La auditoría a la que Argentina se sometió por parte de la Administración de Aviación Federal de Estados Unidos (FAA) para sostener la categoría 1 de sus operaciones estaría llegando a su fin. Con una comitiva estadounidense arribando al país en las próximas horas, el país podría perder esa exclusividad y bajar a un rango menor, complicando el esquema actual con ese país y muchos otros a nivel occidental.
ANAC
Argentina se juega el descenso aeronáutico frente a USA
El país podría perder la categoría 1 en materia aeroportuaria por graves fallas operacionales. Un retroceso con muchas consecuencias.
La visita, programada hace meses, tendrá como objetivo que el Gobierno estadounidense pueda certificar los cambios que demandó a Argentina para poder mantenerla en la categoría 1, que exime de diversos controles y requisitos a aeronaves argentinas que se dirigen a los Estados Unidos. Entre las principales exigencias se encontraban la mejora sustancial de la organización de la aviación civil y las operaciones, que fueron apercibidas por más de 82 “hallazgos” que implican un riesgo para la seguridad.
En ese orden, el Gobierno argentino dispuso la intervención de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que quedó en manos de Julia Cordero. La funcionaria implementó un plan de rectificación general del organismo, alcanzando un cumplimiento del 85% de los cambios propuestos, aunque podría no ser suficiente para los exigentes estándares que suele imponer la FAA.
Qué implica el descenso de categoría para Argentina
Para Argentina, la pérdida de categoría 1 podría implicar un enorme atraso en materia aerocomercial. Se verían afectados directamente los planes comerciales de las aerolíneas locales, además de las internacionales que tengan proyectos en el país.
Entre las afecciones concretas, una posible sanción implicaría un incremento de costos de alquiler y seguro de aeronaves a lessors en el exterior. También se complicaría la incorporación de aviones nuevos, en especial los que conectan rutas con Estados Unidos, por lo que se caerían planes de expansión de ciertas aerolíneas.
Al mismo tiempo, las aerolíneas estadounidenses que actualmente vuelan al país no podrán expandir su oferta más allá de lo actual. Así, Argentina perdería la posibilidad de sumar más vuelos con ese país.
La pérdida de categoría, una consecuencia de un desmanejo de años, sería la primera desde 2005, cuando el país accedió al nivel 1. Desde entonces, un mantenimiento de infraestructura deficiente sumado a la nula inversión y a la pobre cultura de fiscalización llevaron a la aviación nacional a un lugar complejo, donde el país se expone a perder tratados bilaterales en la materia con otros países.