A menudo, leer el diario Haaretz es mucho más interesante que el The Jerusalem Post. Estamos hablando de periodismo, no de pasquines que paga el Estado de Israel, tal como hay otros. Es cierto que el mismo país es muy diferente entre Haaretz y el Post: hay más pluralismo en el de Haaretz. El Post es demasiado rígido, y cercano al intolerante Likud en el gobierno. La columna de Alón Pinkas, en Haaretz, es un ejemplo de buen periodismo. Con correcta redacción e ironía muy sutil, aborda la política preelectoral en USA, país decisivo para Israel. Hay mitos y leyendas sobre Kamala Harris. Todos saben que sin USA, Israel no podría existir, y ese ha resultado el gran fiasco de Benjamin Netanyahu: perder el apoyo de gran parte de los estadounidenses no judíos, algo que tendrá consecuencias. Es cierto que los intereses comerciales y geoestratégicos del Pentágono, que tienen gran poder en USA, permanece del lado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Pero las sociedades son colectivos más complejos que lo que imaginan los militares. De hecho, si fuese por ellos, nunca se hubieran ido de Vietnam....
ELECCIONES EN USA
Kamala Harris e Israel: ¿Los judíos son demócratas o republicanos?
En USA preelectoral, hay republicanos afirmando que Kamala Harris y sus demócratas son antijudíos. Y algunos lo creen en Israel. Un cliché ridículo.
Israel tiene una percepción sobre USA que, quizás, no sea la real en 2024.
Vayamos a la columna de Alón Pinkas:
"Es esa época del año, ese momento predecible y siempre precioso que ocurre una vez cada 4 años, en vísperas de una elección presidencial en Estados Unidos. Ese es el punto en el continuo espacio-temporal en el que se formula, y con la mayor seriedad, la eterna pregunta: ¿Es él -o ella- bueno para Israel?
Seguir leyendo
Siempre va acompañada de santurronería y preocupación moralista, como si la pregunta más importante a la que se enfrenta no sólo el votante estadounidense o el observador israelí, sino la humanidad misma fuera "¿es buena para Israel?". Si uno descarta la validez de la pregunta, es que es antisemita.
Se trata, en gran medida y como es comprensible, de un fenómeno israelí. No se oye a los franceses ni a los británicos debatir si Kamala Harris es buena para Francia o Gran Bretaña, aunque el espectro de otra presidencia de Donald Trump sí provoca espasmos de disgusto en muchas capitales del mundo. Y los judíos estadounidenses no están tan obsesionados como los israelíes; la cuestión claramente no es el factor determinante de cómo y por qué votan.
La premisa central de la pregunta en sí es una falacia tendenciosa. ¿Qué significa "bueno para Israel"? Mi "bueno para Israel" y el "bueno para Israel" de Benjamin Netanyahu son diametralmente opuestos. ¿Existen criterios que determinen esta métrica sin lugar a dudas? Por supuesto que no.
¿Existe un consenso israelí sobre lo que constituye un “bien para Israel”? Lejos de eso. ¿Quién decide qué es en última instancia “bueno para Israel”? Nadie. ¿Acaso a los rumiantes que reflexionan se les ocurre que tal vez “bueno para Israel” sea un derivado de lo que es “bueno para Estados Unidos”? No. ¿Importa pensar en si Harris encendió velas de Janucá cuando tenía 16 años o si lo decía en serio cuando dijo que se preocupaba por los civiles en Gaza? No.
Por último, cuando se intenta determinar si "es buena para Israel", surge una pregunta adicional: ¿qué pasa si lo es y qué pasa si no lo es, según quienquiera que llegue a esa conclusión? ¿Qué significa eso?
Tome 100 israelíes y 100 judíos estadounidenses al azar y pregúnteles: "¿Qué Presidente fue bueno para Israel?" Es casi seguro que no obtendrá a Richard Nixon, George HW Bush o Barack Obama. Pero, según todos los parámetros objetivos, tanto materiales como políticos, los 3 fueron inmensamente "buenos para Israel".
Impotencia: "Los judíos estadounidenses están hartos de estar hartos de estar hartos. El fiscal de distrito de Manhattan retiró casi todos los cargos contra los estudiantes antisemitas de la Universidad de Columbia que violaron la ley y acosaron a sus compañeros judíos. Decimos: ¡BASTA!"
----------------------------------
Tomemos como ejemplo a Joe Biden. Ningún Presidente en la historia apoyó a Israel con tanta determinación y generosidad; pagó un precio político en el país y aisló a USA en el ámbito internacional. Y aun así, Netanyahu y su gobierno no le demostraron más que ingratitud y burla.
Así que la manera más fácil de resolver todo esto es aceptar que Martin Van Buren no fue malo para Israel. El resto es discutible.
(N. de la R.: Van Buren fue Presidente de USA 1840, y salvó del fusilamiento a 13 judíos a quienes Francia quería eliminar en Damasco).
Inmediatamente después de que Harris eligiera al gobernador Tim Walz como su compañero de fórmula, fue atacada. Primero vino la obvia y tonta pregunta de cuál es la postura de Walz respecto de Israel, como si ser gobernador de Minnesota exigiera tener una postura clara respecto del país. Después de todo, ¿cómo se puede gobernar 10.000 lagos sin amar a Israel?
Luego vinieron los golpes y la mini teoría conspirativa de que Harris realmente quería elegir a Josh Shapiro, pero fue presionada por el "ala izquierda radical" del Partido Demócrata para no dejar al gobernador de Pensilvania, que resulta ser un judío estadounidense.
Por supuesto, eso no tuvo absolutamente nada que ver con su decisión. Pero a esto le siguió la vil y ridícula acusación de que el Partido Demócrata se ha vuelto hostil a los judíos estadounidenses, un ataque utilizado con frecuencia por Trump, quien cuestiona el judaísmo de los judíos que votan por los demócratas y, de paso, difunde el tropo antisemita de que los judíos tienen una "doble lealtad".
Pobre Ted Cruz, la Casa Blanca no es para él: "Tim Walz dejó que Minneapolis ardiera y se negó a proteger a los ciudadanos de los alborotadores del movimiento Black Lives Matter. Al mismo tiempo, Kamala Harris estaba rescatando a estos alborotadores de la cárcel. Juntos, serán un desastre para nuestro país."
------------------------------
Los republicanos no son judíos
Hay que ser intencionalmente desagradable o un ignorante total para siquiera sugerir esto, y él parece cumplir con ambos requisitos.
Hay 25 demócratas judíos estadounidenses en la Cámara de Representantes y 2 republicanos judíos. Hay 9 senadores demócratas judíos estadounidenses, incluido el líder de la mayoría Chuck Schumer, y ningún republicano.
También hay 3 gobernadores demócratas judíos, pero ningún gobernador republicano judío.
Además, los secretarios de Estado, del Tesoro y de Seguridad Nacional, así como el fiscal general, el director de Inteligencia Nacional y el marido de Harris son todos judíos.
El cliché de la "doble lealtad" fue seguido naturalmente por la pseudopredicción y la débil advertencia de que una candidatura Harris-Walz empujaría a los judíos a votar por los republicanos. Eso es una broma. Repasemos algunas cifras.
En promedio, desde las elecciones de 1952, cuando se dispuso de datos sobre los patrones de votación de los judíos, entre el 70% y el 75% de los judíos estadounidenses votaron por el candidato demócrata. Incluso antes de eso, se estima que entre el 80% y el 90% de los judíos estadounidenses votaron por Franklin Delano Roosevelt en 1932, 1936, 1940 y 1944.
El porcentaje más bajo fue del 50% en 1980, cuando Jimmy Carter perdió su candidatura a la reelección contra Ronald Reagan, que obtuvo el 40%. Y el porcentaje más alto (depende del estudio que se mire) fue el de Bill Clinton en 1992, con el 80%, y el de Barack Obama en 2008, con el 78%.
El 72% de los judíos estadounidenses votó por Biden-Harris en 2020.
¿Dónde están los judíos?
Históricamente, después de la comunidad negra, los judíos son el grupo de votantes étnicos o raciales más confiable en la coalición electoral demócrata. Pero, dicen los escépticos, "2024 es diferente debido a las atrocidades del 07/10/2023, la guerra de 10 meses en Gaza, las protestas pro palestinas en los campus universitarios estadounidenses (algunas de ellas acompañadas de odio y vitriolo) y un aumento del antisemitismo".
Todo esto es cierto, pero ¿por qué tendría un efecto en la votación? ¿No ha sido "buena para Israel" la Administración Biden-Harris?
El hecho es que, en las encuestas, "Israel" no figura entre los 5 temas principales que determinan el voto de los judíos estadounidenses. Luego están las cifras más específicas.
Supongamos que el porcentaje de votos judíos de Harris disminuye 5 o 6 puntos porcentuales hasta aproximadamente el 66%o. ¿Importa esto en una elección presidencial? En Estados Unidos hay entre 7 y 7,5 millones de judíos, es decir, el 2,3% de la población estadounidense.
Pero su concentración demográfica es crítica. En el estado de Nueva York, demócrata y profundamente azul, hay entre 1,8 y 2 millones de votantes. En California, también profundamente azul, hay 1,3 millón. En Florida, un estado republicano y rojo, hay 670.000 y en Nueva Jersey, demócrata, hay 630.000.
Eso nos lleva a Pensilvania, un estado clave en el que hipotéticamente un cambio de los votantes judíos puede afectar las elecciones. Pero no es así. Hay 440.000 judíos en Pensilvania, un estado de 13 millones de personas. Eso es el 3,4%. El voto judío en Pensilvania en 2020 fue consistente con el promedio nacional, alrededor del 72%.
Eso significa que para que el voto judío incline la balanza en una carrera muy reñida, tiene que haber un cambio total, con el 72% de los judíos votando por Trump y JD Vance. Si cree que esto puede suceder, le recomiendo encarecidamente que tenga agallas, visite el vecino estado de Pensilvania, Nueva Jersey, se dirija a Atlantic City y haga una gran apuesta.
El absurdo
No sólo es absurdo preguntar si Harris es "buena para Israel", sino que es demasiado prematuro evaluar cuál podría ser su política. Todavía no ha sido elegida, todavía no formula políticas y, si llega a ocupar el Despacho Oval el 20/01/2025, no sabemos cómo será Oriente Próximo. Ha habido informes de que sus posiciones han diferido de las de Biden en cuanto a cómo debe tratarse el desafío de Netanyahu y su negativa a participar en planes de posguerra, pero no en cuanto a los méritos o la esencia del apoyo estadounidense a Israel.
El asesor de seguridad nacional de Harris, Phil Gordon, lo explicó de forma sencilla en un tuit: "@VP ha sido clara: siempre se asegurará de que Israel pueda defenderse de Irán y de los grupos terroristas respaldados por Irán. No apoya un embargo de armas a Israel. Seguirá trabajando para proteger a los civiles en Gaza y defender el derecho internacional humanitario".
-------------------------------
Más contenido en Urgente 24
La película protagonizada por Liam Neeson que escala en Netflix
Spotify se dispara: Gran aumento de precios genera alarma
Drones en el cielo argentino: Un espectáculo que impresiona
Mayorista presenta semana de grandes ofertas y pagos en cuotas sin interés