En una nota del diario El País, Santiago Torrado explica que el protagonista indiscutido de las movilizaciones en las que convergen distintos reclamos contra el presidente, Iván Duque, en Colombia, son los jóvenes.
NO HAY FUTURO
Por qué los millennials están saliendo a la calle en todo el mundo
Los "millennials salen a la calle porque no tienen futuro", aseguró el especialista en geopolítica, Alfredo Jalife-Rahme. El último caso resonante es Colombia, que lleva 3 semanas de protestas. Pero antes de eso estuvieron Chile, Bolivia, Ecuador. Las manifestaciones que cruzaron la región como una ola tuvieron a su gran protagonista en los jóvenes. Sin embargo, el fenómeno no se circunscribe exclusivamente a Latinoamérica: también hubo fuertes manifestaciones en países de Medio Oriente y más recientemente en París. ¿Qué está pasando?
La imagen del mandatario y de su mentor político, el expresidente, Álvaro Uribe, están cayendo en picada y esto es más pronunciado entre los jóvenes. "Las posturas frente a la protesta social también han evidenciado una brecha generacional", asegura Torrado.
El 70% de las personas entre 18 y 25 años tiene una imagen positiva del paro que ya lleva 3 semanas, según un estudio del Centro Nacional de Consultoría (CNC); el apoyo va bajando a medida que se escala en las franjas etarias.
“El partido de Gobierno está en las antípodas de la calle, y los jóvenes se están expresando en la calle”, dijo Carlos Lemoine, fundador del CNC, a El País.
Quienes se movilizan, explicó el historiador Jorge Orlando Melo al diario El Tiempo, "no son militantes de ningún movimiento político." Y "no están organizados, lo que lleva a que no haya un proyecto único en las marchas. Los une la queja por muchas cosas: la calidad de la educación, la reforma de las pensiones, las causas ambientalistas, la corrupción. Es un proyecto muy difuso."
Uno de los reclamos principales de los manifestantes colombianos es el aumento de los fondos a la educación pública. El reclamo de educación pública gratuita es también uno que los jóvenes estudiantes chilenos vienen reclamando desde mucho antes del último estallido social.
"Para que nos formemos una idea de la grave situación de la educación pública colombiana, cabe resaltar estos datos: solo el 48,5% de los bachilleres colombianos consigue entrar en la universidad, y la deserción universitaria es superior al 45%. Esto significa que aproximadamente la mitad de los que acceden a la universidad no continúa. Solo alrededor del 24,2% de los bachilleres alcanza a integrarse plenamente a la enseñanza universitaria", explicó Fernán Medrano en Sputnik News.
Pero el fenómeno de los jóvenes saliendo a la calle a protestar no solo no se circunscribe exclusivamente a Colombia sino que tampoco lo hace en relación a América Latina.
Ha habido fuertes protestas en países de Medio Oriente y, más recientemente, en París.
Para el académico Alfredo Jalife-Rahme, los "millennials salen a la calle porque no tienen futuro".
El especialista en geopolítica explicó a Notimex que las protestas globales de los millennials son legítimas por esta causa, sin importar en qué país viven o si son gobernados por la derecha o la izquierda.
“Estamos hablando de millennials, con menos de 30 años de edad, que no tienen futuro, tienen que salir a la calle, igual salen en Francia, donde llevan más de un año los Chalecos Amarillos, que en América Latina donde da igual si son gobiernos de derecha, como Chile y Colombia, o el de izquierda, como el de Evo, (…) el problema es que los políticos redireccionan estas protestas legítimas”, afirmó.
La directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Columbia, María Victoria Murillo, escribió un artículo en Americas Quarterly en donde explica el fenómeno de las protestas recientes en la región.
Según ella, en las últimas 2 décadas, el crecimiento económico trajo redistribución cultural y socio económico pero no resolvió la debilidad institucional endémica. Cuando la torta dejó de expandirse, "las tensiones crecieron en 2 patrones generales, que adoptaron expresiones y síntomas diferentes en cada país."
"Primero, una reacción contra las diferentes formas de redistribución aumentó la polarización social basada en clase, etnicidad o género. Segundo, los escándalos de corrupción que se expanden a través de la región contribuyeron al desencanto de una ciudadanía a la que le habían prometido igualdad democrática, pero descubrió que las reglas del juego podían ser diferentes para las elites políticas y económicas. Estas tensiones generaron diferentes esciciones políticas. La primera confrontó a los sectores populares contra las clases medias; la segunda, a todo el mundo contra las elites. De manera esquemática, la crisis boliviana actual ejemplifica lo primero y la chilena, lo segundo. Estas tensiones, sin embargo, están presentes en diferentes grados en todos los países y emergieron cuando escándalos de corrupción, políticas de ajuste o resultados electorales disputados, desataron protestas", escribió Murillo.