La victoria de Trump sacudió Hollywood: Críticas al Partido Demócrata y mucho miedo

Hollywood apuntó a la mala estrategia de los demócratas

Varias celebridades de Hollywood aprovecharon para señalar los errores de los demócratas en la contienda presidencial. Adam McKay, director de No miren arriba, fue uno de los más fuerte pegó, criticando en X (ex Twitter) la falta de conexión del partido con los trabajadores y sus políticas poco claras: "¿Quién hubiera adivinado que mentir sobre la salud cognitiva de Biden, rechazar una convención abierta y abrazar el fracking no sería una estrategia ganadora? ¿Alguien con medio cerebro?". También lamentó que al partido le haya faltado autocrítica, y lo acusó de conformarse con "ópticas tambaleantes envueltas en tipografía del New York Times".

Por su lado, el guionista y activista David Sirota se unió al reclamo al señalar cómo ignoraron su aviso de que los demócratas debían centrarse más en la clase trabajadora. "Algunos pasamos años advirtiéndolo para evitar esto y, sin embargo, fuimos vilipendiados como traidores", escribió. La actriz y activista Sophia Bush también dejó ver su frustración, aludiendo al racismo y sexismo detrás de muchas decisiones: "Me pregunto cuántas personas están viendo esto y siguen diciendo '¡Pero pero pero pero al menos no es una mujer negra!' en la privacidad de sus hogares esta noche. Mi corazón está roto".

Miedo por el futuro de EE.UU.

Otras declaraciones de varios actores y demás figuras del espectáculo dejaron claro que la noticia les genera temor por el camino que tome el país en los próximos 4 años. Christina Applegate, por ejemplo, mostró su angustia al mencionar cómo su hija temía perder sus derechos como mujer. En un mensaje directo a sus seguidores en X, dijo: "Si votaste en contra de los derechos de las mujeres o de la discapacidad, por favor, deja de seguirme".

Bette Midler, quien es una conocida crítica de Trump, citó al ensayista H.L. Mencken en una amarga reflexión sobre el triunfo del populismo en democracia: "Cuando un candidato a un cargo público se enfrenta a los votantes, se enfrenta a una multitud de hombres cuya principal distinción es que son incapaces de sopesar ideas, o incluso de comprenderlas, salvo las más elementales. (...) La presidencia tiende, año tras año, a recaer en esos hombres. A medida que se perfecciona la democracia, el cargo representa cada vez más de cerca el alma interior del pueblo. En algún gran y glorioso día, la gente sencilla del país finalmente alcanzará el deseo de su corazón, y la Casa Blanca será adornada por un idiota".

En una línea parecida, John Cusack escribió con indignación: "Que el país elija destruirse a sí mismo eligiendo a un convicto como presidente muestra un nihilismo profundo". Y Lili Reinhart, estrella de Riverdale, expresó su compasión por las mujeres que acusaron a Trump de agresión sexual: "Ver a millones votar por su abusador. Mi corazón se rompe completamente por ellas".

El ambiente de desolación incluso alcanzó a figuras como Paul Walter Hauser, que ironizó: "Mi desayuno fue un paquete de Oreos y un cigarrillo para quien quiera hacerme un chequeo". Kevin McHale, actor de Glee, y la actriz Yvette Nicole Brown también mostraron su decepción por el impacto de la reelección en temas de derechos y justicia social.

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