DATA

ARGENTINA, DE GRIETA EN GRIETA

El FMI sigue de cerca la relación de su gran deudor con China

La agenda mediática de los 2 candidatos con chances para gobernar el país a partir de diciembre está copada con el precario equilibrio cambiario y financiero del día a día, si habrá o no default y cómo se negociará con los acreedores. Entre lo que falta de este año y el que viene, se necesitan unos US$30.000 millones de reservas para solventar vencimientos. Si el FMI otorgase los 2 desembolsos pendientes este año del crédito stand-by, y al BCRA no se le escurre demasiada disponibilidad, en 2019 se podría zafar del default. Para 2020 no habrá más remedio que generar dólares. Y las fuentes genuinas para hacerlo no son otras que las exportaciones y la inversión bruta externa, en un marco de crecimiento de la economía. Al ser un circuito que excede las posibilidades domésticas, no queda otra alternativa que planificar las relaciones internacionales, justo cuando el planeta empezó a agrietarse por la guerra comercial y tecnológica entre USA y China, a la sazón (junto a Brasil) del terceto mayor de nuestras vinculaciones económicas con el mundo. En este contexto, el presidente Donald Trump ha estado asumiendo el liderazgo de la estrategia hacia la Administración Macri de los acreedores institucionales; concretamente, el FMI, mientras Xi Jinping agrandó el changuito para comprar más alimentos en el supermercado del mundo. Además, ofrece abrir la mano crediticia blanda, así como la ingeniería, a obras energéticas y de infraestructura. Tal vez ya sea hora de analizar cómo hacer para poner a producir al país en el complicado escenario global, más allá del tic tac de la deuda. Dos seminarios académicos entre esta semana y la que viene analizarán desde la óptica del Estado y las Políticas Públicas el abanico de oportunidades que se abren a partir de una eventual ampliación del vínculo con China.

La voluntad de pago de la deuda, por abultada que sea, no parece estar en tela de juicio, ni para el oficialismo ni para los contundentes ganadores de las PASO.

Sin embargo, la incertidumbre permanece instalada en el riesgo de un default forzoso a la corta y en cómo hará el gobierno que asuma el 10/12 para honrar los compromisos: de qué facilidades dispondrá para juntar los dólares, sea que renegocie, refinancie o, en la más traumática de las instancias, que reestructure montos y vencimientos. 

El agravamiento de las tensiones comerciales y financieras entre USA y China sin duda irá afectando a esta Argentina recesiva y sobreendeudada, pero mucho más por el lado del endurecimiento de las restricciones crediticias internacionales y el flujo de capitales golondrinas que cubren el día a día del balance de divisas, que por el lado del efectivo el intercambio de bienes y servicios.

Es más, tal como viene señalando el director de Especialización en Estudios de China Contemporánea de la Universidad de Lanús (UNLa), Gustavo Girado, el gigante asiático terminó de abrir las compuertas a países que no sean USA (a cuyos pedidos puso freno) para alimentar a las 1,3 millones de bocas que debe alimentar. 

La provisión de aceite y harinas de soja a mejores valores que los obtenidos en Chicago constituye una veta importante en lo inmediato, y la proteína animal (carnes, empezando por la porcina) representa una oportunidad que la oferta nacional puede ir aprovechando en la medida que se defina una política que la propicie.

El presidente chino, Xi Jinping, ya lo había anticipado a fin del año pasado: "Argentina es muy famosa por sus productos agrícolas y ganaderos de gran calidad. Sus productos agrícolas y ganaderos, como vino y carne bovina y otras frutas, está encontrando cada día más acogida entre los consumidores chinos. Seguro que va a seguir ganando cuotas en el mercado chino".

Hoy, China es el 2do socio comercial de la Argentina después de Brasil, y para los asiáticos estamos en el 5to lugar. 

Recientemente se firmaron convenios entre los que figuran la vuelta de las exportaciones de aceite de soja, el envío de arándanos, aportes para extender el Ferrocarril San Martín Cargas hasta Mendoza y la finalización de las obras de la autopista a la ruta nacional 5, rumbo a La Pampa.

Ingeniería y financiamiento

Y, a pesar de sus sólidos vínculos con el mandatario de la potencia occidental, USA, Mauricio Macri tomó la decisión en marzo de reactivar el proyecto de construcción de la IV central nuclear, ubicada en Lima, el polo bonaerense de Campana, con capital y tecnología de China, cuya inversión global asciende a US$7.900 millones.

El aporte no será únicamente energético y de financiación blanda que incluye al Tesoro a partir de 2021, sino que implicará una transferencia de tecnología de origen chino a nuestro país, que hasta ahora en la materia se venía manejando con la canadiense de CANDU. 

El gesto de la Administración Macri a la República Popular de China fue no engancharse con Jair Bolsonaro en llevar al Mercosur a un Tratado de Libre Comercio con USA, pero sí a cambio activarlo con la Unión Europea.

Como contrapartida de cortesía con Trump, tampoco firmó en abril, durante la cumbre convocada por Beijing, el memorando de entendimiento de la Nueva Ruta de la Seda en el que formalizaría la adhesión del país a la red de obras de infraestructura y tecnología dividida en 5 continentes, concebida por el presidente Xi Jinping en 2013, junto a más de 130 países, entre ellos Japón, Rusia, la India y más recientemente Italia, que se sumaron, en diferente grado.  

Desde el lanzamiento en 2013, Argentina (al igual que Brasil y México) no integró el aporte al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (una suerte de multiplicado Eximbank oriental), para el fondo que financia el “One belt, One Road” (OBOR por sus siglas en inglés) o Yīdài yīlù (Una franja, una ruta), según la denominación china.

El plan contempla al menos 199 centrales eléctricas, un número similar de obras de infraestructura, en puertos, ferrocarriles y energía, y 41 gasoductos. 

De todos modos, la presencia de inversiones chinas en obras dentro de la región se ha hecho notar: Venezuela recibió unos US$62.000 millones en préstamos, en tanto que Brasil recibió US$42.000 millones, Argentina US$18.000 millones y Ecuador US$17.000 millones. 

No es una cuestión menor en el atribulado panorama económico preelectoral, que ha empezado a moverse en los ámbitos de reflexión por fuera de la política, concentrada más en sus intereses en torno del poder que en el padecimiento de los ciudadanos de los que se requiere el voto.

En los próximos días habrá 2 seminarios que abordarán la trascendente temática de qué le espera al país en el marco de esta Guerra Fría entre las dos mayores economías del planeta, donde una de ellas capitanea el candente endeudamiento de corto plazo que asfixia a las finanzas nacionales y la otra, absorbe alimentos y acerca inversiones.

El 28/08 en el anexo del Senado, se desarrollará un encuentro, que se titula Pensar China, aproximaciones desde el sur global, centrado en analizar “La economía de China, su rol global y la relación bilateral con Argentina”.

Disertarán Carola Ramón Berjano, miembro consejero del CARI, y cocoordinadora del grupo China; Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino con China, y Gustavo Girado director de Especialización en Estudios de China Contemporánea de la Universidad de Lanús (UNLa).

Este último especialista, a la vez, integrará el 05/09 en Flacso un panel junto a Diana Tutssie (Flacso Conicet), Gustavo Girado (UNLa-UBA), Arnaldo Bocco (UMET), que abordará cómo quedan posicionadas Argentina y América Latina en la disputa entre USA y China por la hegemonía mundial.  

Dejá tu comentario