La policía salteña en un escándalo tras otro

Uno de los policías, se dirigió hasta el lugar del hecho dentro del auto particular de uno de los denunciantes, donde sin justificación de aprehensión, ni orden de autoridad trasladó a los acusados al Destacamento policial de Alta La Sierra. Primero fueron trasladadas dos personas, de las cuales una no estaba denunciada, y en un segundo viaje realizado, al tercer involucrado.

Dentro del Destacamento, los policías acusados habían sometido a un trato inhumano y cruel, obligándolos a desnudarse para luego ser agredidos físicamente con un látigo.

A modo de extorsión, el sargento a cargo, colocó una bolsa en la cabeza de uno de los detenidos provocándole asfixia con el objetivo que se comprometa a devolver el animal vacuno sustraído. La tortura finalizó cuando dos de los tres detenidos firmaron un acta comprometiéndose a hacerlo.

El agente policial acusado del delito de falsedad ideológica le cae la causa debido al insertar en el libro de guardia, un instrumento público, falsas declaraciones en las que dejaba asentado que los detenidos se habían retirado del establecimiento policial con buen estado de salud mental, y que habían manifestado que no deseaban ser atendidos por personal médico, y que habían recibido el trato adecuado.

En la audiencia de imputación, los acusados decidieron no prestar declaración.

¿Qué pasa con la policía de Salta?

Jefe de Guardia y el Cabo de Guardia, ambos oficiales policiales de la Comisaría 81, fueron acusados por la fiscal penal de Pichanal, María Sofía Fuentes como coautores del favorecimiento doloso a la evasión de Víctor Hugo Salvatierra . El segundo oficial también fue acusado de falsificación de documentación pública, el libro de guardia, ya que se constató que los barrotes de la celda donde se encontraba el detenido fueron limados.