FÚTBOL

LA GLORIA PARA JÜRGEN KLOPP

Champions: 2 equipos ingleses, entrenados por 2 extranjeros y goles de 2 africanos

Es el fútbol contemporáneo, en especial el de la Premier League -que tiene por delante el desafío del Brexit que, para su alegría, todavía no se concretó-. Así, 2 tradicionales equipos ingleses (Liverpool Football Club, fundado en 1892; y Tottenham Hotspur Football Club, fundado en 1882), se enfrentaron en el estadio del Atlético de Madrid, club español en el que el socio chino Wang Jianlin y su Dalian Wanda Group le vendió sus acciones al israelí Idan Ofer, propietario de Quantum Pacific Group. En el partido, que ganó Liverpool, propiedad del conglomerado estadounidense Fenway Sports Group, de John Henry, también dueño del equipo de béisbol Boston Red Sox, los equipos fueron entrenados por un argentino (Mauricio Roberto Pochettino Trossero) y un alemán (Jürgen Klopp). Los 2 goles del partido los marcaron 2 jugadores de sangre africana: el egipcio Mohamed Salah Hamed Mahrous Ghal y Divock Okoth Origi, futbolista belga de ascendencia keniata. El fútbol profesional es un negocio trasnacional.

Jürgen Klopp siempre luce una sonrisa, aún cuando perdió la final de Champions ante el Bayern Múnich (en 2013, cuando entrenaba al Borussia Dortmund), y ante el Sevilla (en la Europa League, ya entrenando al Liverpool, en 2016) y ante el Real Madrid (otra vez en la Champions, en 2018). Imaginen ahora que, finalmente, la ganó.

Ya lo había dicho antes del partido: "¿Mala suerte? Creo que para nada ha tenido mala suerte en mi carrera. De hecho mi mujer (N. de la R.: hoy día la escritora infantil Ulla Sandrock) siempre me pregunta: '¿Cuándo es el último partido del año?' Porque desde 2012, y con la excepción de 2017, siempre he estado en las finales, así que me considero un tipo afortunado".

Con la manía de limpiar la mesa de una suciedad que no existe, y su inglés marcado por el acento alemán, el ex jugador del FSV Mainz 05 logró el éxito que buscaba, una copa.

Cuando era niño, Klopp soñaba con ser médico, pero no creía que "alguna vez fuese lo suficientemente inteligente como para una carrera médica".

Él relató alguna vez la siguiente anécdota: "Cuando estaban entregando nuestros certificados de nivel A, mi director me dijo: 'Espero que funcione con el fútbol, ​​de lo contrario no se verá muy bien tu futuro".

Como jugador profesional casi siempre estuvo en el Mainz 05, primero como delantero, pero más tarde como defensor. Y él obtuvo un diploma en Ciencias del Deporte en la Universidad Johann Wolfgang Goethe, escribiendo su tesis sobre caminar. Se retiró como máximo goleador de Mainz 05.

Luego, él fue entrenador de FSV Mainz 05 durante 8 años (de hecho, logró ascenderlo a la Bundesliga). Pero también perdió la categoría el 2007 y dejó el cargo en 2008. Luego llegó al Borussia Dortmund, que venía de una temporada malísima, al que años después de mucho trabajo, hizo campeón.

Dortmund ganó 2 Bundesliga consecutivas, 2 Supercopas y 1 Copa de Alemania.

El 08/10/2015, Klopp firmó un contrato con el Liverpool FC hasta 2018 (ya renovado, obviamente). Y su estreno fue el 17/10/2015, un empate de visitante en 0 contra Tottenham Hotspur (¿no es otra curiosidad?).

La final de Champions League 2019 podría haber terminado tambien 0 a 0. No hubo ventajas importantes y por momentos fue un partido aburrido. Pero Liverpool ganó 2 a 0 y es el campeón.

No a las redes sociales

Ambos equipos llegaron remontando partidos épicos pero todo comenzó a definirse con un penal muy discutible – con VAR y sin VAR-, a los 26 segundos del encuentro, y un gol tardío de un actor secundario, Origi, el mismo que liquidó al FC Barcelona en la batalla de Anfled.

Klopp es un especialista en construir equipos de la nada. Respecto del equipo que fue finalista en 2018 sólo le agregó un marcador central (el holandés Virgil van Dijk, que jugaba en el Southampton, el defensor más caro de la historia) y un arquero (el brasilero Alisson Becker, de la AC Roma).

Klopp lleva muchos años de sus 52 incrementando su relación carismática con los jugadores y los simpatizantes, con quienes comparte en las calles y bares. "Él suele invitar a más de uno a sentarse con él, a compartir una cerveza. Él les recuerda a ellos mismos. Tiene los pies en la tierra. Recuerda de dónde viene", sostuvo Jamie Carragher, un histórico de los "reds".

Klopp es un cristiano protestante y también, según le reveló una vez al diario Die Tageszeitung, "Soy de izquierda, por supuesto. Más de izquierda que de centro. Creo en el Estado de Bienestar. No tengo seguro privado y nunca votaré a quien prometa bajarle los impuestos a los más ricos. Si hay algo que nunca haré en mi vida es votar a la derecha".

Klopp en rueda de prensa

En cada club donde ha trabajado, además, exige igualdad de salarios entre todos sus colaboradores y manda a los jugadores a estudiar. "Yo diría que nuestra misión es hacer que nuestro pequeño pedazo de tierra sea un poco más hermoso. La vida se trata de dejar tras cada paso un mejor lugar. Se trata de darlo todo. De amar y ser amado", le confesó una vez al portal Westdeutsche Zeitung.

También afirmó: "Me siento aliviado. Especialmente por mi familia porque las últimas veces nos habíamos ido con la medalla de plata y en esta ocasión no ha sido así. También es un triunfo de nuestros accionistas, que nunca nos han presionado. Y sobre todo de los jugadores".

Klopp reconoció que su equipo "disputó finales mejores" a pesar de haberlas perdido. "He jugado muchas finales y las he perdido habiendo jugado mejor que hoy al fútbol. Hoy ha sido difícil para ambos porque ha habido tres semanas sin competir y es complicado. Al final las cosas se han resuelto. La experiencia cuenta. La resistencia de los chicos también. Todo nos ha ayudado. Hemos resistido. No quiero explicar por qué hemos ganado sino disfrutar. Es una victoria para todos los aficionados y tendremos una noche fantástica".

Y tuvo algunos segundos para su archirrival Pep Guardiola (en Alemania, cuando el español entrenaba al Bayern Múnich, y ahora en Inglaterra, donde entrena al Manchester City, campeón de la Premier League):  

"Acabo de hablar con Guardiola porque tenemos un fisioterapeuta que empezó la temporada en el City pero él quería ganar la Champions. Es una broma (risas). Nos hemos prometido patearnos el culo mutuamente la temporada que viene otra vez, vamos a ir a por todo y a ver si conseguimos algo”, dijo, y otra vez sonrió.

Fue la 6ta. Champions para el Liverpool, que llegó a estar prohibido en la competencia (la Tragedia de Heysel, el 29/05/1985, en la final de la Champions contra la Juventus Football Club).

Tottenham 0 - Liverpool 2

Muy interesante la descripción de Carlos Guisasola para el madrileño El Mundo:

Pasada ya la medianoche, Jurgen Klopp (Stuttgart, 1967) apareció por la sala de prensa del Metropolitano con una cerveza en la mano. Una botella de Heineken a medias a la que dedicó una mirada antes de dejarla con cuidado en el suelo e iniciar su primer discurso como campeón del Europa. «Ganamos algo muy grande y seguiremos adelante. Esto es sólo el comienzo de este grupo. Esto es muy grande», sostenía exultante el entrenador alemán, cuya gorra negra permanecía tan ceñida como cuando se bajó del autobús, horas antes de la final.

Su gorra permaneció intacta durante los 90 minutos en los que su Liverpool apretó los dientes para alcanzar la cima. Tal vez no le quedase más remedio que quitarse la gorra en el vestuario, ante el diluvio de entusiasmo (y cerveza, claro) con el que el Liverpool bañó su sexta Copa de Europa. Es sólo una hipótesis, tal vez en adelante nunca jamás se la quite. Esa gorra negra con el mítico pájaro dorado, ya forma parte de la historia del club inglés. Y, por supuesto, de la propia historia del entrenador alemán que este sábado derribó un muro empeñado en ensombrecer su brillante papel en los banquillos. Tras siete finales perdidas (cuatro con el Borussia Dortmund y tres con el Liverpool), dos de ellas de Champions (Wembley 2013 y Kiev 2018), Jurgen se salió con la suya y devolvió a su sitio al conjunto red, tras 14 años de espera. «He jugado siete finales, he perdido todas y los aficionados han sufrido más que yo en este tiempo», fue su guiño a la afición.

El Liverpool había tropezado dos veces desde aquel milagro de Estambul en el que Rafa Benítez se convirtió en un icono más para la grada de Anfield. Y en eso, si es que no lo era ya, se ha transformado Klopp con esta Champions que le sitúa en ese altar junto a Bob Paisley (tres), Joe Fagan y el propio Benítez. Él, sin embargo, tendrá el curioso honor de hacerlo vestido con chándal y gorra, como ha venido haciendo durante toda su carrera. Al estilo Klopp. Desde su estreno en los banquillos en el Mainz 05, con sólo 34 años, pasando por el Borussia Dortmund y desembocando, por el momento, en el Liverpool, donde nadie discute ninguna de sus decisiones, ni cuando llegó en 2015 y ahora, por supuesto, mucho menos. «Yo sé cómo se siente el Tottenham. Lo sé más que nadie en este mundo», añadió.

El juego del Liverpool

Y eso que sobre el césped, su equipo se pareció menos a sí mismo que en todo el camino recorrido hasta Madrid. Se esperaba el clásico asedio rojo, pero todo se diluyó con ese penalti a los 23 segundos que cambió la estética de la final. Tal vez a Klopp, aunque de forma bien distinta a Pochettino, claro, le descolocara aquel temprano chispazo.. «En circunstancias normales, 20 minutos después del partido ya debería estar medio borracho, pero sólo tenemos agua», bromeó aún sobre un césped que ya es talismán para él. Una hora después, justo antes de terminar su rueda de prensa, se agachó y recogió su cerveza, que seguía en su sitio.

Gran parte de su primer título europeo se lo debe al fornido Van Dijk, un muro holandés que fue nombrado mejor jugador de la final y que, semanas atrás, había sido galardonado como el más determinante de la Premier. «Jurgen es un entrenador increíble», zanjó el muro red antes de proseguir la eucaristía. Con su gente, sabe que el domingo le espera un intenso día en Liverpool, donde serán recibidos como héroes.