El estudio "El estado de la religión y los jóvenes" publicado por el Instituto de Investigación Springtide (Springtide Research Institute) encuestó a más de 10.000 estadounidenses de entre 13 y 25 años de edad, la llamada Generación Z, sobre su participación y sentimientos sobre la religión.
ENCUESTA
La Generación Z va del tarot a la fe tradicional
Más de la mitad de adolescentes y adultos jóvenes (Generación Z) afiliados a una religión organizada también afirman su desconfianza en la religión organizada.
Josh Packard, sociólogo director ejecutivo de Springtide, concluyó:
Según la periodista Heather Greene, ellos están involucrados en instituciones religiosas en el papel, pero 6 de cada 10 están desconectados en algún nivel porque no confían en las instituciones religiosas, incluso en aquellas a las que pertenecen.
En definitiva, el estudio del Springtide Research Institute confirma lo que los dueños de tiendas metafísicas y los lectores de tarot conocen desde siempre: los estadounidenses más jóvenes, conocidos por moldear su propia espiritualidad en las redes sociales, son tan heterogéneos como heterodoxos.
La encuesta de Springtide mostró que el 51% de su universo encuestado, de 13 a 25 años, participa en "cartas del tarot o adivinación".
De ese porcentaje,
- el 17% lo practica a diario,
- el 25% una vez a la semana,
- el 27% una vez al mes y
- el 31% menos de una vez al mes.
El tarot es un tipo de cartomancia, en base a una baraja de naipes utilizada como medio de consulta e interpretación de hechos (presentes, pasados o futuros), sueños, percepciones o estados emocionales que se remontan al siglo XIV.
La baraja de tarot es de 78 cartas, divididas en arcanos mayores los cuales son 22 y menores que son 56. La palabra 'arcano' proviene del latín 'arcanum', que significa 'misterio' o 'secreto'.
Sin embargo, los magos, agoreros, adivinos y otros supuestos anticipadores del destino se remontan al inicio de la civilización.
Muchos encomiendan su vida al azar, creen en la predestinación y prefieren explicar sus vidas en lo que llaman 'destino'. No es la propuesta religiosa convencional. Pero el desgaste de la credibilidad y el apego a formas 'fariseas' de la fe, aleja a las generaciones del culto de sus mayores.
Profundizar
Springtide trabaja con otras instituciones de investigación de opinión pública para desarrollar un muestreo aleatorio ajustado para reflejar la demografía nacional.
Intenta recopilar respuestas integrales de "calidad", no "bots", explicó Kevin Singer, jefe de comunicación del grupo de investigación.
En algunos casos, el interés por el tarot y otras formas de adivinación a menudo corresponde a un rechazo total de la religión tradicional, pero en otros no.
Muchos jóvenes continúan identificándose con una fe tradicional, mientras miran más allá de las estructuras establecidas para el crecimiento espiritual.
Heather Greene, en Religion News Service, citó el testimonio, entre otros, de Zaina Qureshi, una joven de 16 años que se identifica como musulmana y espiritual:
Es curioso porque muchos cristianos ignoran que una cuestión fundamental de su experiencia debería ser la vigencia del libre albedrío, que es la negación del azar y del oráculo, tan frecuentado por griegos y romanos.
El dato preciso
Según el informe de Springtide, las prácticas de adivinación son más populares entre los jóvenes que se identifican como ortodoxos rusos o griegos (78,1%), mormones (69,4%) o judíos (62,1%).
Los ateos tienen el menor interés en las prácticas adyacentes a la metafísica, con 34,4%, seguidos de cerca por quienes se identifican sin una tradición religiosa en particular.
Los números cambian cuando los practicantes diarios o semanales del tarot y otras artes de la adivinación se separan de quienes sólo son curiosos.
En estos casos, los jóvenes ortodoxos se ubican en la parte superior con 38,8%, seguidos de cerca por quienes se identifican como musulmanes (34,6%) y mormones (37,7%).
La popularidad de las prácticas espirituales alternativas entre los jóvenes ortodoxos es cultural, explicó Jenny Haddad Mosher, directora del Proyecto Telos, en el ámbito de la Iglesia Ortodoxa Griega en USA para fomentar la fe entre los jóvenes. Muchos de ellos crecen viendo a sus mayores intentando leer la borra del café, por ejemplo.
Mosher:
La investigación de Springtide no desglosó grupos religiosos más pequeños en los que la adivinación se considera fundamental para la práctica religiosa, tales como el paganismo, el druidismo, el paganismo, la Wicca o las religiones de tradición africana.
El informe no especificó qué prácticas de adivinación eran las más comunes, pero el tarot ciertamente no es el único.
Sin embargo, la categoría "Algo más" fue elegida por el 61% de los encuestados que afirmaron su uso de "cartas del tarot y adivinación".
La encuesta utilizó el término "adivinación", una frase a menudo considerada por los lectores de tarot modernos como anticuada, pero también en gran parte abierta en su definición.
Blake Newborn, un joven de 21 años que es espiritual pero no religioso, escribió:
“A veces me siento tonta por involucrarme con cristales. Pero aquí están en mi mesita de noche”, escribió Abby Miser, una cristiana no confesional de 18 años.
“El tarot, los cristales y la adivinación son especialmente populares debido a las redes sociales, especialmente TikTok”, escribió Qureshi.
Springtide Research Institute realiza esta encuesta anualmente para evaluar las opiniones religiosas de las generaciones más jóvenes, pero no ha preguntado anteriormente sobre el tarot.
“Con demasiada frecuencia, las personas mejor preparadas para ser guías espirituales y mentores de los jóvenes se limitan a sus límites, espacios y roles institucionales”, dijo el director ejecutivo Josh Packard a Religion News Service en un correo electrónico.
"Hacemos este trabajo para ayudar a los adultos de confianza a conectarse con los jóvenes que están explorando, descubriendo y tratando de darle sentido al mundo que los rodea y prosperar".
Exploradores espirituales
Los miembros de la Generación Z, a quienes Packard describe como "exploradores espirituales", buscan enriquecer y personalizar su experiencia religiosa a través de diversas prácticas metafísicas.
Más que cuestionar estas formas de credulidad, habría que interrogarse acerca de qué les sucedió a sus mayores ya que en estos temas, se construye de arriba hacia abajo, afirman algunos de los que analizaron la encuesta.