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ELECCIONES A LA VISTA

Wado no es el Cuervo y K no es M: La Cámpora 2023

La Cámpora 2023 se encuentra en días decisivos: o refundación o diáspora. Pero, se sospecha, los proyectos son diferentes.

Desde hace una década ya Eduardo De Pedro es percibido como un referente político con desarrollo posible más allá de La Cámpora. Durante esos años también fue evidente que sus ideas acerca de lo posible eran/son diferentes a las de Máximo Kirchner, cada vez más volcado a lo fiduciario, dicen; ni hablar respecto de Andrés Larroque, casi un 'cuadro' del trotskysmo organizado.

Axel Kicillof nunca fue de La Cámpora aunque se conoce con De Pedro antes que los otros. Kicillof también hizo su propio recorrido y obtuvo una credencial difícil de ganarse en el peronismo: Honestidad pero brutal. El fiduciario que quiere acceder a 'las cajas' provinciales, dicen, nunca pudo superar el frontón levantado por el gobernador. Todos saben, de la K a la M, que esto sucede por decisión de CFK (Cristina Fernández de Kirchner, la que ejerció su autonomía y liderazgo para declararse 'proscripta' antes que la hagan 'candidata').

La Cámpora fue un lugar, tiempo y espacio. Luego no actualizó su ideario. No desarrolló centros de formación/capacitación que reinterpretara el peronismo. Todo luce más bien elemental, tal como M, quien es reconocido como líder porque es el hijo aún cuando no necesariamente sea el heredero. El testamento se encuentra en revisión.

Urgente24 considera que

  • tanto los intendentes bonaerenses, incapaces de generar una alternativa propia desde 1995 (el 2do. mandato de Eduardo Duhalde ya fue una línea recta hacia el fracaso 1997 y 1999), y
  • como la bolsa de trabajo en el Estado llamada La Cámpora,

precisan de CFK pero ella no precisa de todos ellos porque no pueden atender aquello que la desvela, tanto en lo familiar como en lo institucional.

Será un interesante aporte a la confusión colectiva escuchar/ver a Julio De Vido en las próximas horas, cuando visite a Santiago Cúneo: al menos es alguien que conoce a todos los personajes en danza y no tiene nada que perder.

'El Cuervo' lidera las críticas a 'Wado', enojado y/o envidioso porque éste no es un delirante binario tal como el ministro bonaerense.

A la vez, ejecuta el encargo de M y los 'Barones' para insistirle a ella que debe rescatar a todos los inútiles.

Lo mejor que le podría suceder al peronismo bonaerense es autorizar PASO a destajo y que cada 'Barón' refrenda o se jubile.

Luego, habría que refundar La Cámpora pero es difícil porque quedaría en evidencia que tienen presentes y proyectos bien diferentes. A ninguno le conviene exhibir esa desnudez colectiva ante la opinión pública. Entonces, ellos ejercen la simulación.

Gobiernan mal, carecen de creatividad, no entienden de ideologías y menosprecian la eficiencia pero pretenden continuar porque 'de algo hay que vivir'.

Hay diversas interpretaciones acerca de todo esto. Urgente24 no adhiere a ninguna porque conoce el nudo de la historia. De todos modos, hay algunas elucubraciones más interesantes que otras. Por ejemplo, la de Oberdán Rocamora en Jorge Asis Digital. Aquí va:

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Máximo Kirchner y lo que queda de La Cámpora.

Máximo Kirchner y lo que queda de La Cámpora.

El máximo error del sistema político fue entregar a La Doctora.

Javier Milei, El C-Boy, lo define, con relativo acierto, como «la casta» (ver al respecto “Casa Casta”, Sudamericana, 2013).

Sistema estructuralmente corrupto que de ningún modo se depura -o se purga- por entregar un valioso protagonista.

Menos aún un protagonista femenino. Cuestiones selectivas de género.

Porque cuando se abren las puertas del infierno, se abren para todos.

Y cuando los corruptos naturales (los que abundan y aún no fueron desenmascarados) critican por los medios la corrupción, a la “delincuente condenada”, se arriesgan a las devoluciones. Las réplicas. Aunque no sean registradas por los grandes medios. Trascienden por los efectos de los populares modos de comunicación.

El fenómeno va más allá del caso específico de La Doctora. Quien -con todo su derecho- dispone de información detallada acerca de lo que roban las primeras figuras. O robaron.

Podría, perfectamente, indagarse:

“¿Y yo soy la chorra?, entre todos estos hijos de p… que se la llevan y se hacen los honorables”.

La Doble J

El venerable mamotreto de 1.600 folios que fundamenta la condena a La Doctora es infinitamente menos entretenido que la cantidad de libros especializados en tratar la corrupción del ciclo kirchnerista. (Ver Hugo Alconada Mon, Nicolás Wiñaski, Luis Majul, etc.)

En su primer tramo, Néstor Kirchner, El Furia, supo desplegar su concepción recaudatoria de la política para inspirar los grandes desatinos que hoy se juzgan. Y condenan a su heredera.

El error de entregar a La DoctoraPero mientras El Furia (para “la política”) recaudaba a bolsos llenos, los jueces espiritualmente controlados se mantenían felices como abuelitas en Navidad.

Y los grandes medios -radiales, gráficos, televisivos- “colaboraban” con el insumo valioso del silencio.

Por entonces, La Doble J dirigía la orquesta y Comodoro Py era un Stradivarius que emitía murmullos de ángeles.

El Furia mantenía contentos a los directivos de medios. Con museos humanitarios o con pautas conmovedoras.

Llevaba de la mano a los directivos del Gran Diario con la zanahoria de la histórica megafusión. Consumían en Olivos los horribles “churrasquitos hervidos”.

Pero antes de resolver los desbarajustes que había generado, El Furia comete la insolencia de morirse.

Es cuando entra a tallar la influencia moral de El Bolivariano, que también pronto iba a morir (para acelerar la declinación de Venezuela, gran país convertido en chicana).

«Se comieron la estrategia de los gringos», dijo El Bolivariano.

“La demonización de Irán, que nada tuvo que ver con el estallido de la AMIA. Lo clavaron por decisión de la CIA y el Mossad”.

Es el origen del Pacto (Trucho) con Irán. Deriva en la Tragedia de Nisman. Antesala, en efecto, del final.

La Doble J fue desmantelada. Después de una amena comida social, intentaron asesinar al J2. Fue ametrallado en una esquina porteña mientras circulaba en automóvil. El Fercho lo salvó por su pericia. Otra partida de cruzados profesionales fue dirigida para eliminar a J1. Pero los brutales volvieron con un muerto equivocado. Al contrario de lo interpretado por los distraídos esquemáticos, El Furia rendía pleitesía geopolítica a Estados Unidos. La Doble J fue desmantelada. Después de una amena comida social, intentaron asesinar al J2. Fue ametrallado en una esquina porteña mientras circulaba en automóvil. El Fercho lo salvó por su pericia. Otra partida de cruzados profesionales fue dirigida para eliminar a J1. Pero los brutales volvieron con un muerto equivocado. Al contrario de lo interpretado por los distraídos esquemáticos, El Furia rendía pleitesía geopolítica a Estados Unidos.

Mientras pacientemente recaudaba (para “la política”), utilizaba para insultar a Irán durante los primeros minutos de su mensaje en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Una manera elegante de acariciarle la rodilla al imperio. Como lo hizo con George Bush junior, en la visita de estado que La Doctora nunca pudo, como presidenta, conseguir.

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Máximo Kirchner y Andrés 'Cuervo' Larroque.

Máximo Kirchner y Andrés 'Cuervo' Larroque.

La política explica lo que la Justicia condena

Munidos de una pasión estremecedora por la obviedad, los jueces sentencian que Lázaro Báez, El Resucitado, era el industrial preferido. «Del comisario».

“Configura -consignan- un cuadro de certidumbre».

Pero Néstor y Lázaro facturaron juntos desde que El Furia era el gobernador de Santa Cruz.

Usufructuaban la hegemónica decadencia de la Constructora Gotti, verdadero antecedente de Austral Construcciones.

Empresa -Austral- obsequiada gratuitamente a Lázaro por El Porteñito (ver “Inverness, Escocia”).

Y aluden, como eje condenatorio, a un decreto dirigido de 2009. Cuando El Muerto se ocupaba, sin rendir cuentas, de Santa Cruz. Y aún no había cometido la insolencia de morirse. Y cuando mandaba él.

La Política explica lo que la Justicia condena.

A la vertiente patológica –acaso delictiva- del kirchnerismo, se la ataca tardíamente y mal. Pero el kirchnerismo se defiende peor.

Es un juego de equívocos que termina con La Doctora entregada. En vísperas de la apertura de las puertas del infierno. Los informados saben que los negocios ocurrieron. Pero saben también que La Doctora no tuvo un pepino que ver. Aunque «tenía la obligación de saber». Es un juego de equívocos que termina con La Doctora entregada. En vísperas de la apertura de las puertas del infierno. Los informados saben que los negocios ocurrieron. Pero saben también que La Doctora no tuvo un pepino que ver. Aunque «tenía la obligación de saber».

Como conocen de memoria el festival de negocios que persisten y se silencian.

Mantienen, como beneficiarios exclusivos, a los políticos honorables que son miembros del elenco estable del Canal Uganda.

Señores asustados por las tecnologías que circulan y no se pueden detener. Incapacitados para justificar la contabilidad blanca. No resisten siquiera una investigación visual.

Condenadores de la corrupción, pero de la que se benefician. Y que aceptan, en privado, que dejar caer a La Doctora fue el peor error.

Compartido, acaso, por los denunciadores vocacionales de hechos de corrupción que persisten gracias a la onda de la transparencia.

Pero con una selectiva aplicación de sus dogmas.

Son quienes se desorientan ante las irregularidades que se conocen y que aquí (por concepción editorial) no se van a tratar.

Pertenecen a su propio palo político. O a los asociados en “la coalición electoral”.

“Tené cuidado con los tuyos”, se le advirtió al honorable porteño que no alcanza a ocultar la fortuna acumulada.

“Estás asociado a denunciadores que ya no encuentran a quién denunciar de la oposición. En defensa propia, te miran a vos”.

La anticorrupción selectiva atraviesa una situación incómoda.

“Son caros, y necesitan renovar”.

Embocados

El amplio abanico del kirchnerismo se moviliza con más bronca que ideas. Contra la “la proscripción”, es la consigna.

Imponen el tema judicial en el primer plano. Se embocan solos. Se introducen en la red.

Asumen, con hidalguía, el riesgo de extinguirse.

Sin La Doctora como candidata, la fuerza propia interesa menos. Sin La Doctora como candidata, la fuerza propia interesa menos.

Eduardo de Pedro, El Wado, es la aceptable apuesta habilitada por La Doctora para seducir al centro.

Las algaradas de Andrés Larroque, Palomita Blanca, resultan útiles para mantener sesgos artificiales de entusiasmo entre los cuarentones tardíos de La (Agencia de Colocaciones) Cámpora.

Y Máximo, El Influencer, presidente del Partido Justicialista de La Provincia Inviable, mantiene el aspecto duro -y el discurso inflamado- de un militante del Partido Obrero.

Para el cierre, con La Doctora candidata ingresan, en efecto, en la trampera.

Embocados. Para defender a “la delincuente”. Contra la hipocresía conjunta del sistema político que no paga aún el error de entregarla al «matadero de Echeverría”.