Boca y River palpitan el Superclásico: dos equipos frágiles con mucho en juego

El próximo fin de semana será fecha de un nuevo Superclásico en la Liga Profesional de Fútbol. Allí, Boca y River se medirán en La Bombonera, en un duelo mucho más emocional que otra cosa, y en el que para ambos puede significar un antes y un después. ¿Por qué?

El Superclásico de esta LPF tendrá una particularidad. Se jugará el sábado y no el domingo, en una decisión de AFA que llamó la atención y que seguramente tenga que ver con la difícil seguidilla de partidos que enfrenta River a lo largo de septiembre.

Cómo llegan Boca y River al Superclásico

El Millonario viene de superar a Atlético de Tucumán en el Monumental por 4 a 1, en un encuentro que comenzó perdiendo y lo dio vuelta. Sin embargo, a La Bombonera llegará con el resultado del partido de ida ante Colo-Colo por los cuartos de final de la Copa Libertadores.

Por eso, Marcelo Gallardo deberá gestionar bien los esfuerzos de sus dirigidos, porque seguramente ponga todos titulares tanto por copa como vs. Boca. Además, luego del Superclásico le tocará jugar la vuelta contra el conjunto chileno.

Boca llega de una durísima derrota ante Racing por 2 a 1, que no hizo más que acrecentar un panorama de incertidumbre en el plantel que dirige Diego Martínez. El entrenador quizá atraviese su momento más inestable desde que llegó a La Ribera, y la caída contra la Academia es un síntoma más de un contexto en el que abundan las preguntas y faltan respuestas.

Boca-River, un duelo emocional

Superclásico

Merentiel y González Pirez luchan por la pelota, en un Superclásico repleto de goles

Más allá de los encuentros previos, lo cierto es que el Superclásico será un partido con una fuerte carga emocional para ambos equipos. Los dos presentan fragilidades y son equipos vulnerables, sin una solidez que permita establecer un claro candidato. El encuentro, al menos en los papeles, está para cualquiera.

Lo importante de este nuevo duelo entre los eternos rivales es que puede marcar un antes y un después en cualquiera de los dos.

Boca y su falta de madurez

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La continuidad de Diego Martínez parece estar en la cuerda floja. Con un andar errático, a los tumbos y con muchos altibajos, el entrenador no lograr encontrar un sistema o funcionamiento que permita potenciar a sus dirigidos. Además, a muchos jugadores Xeneizes se les puede ver un bajo nivel luego del parate por Copa América 2024.

Boca jamás pudo volver a esa solidez colectiva que había encontrado en la primera mitad del año, donde tenía una fuerte chapa de campeón y era claro candidato, pero tropezó con Estudiantes en los playoffs de la Copa de la Liga. Incluso en aquella derrota por penales ante el Pincha había jugado mejor que su rival.

Ante Racing, su último partido, tampoco fue ampliamente superado por la Academia. Pero se mostró lo suficientemente frágil como para aguantar embestidas del rival o sin la madurez necesaria como para dominar un encuentro que, además, estaba ganando. Será fundamental un triunfo ante el Millonario para recuperar confianza y aprovechar el envión para seguir encontrando ese estilo tan claro y contundente que supo tener.

River, en construcción y sin garantías

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En la vereda de enfrente, Gallardo trabaja en la reconstrucción de un plantel que sobre el final de la etapa Martín Demichelis había perdido el rumbo. El retorno del Muñeco levantó esperanzas en Núñez, y mucho más con las flamantes incorporaciones en su zaga defensiva. Sin embargo, los partidos que ha mostrado hasta ahora River dejan en evidencia que el camino a recorrer es más largo del que se fantaseaba.

A pesar del triunfo contra los tucumanos del último fin de semana y de la continuidad en la Copa Libertadores, al Millonario todavía le cuesta en distintos aspectos. Vaya si así lo es que el entrenador diagramó una suerte de pretemporada exprés durante el parate por fecha FIFA. El objetivo, poner a punto físicamente a sus dirigidos.

Con bajo juego defensiva por falta de creatividad de sus volantes, y con un mediocampo que todavía no se termina de afirmar, este River no otorga demasiadas garantías y los ataques de Boca le pueden generar varios dolores de cabeza.

Por eso, una victoria ante el Xeneize podría ser un ladrillo fundamental en el proceso de construcción de ese equipo ideal que busca Gallardo.