EL LEGADO DEL BITCOIN

En el siglo 21, la revolución se llama Blockchain

La cadena de bloques (block chain) es parte de la tecnología Bitcoin desarrollada por Satoshi Nakamoto (¿seudónimo de Craig Steven Wright y de su fallecido amigo David Kleiman?). Una cadena de bloques (block chain) es una base de datos distribuida que registra bloques de información y los entrelaza para facilitar la recuperación de la información y la verificación de que ésta no ha sido cambiada. Los bloques de información se enlazan mediante apuntadores hash que conectan el bloque actual con el anterior y así sucesivamente hasta llegar al bloque génesis. La cadena de bloques es almacenada por todos los nodos de la red que se mantienen en sincronía con ésta. Cada bloque perteneciente a la cadena de bloques contiene información referente a las transacciones relativas a un periodo (agrupadas en una estructura denominada Merkle Tree), la dirección criptográfica (apuntador hash) del bloque anterior y un número arbitrario único (nonce). La información contenida en cada bloque es registrada en forma de hash criptográfico, lo que permite su fácil verificación, pero hace inviable recrear la data de entrada. Bitcoin usa la función hash criptográfica SHA-256 lo que implica que sus apuntadores hash son de un tamaño fijo de 256 bit. El concepto está revolucionando la economía del siglo 21.

"Es un mito que en carreras de la Fórmula 1, el papel de la escudería depende al 100% de la pericia del piloto. Actualmente 50% del desempeño del auto tiene que ver con la forma en la que los ingenieros le sacan provecho a los datos generados por el auto.

Dada la importancia de estos datos, escuderías como Toro Rosso, Ferrari, Mercedes y otras, se han aliado con firmas de tecnología y ciberseguridad para proteger el manejo de esos datos, tanto en entrenamientos, como en carreras, como el Gran Premio de México, que tendrá lugar este fin de semana en la Ciudad de México.

En el caso de Toro Rosso, la firma Acronis dio a conocer que utilizarán un sistema de protección y manejo de datos en la nube, cuya seguridad nada en blockchain, usualmente conocida como la base de Bitcoin, y se basa en la autenticación compartida de varias partes de una cadena de datos, a los cuales solo se puede acceder si toda la cadena lo aprueba.

"De esta forma los datos no se manipulan", dice el director general de Acronis Business Unit, Jan-Jaap Jager, en conferencia de prensa. (...)".

Juan García Morgado, de la consultora IDC, explicó así el concepto:

"La tecnología de blockchain surgió en 2008 como la arquitectura que permitió la creación de la moneda virtual bitcoin. Sin embargo, en los últimos años el uso de esta tecnología se está planteando mucho más allá de bitcoin y el resto de criptomonedas. En particular, su potencial se plantea en torno a las ventajas de utilizar una base de datos de transacciones distribuidas, llamada libro de contabilidad distribuida o distributed ledger que es accesible por todos los participantes.

El blockchain (o cadena de bloques) es una base de datos compartida que funciona como un libro para el registro de operaciones de compra-venta o cualquier otra transacción. Es la base tecnológica del funcionamiento de bitcoin, por ejemplo. Consiste en un conjunto de apuntes que están en una base de datos compartida online en la que se registran mediante códigos las operaciones, cantidades, fechas y participantes. Al utilizar claves criptográficas y al estar distribuido por muchos ordenadores (personas) presenta ventajas en la seguridad frente a manipulaciones y fraudes. Una modificación en una de las copias no serviría de nada, sino que hay que hacer el cambio en todas las copias porque la base es abierta y pública.

Todos los bloques que conforman la cadena, tienen un hash (contraseña numérica) del bloque anterior, los bloques se ordenan en la cadena por orden cronológico y gracias a ese hash todos los bloques están referenciados por el bloque que los creo, por lo que solo los bloques que contienen un hash valido son introducidos en la cadena y replicados a todos los nodos. Gracias a este sistema es prácticamente imposible modificar un bloque que ha estado durante la cadena un tiempo determinado. (...)".

María Tena, para el BBVA, agregó:

"(...) blockchain puede transformar irreversiblemente, no sólo el mundo financiero sino multitud de sectores: empresas energéticas, telecomunicaciones, administración pública, logística, transporte, medios de comunicación, etc. Un ejemplo de estas aplicaciones es la startup ganadora de Open Talent 2015, Everledger, que se dedica a la detección del fraude en el mercado de la compra-venta de diamantes mediante la trazabilidad de la propiedad de la propia piedra preciosa de forma descentralizada.

** Blockchain además, puede ayudar a determinar que una persona o empresa es quien dice ser sin que sea necesario compartir o hacer circular externamente ningún dato personal. Esta “prueba de identidad”, permitiría por ejemplo, alquilar directamente un apartamento como en Airbnb o un vehículo de car-sharing utilizando un sistema basado en blockchain como “validador de la prueba de identidad” sin que tenga que haber una empresa gestora de los alquileres intermediando ni se cedan datos en ningún momento.

** (...) a la banca en general no le interesa tanto el bitcoin como moneda, sino la tecnología que hay por debajo, el origen del movimiento que ha colocado blockchain como tecnología perfecta para la difusión descentralizada. Blockchain permite la gestión segura e inviolable de transacciones financieras, de datos o de cualquier otro tipo, de forma totalmente confiable y sin que sea necesaria la presencia de una entidad “intermediaria”. Bitcoin fue el primer protocolo, pero otros como Ripple o Ethereum han centrado la atención de los innovadores financieros en los últimos meses. (...)".

El caso AT&T

Según Diana Aguilar, en Criptonoticias, esta tecnología se está popularizando velozmente:

"Una patente procesada por la compañía líder de telecomunicaciones AT&T está dirigida a la administración de suscripciones del hogar empleando tecnología de contabilidad distribuida.

La carrera por las patentes de aplicaciones con tecnología blockchain ahora también incluye ésta propuesta diseñada para ofrecer una solución tecnológica que proteja la información de los clientes subscritos a sus servicios. Esto, mediante la autenticación de códigos enviados a dispositivos móviles desde un procesador que resguarda información de transacciones con bicoins en nodos distribuidos. De esta manera, la compañía busca patentar tanto el dispositivo operativo como las funciones propias del mismo.

Los espacios reservados para servicios de uso diario darían un nuevo vuelco con esta aplicación. Está planteado que los suscriptores de televisión por cable, por mencionar un ejemplo, gerencien sus operaciones del servicio con transacciones en moneda digital, confirmando su identidad en un dispositivo encargado de registrar y cifrar la información del usuario en la blockchain para posteriormente poder verificarla.

En teoría, el sistema entero estaría constituido por un procesador y una memoria para almacenar instrucciones, entre ellas administrar el envío de datos. Esta operación comprende de una primera cadena nonce– es decir, un número aleatorio encriptado para ser resuelto en el hashing– y una segunda cadena nonce, la cual establece comunicación con el celular o laptop del ususario.

Los datos enviados en la primera cadena nonce pueden ser protegidos por una clave asociada al dispositivo móvil. Esta clave es obtenida desde el procesador. En respuesta, es enviada una confirmación al dispositivo de base de datos distribuida. Tanto el código identificador como la clave son almacenados en la base de datos del procesador, al igual que los datos en la segunda cadena nonce, encriptados con una clave privada.

Por este medio, el usuario podría realizar pagos del servicio empleando bitcoin en una blockchain pública. Además, la aplicación de nodos distribuidos permitiría la continuación del servicio si el sistema llegara a sufrir un ataque, y sólo se verían directamente afectados aquellos dispositivos móviles bajo la cobertura del procesador atacado.

Esta es la primera incursión de la compañía en tecnología blockchain. Este mismo año inició los trámites de patente y desarrollo de la blockchain, buscando personal calificado para el proyecto que una vez más podría posicionarla como la primera a nivel mundial en telecomunicaciones."

Otro aspecto relevante en blockchain es la posibilidad de usarlo para crear smart-contracts o contratos inteligentes entre personas, entidades e incluso máquinas. En este área hace falta mejorar la usabilidad y simplificar el proceso para que pueda extenderse comercialmente como herramienta clave para elaborar contratos digitales confiables sin necesidad de un “verificador” central tradicional como un notario, un registrador, o cualquier tipo de fedatario.

Los expertos creen que harán falta al menos entre 2 y 5 años para que productos comerciales basados en esta tecnología lleguen al mercado. Se trabaja en la escalabilidad de blockchain y la capacidad de esta tecnología para soportar millones de transacciones casi simultáneas, ofreciendo el máximo rendimiento y velocidad.

Silicon Valley vs. Wall Street

Ahora, Gonzalo Toca, para EsGlobal, la web del 'think tank' Fride:

Silicon Valley tiene su propia agenda sobre el futuro del capitalismo: quiere que sea 100% digital (las monedas incluidas), quiere que sea móvil, quiere que todas las operaciones financieras sean más ágiles, transparentes y baratas… y también que las plataformas que las hacen posibles estén disponibles 24 horas al día. Blockchain ocupa un lugar esencial en esta agenda revolucionaria.

Blockchain o cadena de bloques es, según Jorge Ordovas, director del Postgrado de Experto en Medios de Pago, Bitcoin y Blockchain de la Universidad Europea de Madrid, “una base de datos distribuida que evita manipulaciones y duplicados”. Como se encuentra distribuida en millones de ordenadores que se actualizan constantemente, no basta con atacar uno para hackearla o manipularla. No está centralizada en ninguna parte en concreto.

Por otro lado, evita duplicados, simplemente, porque los archivos no pueden reproducirse. Cuando enviamos por correo electrónico un PDF a un compañero de trabajo, se queda automáticamente una copia en nuestros equipos. Si enviamos a nuestro compañero un archivo construido sobre esa cadena de bloques, entonces la única versión que existe de ese archivo es la que se encuentra en el equipo de destino. Es como transferir dinero de una cuenta corriente a otra. No nos podemos quedar con una parte de lo que hemos enviado.

Para entender claramente en qué consiste este nuevo sistema informático, lo mejor es identificar sus principales aplicaciones. Hablamos de la conciliación bancaria, de la emisión de monedas digitales, de las amenazas a determinados negocios de los bancos y de los llamados contratos inteligentes.

1ra. aplicación: la conciliación bancaria

Como recuerda Ordovas, la principal ventaja y el uso más frecuente de este nuevo sistema es la llamada conciliación bancaria, que es lo que ocurre todos los días cuando las entidades financieras de todo el mundo ponen en común la información que poseen sus distintas bases de datos para asegurarse de que las operaciones quedan registradas correctamente y para corregir los errores que siempre aparecen.

Blockchain vuelve mucho más fácil y eficaz esa comunicación y rectificación de fallos, porque los bancos comparten una base de datos distribuida en vez de compartir múltiples bases de datos y porque esa base de datos distribuida los mantiene conectados y actualizados todo el tiempo.

2da. aplicación: las monedas digitales

La cadena de bloques también les dará la oportunidad a las entidades financieras de emitir monedas digitales tan pronto como se lo permitan los reguladores. Estas monedas, al igual que ocurría con bitcoin, no se pueden copiar y las transacciones quedan registradas en tiempo real gracias a blockchain. ¿Cuáles son las diferencias con bitcoin? Primero, las nuevas divisas contarán con el aval y las restricciones de los reguladores, y segundo, las transacciones serán, según Ordovas, mucho más rápidas y eficientes.

El creador de bitcoin, como sabía que ésta iba a habitar un entorno tan inseguro como la red y que iba a tener que defenderse sola de las agresiones de los hackers, renunció a parte de la eficiencia y agilidad que le hubiera proporcionado blockchain a cambio de hacer más segura su moneda. Los bancos creen, según Ordovas, que no necesitan hacer tan seguras sus monedas –y renunciar así a su agilidad y eficiencia– porque esperan protegerlas con sus sistemas informáticos externos. A diferencia de bitcoin, sus divisas no tendrán que defenderse solas; contarán con unos guardaespaldas enormes en la puerta.

3ra. aplicación: amenazas a determinados negocios de los bancos

Como explica Alberto Gómez Toribio, emprendedor y cofundador de un laboratorio de innovación llamado Nevtrace, “las empresas pueden empezar a utilizar blockchain para prescindir de la pasarela de pago a proveedores o la pasarela de cobro que les ofrecen las entidades financieras”.

¿Por qué? Porque blockchain les permite registrar y ejecutar todas las transacciones financieras que necesitan utilizando una base de datos distribuida que compartirán con socios y clientes, con sus propios apuntes en cuenta, que se actualiza con cada movimiento de forma descentralizada y automática. Los pagos y los cobros pueden realizarse mediante las monedas digitales que las empresas guarden en sus sistemas informáticos internos y sin necesidad de tener abierta una cuenta en el banco.

Otra amenaza contra el negocio tradicional de las entidades financieras es la agilización y abaratamiento dramático de las transferencias internacionales. Un ejemplo: Ripple, una startup dependiente de Google que ha recaudado cerca de 90 millones de euros, promete utilizar blockchain para reducir el coste de las transferencias internacionales entre un 33% y un 60%. Diez de los cincuenta mayores bancos del mundo –destacan entre ellos UniCredit y Santander– han apostado por esta nueva tecnología.

La tercera gran amenaza que temen los bancos es la de los llamados “tokens”, que son unos productos digitales parecidos a las monedas pero cuyo valor, a diferencia de éstas, depende únicamente de los activos que representan. Los tokens pueden representar desde dinero hasta materias primas y las empresas pueden utilizarlos como medio de pago o cobro sin recurrir necesariamente a una entidad financiera y, por supuesto, sin tener que abrir una cuenta en ella.

Es fácil de entender un medio de pago que representa dinero (eso es un talón o un cheque al fin y al cabo… y la diferencia con un token sería menor), pero hace falta un ejemplo para comprender lo que significa que represente, por ejemplo, una materia prima. Afortunadamente, lo encontramos en el sector logístico, porque allí es donde algunas empresas están empezando a utilizar unos tokens que simbolizan toneladas de trigo o acero o porcentajes de las mercancías que transportan o almacenan.

Los tokens permiten que las empresas logísticas puedan cobrar una comisión a sus clientes por utilizarlos y recibir una notificación inmediata cada vez que los vendan. Esto último es importante porque, probablemente, será la empresa logística quien tenga que transportar la mercancía al nuevo comprador.

Los clientes se benefician porque, primero, las empresas logísticas les garantizan con esos tokens que el acero o el trigo existen y se encuentran en una determinada localización; y segundo, porque como los tokens son más baratos y rápidos de transferir mediante los sistemas informáticos internacionales que los futuros sobre las mercancías o el dinero, eso quiere decir que, a pesar de la comisión, a los clientes les puede costar menos la operación.

4ta. aplicación: los contratos inteligentes

Cuando hoy firmamos un contrato entre empresas hay que imprimir copias para que las partes firmen y guarden lo que han firmado e intervienen los carísimos notarios para dar fe pública del contenido exacto del acuerdo y que nadie se atreva a modificarlo posteriormente a hurtadillas.

Las obligaciones que aparecen en las cláusulas son meras obligaciones de papel porque la ejecución –que esas obligaciones se concreten– depende en última instancia de la voluntad de las partes, aunque luego podamos ir a los tribunales para denunciar el incumplimiento de lo pactado. Los tribunales –si no tenemos la suerte de contar con una corte de arbitraje– nos pondrán a la cola durante meses o años.

Los contratos inteligentes son distintos. Para empezar, hablamos de unos archivos digitales construidos sobre blockchain y que, por eso mismo, son inmodificables y quedan almacenados en una base de datos distribuida y compartida por los firmantes.

En 2do. lugar, la ejecución de las obligaciones se produce automáticamente –sin intervención humana– en la fecha acordada y cuando se cumplan las circunstancias que figuran en las cláusulas. Normalmente, las transacciones no se llevan a cabo en euros o dólares, sino en monedas digitales o tokens.

Otro rasgo interesante de estos contratos, combinados con las otras tecnologías de blockchain, es que permiten que una parte de la población y de las empresas rentabilicen sus activos como nunca antes. De hecho, los contratos pueden convertirse en uno de los lenguajes con los que se comunicarán distintos agentes sin que los humanos tengan que intervenir. Ahora vamos a ver un ejemplo.

Alberto Gómez Toribio recuerda “el caso de la empresa de energía alemana RWE”, que espera que los vehículos eléctricos se comuniquen automáticamente mediante contratos inteligentes con cualquier estación de recarga para llenar sus baterías por un lado y, por otro, hacer el pago sin que intervenga ningún humano. La transacción se lleva a cabo en monedas digitales o tokens, es decir, en símbolos que representan euros y que RWE podría canjear por dinero.

La firma alemana conseguiría así vender energía y recibir una comisión, un porcentaje de cada transacción, por facilitar los tokens. Como la transacción y la transferencia se abaratarían, el cliente podría acabar pagando menos.

De todos modos, blockchain, las monedas digitales, los tokens y los contratos inteligentes todavía tienen mucho que demostrar hasta convertirse en una alternativa creíble para los consumidores a los medios de pago convencionales, hasta que multitud de grandes empresas que no sean bancos lo tomen en serio… y hasta que realmente pongan patas arriba el sector financiero, que es lo que prometen.

La confianza de la población, de los consumidores y de las empresas no está siendo fácil de conseguir debido, sobre todo, al recuerdo de los naufragios de bitcoin entre el gran público, a los posibles fallos de seguridad que se han empezado a detectar en blockchain y a que el uso masivo no se va a justificar hasta que el Internet de las cosas sea una realidad, algo que permitirá, según las estimaciones que Cisco, que 50.000 millones de dispositivos se comuniquen entre sí mediante sensores conectados a la Red en 2020.

Vivimos el ensayo general de una revolución profunda en el sector financiero que amenaza con extenderse a los demás. La incertidumbre es máxima. También el escepticismo."