La progresista Luisa González encabezaba casi todas las encuestas para el balotaje contra el joven y conservador presidente Daniel Noboa en Ecuador. Un caso para seguir en la Argentina.
LUISA DESDOLARIZA
"Dame una fake news y te daré una victoria": Ecuador & Argentina
Con una fake news el oficialismo ecuatoriano de Daniel Noboa logró derrotar a la candidata “correísta” Luisa González: peligroso antecedente para Argentina
Se trata de un “outsider” que casi no había vivido en su país natal ya que residió la mayor parte de su vida en los Estados Unidos.
Los políticos de esa nación sudamericana ya no hablan de un posible regreso al sucre. El debate sobre la desdolarización es inexistente.
El sucre es una moneda que representa para muchos el pasado, un recuerdo de recurrentes crisis económicas y devaluaciones constantes que arruinaron la economía de millones de familias. El dólar, en cambio, representa la estabilidad, una moneda fuerte y manejada "desde fuera" lo que a los ecuatorianos les entrega mayor confianza.
Antes de la muerte del Sucre, según datos del Banco Mundial, la suba de precios en Quito pasó de 22% en 1995 al 96% en el año 2000.
Dos años después, ya en una economía dolarizada, la inflación se ubicó por debajo del 10% anual.
El nuevo régimen monetario tuvo una gran ventaja: atrajo y mantuvo la inversión de una economía muy primarizada, con escasa industria local. Para un inversionista es atractivo poner su dinero en un país donde la moneda oficial es fuerte.
Como Ecuador tiene un muy alto nivel de corrupción interna, Transparencia Internacional los ubica en el lugar 114 entre 180 países que conforman el ranking de percepción de ilícitos administrativos.
Posiblemente, la pasión por los "verdes" constituya el evento económico que más une a los ecuatorianos independientemente de su condición económica, social, etnia y género.
“Luisa desdolariza” la trampa para que gane el oficialismo en Ecuador
En cada una de las entrevistas que dio en su campaña electoral, Luisa González explicó que fortalecería la dolarización.
En su plan de gobierno no se encontró ninguna propuesta sobre eliminar a la moneda de la Unión como circulante interno.
La imagen de carteles manipulados generaron enorme confusión en las redes sociales como Facebook donde es complicado frenar una campaña de desinformación.
¿Qué decía el texto que corrió como reguero de pólvora?
“Luisa González estaría proponiendo desdolarizar y bajar los sueldos en el país”.
El sitio Chequea Ecuador estudió todas las declaraciones y posteos de la aspirante a la presidencia y determinó que el contenido era falso.
“Nosotros vamos a fortalecer la dolarización, nosotros no tenemos pensado desdolarizar. La Revolución Ciudadana propuso que se ponga en la Constitución al dólar como moneda oficial”, fueron algunas de las frases que dejó grabadas en video (en vano) la dirigente progresista.
En un intento desesperado por desmentir la fake news, en la Asamblea el correísmo intentó crear una comisión para declarar al dólar como moneda oficial.
Sin embargo, a su bancada le faltaron 5 votos para establecerlo.
En ese momento, desde el oficialismo conservador “aparecieron” nuevos mensajes contra Luisa destinados a generar mayor desinformación ya que decían que González buscaba una moneda alternativa al dólar.
¿Vuelven a Argentina los célebres cuentos de los “jaimitos”?
Si bien Jaime Durán Barba se desentiende del proceso eleccionario de su propio país, lo cierto es que desde hace más de 30 años influye con sus consejos en la vida política interna.
Tres de sus ex discípulos tienen enorme peso interno en el gobierno de Javier Milei: Santiago Caputo, Guillermo Garat y Rodrigo Lugones.
Lo ocurrido el 18/5 en CABA fue una muestra elocuente del apoyo a la estabilidad cambiaria y freno a la suba de precios.
Si mantienen la paridad en las actuales bandas de flotación crecen las chances de Balcarce 50 para los comicios de septiembre en la provincia de Buenos Aires y los de diputados y senadores nacionales del mes de Octubre.
Durán Barba actualmente se hace el desentendido y niega cualquier vínculo con sus 3 ex colaboradores: “¿Yo, señor? No, señor”.