CÓRDOBA. El presidente Javier Milei sufrió un duro pero silencioso revés ayer en Córdoba al intentar establecer su sello, La Libertad Avanza, como un partido autónomo y ya sin carácter de alianza. Todo sucedió en una audiencia en Tribunales Federales, donde el diputado cordobés Gabriel Bornoroni intentó impulsar el proceso.
BARRIDOS
Memoria corta: Javier Milei pasa la escoba a libertarios en Córdoba
Javier Milei intentó avanzar con la creación del partido La Libertad Avanza en Córdoba desechando a viejos socios. Terminó con una denuncia en contra.
Bornoroni, encargado de armar la nueva estructura libertaria en Córdoba pensando en 2025, planteó con mucha expectativa ante la Justicia la necesidad de reconocer a LLA como un partido político aparte. Esa maniobra permitiría al oficialismo tener una participación exclusiva en las legislativas del año entrante, sin tener que cargar con la interna con otros espacios que fueron usados como soporte electoral, como es el caso del Partido Demócrata.
Para poder lograr su cometido y demostrar el peso de su planteo, Bornoroni hizo viajar desde Buenos Aires y en medio de un temporal extremo a Karina Milei y Martín Menem, secretaria General de la Presidencia y presidente de la Cámara de Diputados respectivamente. Si bien ambos habían sido convocados a las 10 de la mañana (20/3), por la tormenta llegaron pasadas las 14 y no pudieron estar en la audiencia comandada por el juez federal electoral Alejandro Sánchez Freytes.
Javier Milei y las objeciones
La convocatoria trataba de un paso formal para el reconocimiento del partido. En la misma, debían presentarse avales y objeciones al respecto que puedan ser consideradas para dar o no avance a su instalación formal.
Cabe recordar que, en el pasado periodo electoral, Javier Milei no tuvo representantes en la provincia por fuera de las presidenciales. Todos los que compitieron bajo su sello antes lo hicieron de manera extraoficial.
Al contrario de lo que esperaba el oficialismo, la audiencia no solo resultó floja en términos favorables, sino que terminó con una denuncia en contra de la constitución del partido. Todo desde dentro de las propias entrañas del Gobierno.
Justamente, las objeciones vinieron del sector que tanto Milei como Bornoroni pretenden cortar de cara al 2025. Más precisamente del diputado del Parlasur, Rodolfo Eiben y del exconcejal del PRO y actual dirigente libertario, Abelardo Losano.
Desde allí incluso señalaron que el plan de Bornoroni habría incluido maniobras presuntamente ilegales, que involucran supuestas falsificaciones de firmas de aval de los fiscales que se prestaron a labor durante las últimas elecciones. Fiscales que, en su mayoría no pertenecían al movimiento libertario sino que fueron aportados por otras fuerzas.
Bornoroni avanza por todo
El descargo presentado por los socios libertarios ante la Justicia recayó en el despacho del fiscal Enrique Senestrari. Si bien desde parte de la coalición tienen esperanzas de que la conformación de La Libertad Avanza como partido no prospere, descuentan que la presión oficial que fueron a ejercer Karina Milei y Martín Menem podría surtir algún efecto.
El proyecto que Milei encargó a Bornoroni en Córdoba es avanzar en todos los espacios de poder que hayan quedado librados. Para ello, el dirigente petrolero instaló gente de confianza en distintos lugares como el PAMI y Anses en Córdoba.
Precisamente, el apoderado de La Libertad Avanza en Córdoba es Marcos Patiño Brizuela, uno de los abogados con el que el diputado comparte estudio en calle Caseros. El letrado fue recientemente nombrado como titular del PAMI en la provincia, en uno de los movimientos de tablero de Bornoroni para tomar total control de la rosca oficialista en territorio mediterráneo.
Así, con las grandes carteras bajo su control, Bornoroni intentaría dominar la escena en Córdoba para evitar la antigua desprolijidad que supo marcar al espacio durante el 2023. Eso implicaría sacarse de encima a todos los que le dieron estructura a Milei en la provincia, eliminando la coalición local y cerrando a LLA como un partido formal.