Acosó durante 6 años a sus compañeras y nadie lo sabia

Nadie sabia realmente lo que pasaba al comienzo, las víctimas no querían hablar, la secundaria es un ambiente complicado donde los jóvenes comienzan a experimentar su sexualidad y los chismes van y vienen. La presión social es fuerte y están dispuestos a hacer todo por ser aceptados, entonces nada es peor que te amenacen con difundir fotos tuyas con poca ropa.

Seth agregaba a chicas a las redes sociales, primero era amigable y se presentaba como un amigo. Luego empezaba a pedirles fotos, exhibiendo cada vez más su cuerpo, cuando ellas se negaban o comenzaban a ignorarlo, él hackeaba sus perfiles y enviaba las fotos a sus contactos. Ellas no sabían quién era pero conseguía estar en todo lugar y momento, observándolas y haciéndoselo saber a través de mensajes. 

Prohibir las redes sociales tampoco es la solución, es el caso de Mackenzie, cuya madre acudió a esta medida durante la secundaria, pero después de graduarse se mudó de hogar, se compró un celular y comenzó a abrir cuentas en todas las redes sociales. Estaba feliz chateando con extraños y cuando Seth la contactó, ella respondió. Todo iba bien hasta que le empezó a pedir fotos de sus partes íntimas, ella se negó y él comenzó a hackear sus cuentas.  

La policía pudo llegar a él luego de numerosas denuncias de adolescentes de la pequeña localidad. Detectaron un patrón e identificaron al joven, pero les tomó años poder reunir  evidencias suficientes para llevarlo ante la Corte. Ryan conocía a la perfección los mejores métodos para ser no ser rastreado. Por eso comenzaron a pedirle información a compañías como Amazon, Skype, Yahoo, Google, y Facebook para reastrear las direcciones IP, los datos de registro y las horas y fechas de los inicios sesión.
Usaba otras redes wi-fi cercanas a su casa, un restaurante, locales comerciales, la red de la casa de su hermana, incluso la de su vecino.

Finalmente, Vallee se declaró culpable de hackear 31 cuentas, falsificar identidades y acoso cibernético. Pero los investigadores solo pudieron identificar 23 víctimas. Esto se debe al miedo que tienen los adolescentes de contarlo mientras sucede, la vergüenza es tan grande que incluso después les cuesta hablar de ello. 

May, una de los 3 testigos que se presentaron a declarar en juicio dijo: "Las cicatrices emocionales que me provocó nunca se van a ir y nunca me van a dejar de doler", después agregó "No soy quién me obligó a ser", "No soy una chica promiscua que esas envía fotos a todo el mundo" pero reconoció que parase adelante de todos y contar lo que le pasó es un acto de empoderamiento y una ayuda enorme a otras mujeres que sufren lo mismo. 

Gracias a May,Mackenzie y otras denunciantes que se animaron a hablar, Vallee fue sentenciado a 8 años de presión. 

Grooming en Argentina

El grooming es el acoso sexual hecho por un adulto a un niño, niña o adolescente por medio de internet u otros medios electrónicos. En nuestro país se considera como un delito, previsto en el articulo 131 del Código Penal y la ley 26.904, con una pena de 6 meses a 4 años de prisión.

ARTICULO 131. - Será penado con prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que, por medio de comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos, contactare a una persona menor de edad, con el propósito de cometer cualquier delito contra la integridad sexual de la misma.

(Artículo incorporado por art. 1° de la Ley N° 26.904 B.O. 11/12/2013)

Si conoces un caso de grooming podes hacer la denuncia en una comisaría o en una fiscalía. A partir de la realización de la denuncia, empieza la investigación del caso. 

En caso de necesitar asesoramiento podes recurrir al Equipo Niños del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, conformado por un grupo de expertos en delito de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes en sus diferentes modalidades. 

Comunicate con ellos a través de:
-0800-222-1717 (línea gratuita y disponible para todo el país).
- [email protected] las 24 horas del día, todos los días.
- línea 137 (sólo para CABA)

 

Recomendaciones: 

No borres los contenidos de la computadora o teléfono celular. Las conversaciones, las imágenes y los vídeos que el acosador y la víctima se enviaron deben ser guardados como prueba.

No amenaces o enfrentes al abusador porque se puede alejar y esto puede hacer que sea más difícil encontrarlo. Ante cualquier duda, recordá que te podes comunicar con el Equipo Niños.

Ante la víctima, los expertos recomiendan apostar al diálogo y no retarlo por haberse contactado con desconocidos a través de internet, ni por haberles dado información intima. Los abusadores son especialistas en conseguir lo que buscan, por lo general, al comienzo son muy amigables y hacen preguntas que parecen inofensivas como: ¿Cómo es el nombre de tu mascota? o ¿Cuál es tu gusto de helado favorito?. A partir de las respuestas recolectan pistas para después responder las preguntas de seguridad y hackear las cuentas en las redes sociales, nubes de archivos o celulares.

Evita que tenga vergüenza o culpa, esos sentimientos no lo van a ayudar y benefician al abusador, porque puede usar la vergüenza que siente la víctima para decirle que no cuente nada.