CIUDAD DE CÓRDOBA

Llaryora propone digitalizar trámites y los municipales se resisten

El intendente Martín Llaryora impulsa junto a su gestión una descentralización de los trámites municipales para Córdoba. Para eso, impulsa la digitalización de los mismos, aunque los empleados municipales y el gremio se resisten al cambio ya que implica un recorte de horas y de personal. La disputa le trae inconvenientes a uno de los posibles sucesores de Juan Schiaretti.

CÓRDOBA. Desde su llegada al Gobierno municipal de Córdoba, el intendente Martín Llaryora ha desarrollado una gestión con idas y venidas en cuanto a la relación con los empleados municipales. Si bien la situación ahora parece estar mucho más controlada que en el 2020, gracias a la gran relación que el schiarettista pudo establecer con el gremio, aún existen marcadas diferencias entre los trabajadores del municipio y algunas de las políticas públicas que la gestión de Hacemos por Córdoba quiere instalar. 

Uno de estos proyectos es la descentralización de los trámites municipales. Este plan, que forma parte de una serie de medidas que buscan reducir el desmedido gasto público que lleva adelante el municipio hace muchos años y que trajo una crisis económica a las arcas públicas, implica que la mayor parte de los trámites se digitalicen. 

Es decir que, la atención que hoy se realiza de manera presencial, pase a hacer a distancia, mediante el uso del Ciudadano Digital, una plataforma que unifica a la gestión provincial con la municipal. De esta forma, trámites como pago de impuestos, solicitudes de turnos, extensiones de archivos, inscripción de vehículos y propiedades, y otros procesos burocráticos quedarían exclusivamente confiados a la plataforma mencionada. 

Así, la Municipalidad de Córdoba ahorraría millones en sueldos, ya que se podría reducir fuertemente parte del personal, e incluso horas de trabajo que hoy se cumplen en pos de atender asuntos que podrían ser resueltos vía internet. Naturalmente, y tal como sucedió a principio de la gestión de Hacemos por Córdoba en el municipio cuando se hizo un fuerte recorte de personal y horas de trabajo, los empleados municipales rechazan el proyecto. 

Con más de 10 mil empleados en su nómina, el municipio cordobés es uno de los más grandes del país. Por ende el conflicto respecto a ello está en puerta. 

Hasta ahora, el funcionario ha podido dominar los frentes de conflicto que se le fueron abriendo gracias al acompañamiento del líder gremial, Rubén Daniele. Pero esto no se trata de paritarias, sino de algo mucho más profundo como la eliminación de puestos que hoy están generando un gasto innecesario. 

Por esto, Llaryora buscaría cierto gradualismo para ir ganando la guerra de batalla en batalla. Una de ellas se desató hace pocas semanas, cuando la Municipalidad habilitó un sistema de habilitaciones municipales online. 

Sin embargo, hay muchos en el seno del Gobierno municipal que consideran que los empleados ya están tomando cartas en el asunto, también de manera gradual. Una de esas medidas sería la liberación de los controles a los locales gastronómicos, que se encuentran bajo funcionamiento de protocolos. 

A esto se atribuiría el escándalo que se generó el pasado fin de semana, con la difusión de un recital de cuarteto sin protocolos ni habilitación en un bar céntrico, justo cuando la provincia alcanza los máximos niveles de ocupación de camas. Sorprendentemente, los controles de fiscalización son omitidos a metros del Palacio 6 de Julio. 

Además de significar un importante incremento en la calidad de servicio y un recorte de tareas, la digitalización impulsada por Llaryora traería más transparencia a los trámites, sobre todo aquellos que requieren aprobación. Ante esto, los municipales perderían bastante poder burocrático, ya que se automatizará los procesos. 

Incluso hay un proyecto para montar un ente de fiscalización de la nocturnidad en Córdoba, que quitaría participación a varios inspectores que han estado en el municipio por mucho tiempo, atendiendo sus intereses a la vez que atendían intereses de los empresarios nocturnos. Por supuesto, la resistencia será proporcional al cambio propuesto, y se espera que el boicot sea una de las represalias más tranquilas en el menú de posibilidades. 

Por el momento, la buena relación gremial viene sustentada de una relación personal. Pero no todos parecen estar alineados con el Suoem ni con su veterana conducción.
 

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