunos periodistas cordobeses resultó que 'emputecieron' el ambiente en Belgrano de Córdoba, institución de duelo por la pérdida de la categoría competitiva. ¿Era el momento? ¿Quién dijo que eran ciertas esas afirmaciones? Y han comenzado las respuestas. Aquí Fabio Talarico, quien también se desempeñaba en el club 'pirata' decidió defender su buen nombre y honor:

En la categoría 1ra. A de la Asociación del Fútbol Argentino, que participan de la Superliga, 4 clubes se fueron al descenso a la categoría Nacional B: San Martín de San Juan, San Martín de Tucumán, el bonaerense Tigre y Belgrano de Córdoba

En el caso de Jorge Miadosqui, presidente de San Martín de San Juan, se quejó de que mantuvieron la categoría clubes que incumplieron el 'fair play' deportivo que sí cumplió el club que preside

En el caso de Tigre, su entrenador, Néstor Gorosito, se quejó de algo que es un secreto a voces en el fútbol argentino: "Un tipo (por un representante) no puede tener 15 entrenadores y 200 jugadores, entonces le llevan 20 jugadores a un club, no te andan se los llevan a otro, y los técnicos llevan los jugadores del mismo tipo. Sinceramente, es una joda. Donde no entrás en esa escudería empezás a quedar afuera y te cuesta más. No es una cosa normal y natural. El grupito que está afuera de ese circuito le cuesta entrar, es la verdad. (...) Hay entrenadores que le sacan guita a los jugadores pero hay periodistas que también cobran para elogiar jugadores de ese tipo (por el representante)".

Pero ni en estos casos ni en el de San Martín de Tucumán ocurrieron 'escandeletes' domésticos.

El único caso en el que ocurrieron cuestionamientos internos, lo que se llama en la jerga "puterío" fue en Belgrano de Córdoba, a partir de la salida del director deportivo y ex arquero del club, Juan Carlos Olave, quien en una actitud cuestionable, decidió 'prender el ventilador', quizás molesto porque creía que no le aceptarían la renuncia.

También quedó la impresión de que Olave reclamaba que su salida fuese acompañada por la de otros. Y varios periodistas deportivos cordobeses pusieron en escena, entre otros, a quien también se desempeñaba en la Dirección Deportiva, Fabio Talarico, ex jugador de River Plate y Boca Juniors, y que además del título de Director Técnico, tiene otro en Periodismo Deportivo.

Sorprendido porque su nombre apareció en escena, al alejarse de Belgrano de Córdoba, Talarico escribió el siguiente texto que envió a la Redacción:

"Luego de dos años de labor en el club y llegar al final de un ciclo, me parece apropiado el momento de dejar sentado ante la opinión pública algunos aspectos concernientes al tema que nos ocupa. 

Digo que me parece el momento apropiado porque ya se ha hablado demasiado y algunos actores han dicho lo suyo a su forma y normal que así sea. Pero dado el tenor y la importancia de los mismos es justo también escuchar otras campanas para que cada uno saque sus propias conclusiones.

Primero siento la sensación de tristeza por haber apostado a un proyecto que nunca se pudo realizar. A un equipo de trabajo que se inició como tal y desde hace un tiempo dejó de funcionar como debía pero nos lavamos la boca diciendo que en algunos casos hemos trabajado en equipo. No hay que mentir y hacerse cargo de los hechos. Los resultados deportivos fueron los indeseados y están a la vista. 

Me deja el aprendizaje que cuando uno es invitado a participar de un proyecto y no es el elegido para tomar las decisiones finales, hay que analizarlo muy bien. Uno puede quedar manchado por decisiones totalmente ajenas. Que quede claro: no es deslindar responsabilidades ya que más adelante quedará expresado. 

Si cargos mas altos que el que yo ocupé argumentan que no han podido tomar decisiones finales no parece justo decir que he sido un asesor determinante para salvar una espalda más grande que la mía. 

Muchas veces hechos consumados me han sorprendido. Todo lo que me invitaron a realizar como tarea (sea con el plantel de Reserva, Juveniles, viajes a ver jugadores del Federal o mismo con el de Primera) lo he aceptado con cariño porque hasta un momento determinado sentí alegría de formar parte del proyecto, algo que se me hizo más difícil de sostener en los últimos tiempos por todo lo que acabo de afirmar con antelación.

El problema no es quedar afectado por decisiones de terceros ante la gente porque lo hablé personalmente con los cercanos en mi trabajo. Son las reglas de este juego que a veces se hace perverso.

He manifestado siempre mi desacuerdo ante quien sea; y eso puertas adentro sé que no se ha visto bien por ser sapo de otro pozo y por no pertenecer al ADN pirata. Siempre cuando lo ha requerido el momento he sugerido diferentes alternativas y pude haberme plantado de forma vehemente. Esto mucho no se perdona. 

Lo que mas importa es que los pares sepan lo que uno piensa. Puertas afuera no se puede lograr esto con toda la gente que no conoce la cocina de la intimidad, salvo si uno opera detrás del telón como se ha visto.

Cuando el club me invitó a formar parte de la familia Pirata no lo dudé ni un instante. Dejé de lado los proyectos personales de otra índole, resigné y nunca me interesó lo económico para formar parte de la nueva ilusión de estar en un club en crecimiento. Pueden dar fe de esto.

Lamentablemente no pudo cumplirse el objetivo y creo que todos conocemos los motivos. Me encariñé con el lugar, su gente, su familia. De hecho me radiqué en Córdoba. 

Ante mis reclamos cuando estaba en desacuerdo y tengo testigos, la respuesta fue: “Si no te gusta andate a tu casa”, o bien “las ratas son las primeras que abandonan el barco”. Contradictorio mensaje, ¿verdad?. 

Decidí presentar mi renuncia al Director Deportivo en una de las pocas reuniones que se me participó (diciembre del 2018 en el Predio de Villa Esquiú por el tema de la Reserva) y me dijo que él no podía aceptarla porque era algo que no le correspondía. Esto para aquellos que hablan de dignidad con una facilidad pasmosa y que ni se miran al espejo antes de opinar.

6 meses antes presente la renuncia.

Ante semejante situación no supe que actitud tomar. Sentí el deseo de irme porque en definitiva uno termina siendo cómplice, pero se pudo haber dicho que uno se bajaba y se lavaba las manos en el momento crítico. La verdad que no faltaba mucho para llegar al final, además. 

Seguí por respeto a aquellos que confiaron en mí y pido disculpas por no haber podido aportar lo que si hubiera deseado si me lo hubieran permitido. Nunca fuimos un equipo de trabajo y eso a mi dolió mucho porque creo en ello. El problema es que en el fútbol hay mucho ego además de inseguridades personales porque no hay formación profesional. Hay que reconocerlo y quien lo niegue miente y es un necio. 

Las miserias humanas, los egos, la falta de capacidad en muchos de nosotros, la falta de humildad entre otros ítems, estuvieron a la orden del día. 

Es cierto que todos tenemos la responsabilidad por algo. Segurísimo que es así. En mi caso siento que pude aportar algunas sugerencias hasta la llegada de Lucas Bernardi. A partir de ahí, todo lo que devino se manejó de una forma en la que casi ni fui participado. Los cascos amarillos debemos aceptarlo.

Por eso es una injusticia cierto castigo mediático que algunos hemos recibido sólo por tener puesta la camiseta. 

Elijo esta forma de expresarme porque considero que es la más sensata y prolija ya que bien pude haberlo hecho desde las sombras y revoleando para todos lados. No es mi estilo ni nunca lo será. Veo que en todos no ha sido así. 

Era sabido que se iba a dar este reguero de sangre porque son las reglas del juego y por las personalidades de las personas que tuvimos la responsabilidad de decidir. 

En lo personal podría salir a dar detalles de los errores y como se sucedieron. No es mi intención y además Belgrano está por sobre todos nosotros y no lo merece. Las personas estamos por debajo. Siempre.

Dados los hechos mi reputación se vio denostada injustamente por gente que trabaja de periodista y que sólo escucha la campana de aquellos que pudieron haber quedado con el ego herido y que seguramente se quieren llevar todo puesto. 

Una actitud extremadamente miserable, mediocre y poco ética que no le hace bien al club. Es sólo carroña para aquellos que se alimentan de ella. No suma, resta. 

Lo peor del caso es que se contaron puertas afuera detalles dando comidilla a gente miserable que sin tener idea de lo real por tener el poder y la impunidad de la palabra fácil, destruyen a mansalva a gente con mejor reputación que ellos. 

Después se hicieron algunos descargos públicos haciendo entrever (o al menos se intentó) honestidad de actuación. Hipocresía pura. 

Por todo esto creo ahora apropiado el momento y sentí la necesidad de defender mi honestidad moral, un activo que debo proteger a capa y espada según me enseñaron en la vida. Para mí esto es más importante que otros atributos banales a los que algunos le dan mayor importancia.

Agradezco a todos aquellos que me brindaron su afecto y doy fe que son muchos. Para aquellos que no permitieron una mirada diferente (ni mejor ni peor sólo diferente)  que pudo haber sumado a la causa por celos y miserias humanas, una pena. Quizás he fallado por no haberlo logrado. 

Gracias a aquellos que me dieron la oportunidad de brindarme desde todos los aspectos. Gracias Señor Presidente y Comisión Directiva. Gracias personal del club. Gracias jugadores. Gracias simpatizantes.

Tengo la tranquilidad que la gente que me conoció en profundidad al igual que a mis pensamientos sabrá de lo que estoy hablando. Los que no, son las reglas del juego. No se puede estar bien con todo el mundo. Una humilde sugerencia: no crean todo ni repitan cosas que se instalan como muletillas. 

Por suerte hay mucha gente pirata de mi círculo íntimo a la que le fui contando la película con lujo de detalles y que esto no es sólo algo que afirmo con el diario del lunes. Con eso me basta y sepan entender que forman parte de la intimidad. 

Al pueblo pirata lo positivo que le queda por hacer en estos momentos es unirse. En el dolor se crece si la unión entre todos es verdadera. Si es pura, si es sana. Es tiempo de dejar de lado las miserias personales y pensar que el club porque está por encima de todo y de todos. La verdad que tras la consumación del descenso no lo noto. Sí en el discurso pero hay mucho egos personales heridos. 

Sin otro particular, gracias y mis sinceros respetos a la pasional hinchada pirata. Hasta siempre.

Fabio Mario Talarico." 

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