Un grupo de científicos sudafricanos de la remota base Sanae IV, una estación de investigación en la Antártida, ubicada en la cima del nunatak Vesleskarvet, en la Tierra de la Reina Maud, vive una pesadilla. Surgieron informes de agresiones físicas y sexuales dentro del equipo.
HORROR EN LA BASE
Antártida: Científicos suplican rescate de colega abusador y desquiciado
Científicos atrapados en la Antártida piden ayuda después de que un compañero agrediera sexualmente y amenazara con matar a sus colegas en la remota base.
17 de marzo de 2025 - 08:35
Pesadilla en una remota base de la Antártida.
La unidad de investigación, aislada debido al clima extremo y a los témpanos de hielo, que hace imposible cualquier ayuda externa o evacuación, está atrapada desde hace más de 10 meses.
Algunos de ellos lograron enviar un correo electrónico al Sunday Times de Sudáfrica en el que suplicaron rescate luego de que un miembro de su equipo amenazara con matarlos y agrediera sexualmente a otra.
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El mensaje del correo electrónico escribe un ambiente de miedo e intimidación. El equipo dijo que se sentía inseguro y que temía por sus vidas.
“Lamentablemente, su comportamiento ha escalado hasta un punto profundamente perturbador. En concreto, agredió físicamente a [nombre reservado], lo cual constituye una grave violación de la seguridad personal y las normas laborales”, detallaba según LBC.
“Su comportamiento se ha vuelto cada vez más atroz, y me resulta muy difícil sentirme seguro en su presencia. Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para garantizar mi seguridad y la de todos los empleados”.
El mensaje detallaba además que el acusado también había amenazado de muerte a un miembro del equipo, lo que exacerbó la sensación de peligro dentro del grupo. Además de las amenazas, el acusado también fue acusado de haber agredido sexualmente a otro investigador.
"Me pregunto constantemente si podría convertirme en la próxima víctima", concluyó el redactor del mensaje.
Aislamiento extremo
Con el equipo varado en la base de investigación, donde las temperaturas invernales promedian -23 °C y los vientos pueden alcanzar velocidades de hasta 217 km/h, no hay ayuda disponible de inmediato.
El clima extremo hace que salir y entrar sea casi imposible y hay miles de kilómetros entre el equipo y su continente natal, lo que complica las operaciones de auxilio.
El aislamiento extremo y la soledad pueden perturbar la mente de algunos exploradores, hasta volverlos locos. En 2017, se informó que un miembro “inestable” del equipo de Marion Island atacó a un colega en la cocina con una sartén y destruyó su habitación con un hacha.
El explorador profesional Alan Chambers, que completó una expedición de esquí de 700 millas al Polo Sur, explicó al Times sobre el aislamiento extremo que enfrentan quienes trabajan en esas condiciones.
"Hay muy poca interacción con humanos o animales, así que si estás en un campamento o en un centro de investigación estás con esas personas durante seis meses, si no un año".
"Lo que creo que hace, desde un punto de vista psicológico, es que todo se intensifica. Todo es blanco: no hay color, ni ruido, ni nada que considerarías normal, así que el comportamiento de todos, incluido el tuyo, se magnifica y las pequeñas cosas se convierten en grandes cosas”.
Dion George, Ministro de Medio Ambiente de Sudáfrica, confirmó la grave situación en la base sudafricana de la Antártida y expresó su intención de hablar con los miembros del equipo para evaluar la situación.
“Ya te puedes imaginar cómo es, es un espacio reducido y la gente se siente encerrada. Puede ser muy desorientador”, dijo
Además, señaló que los investigadores deben someterse a evaluaciones psicométricas antes de ser enviados a la Antártida debido a las exigencias psicológicas del entorno remoto y hostil.
Se espera que el gobierno sudafricano tome más medidas para garantizar la seguridad de los miembros del equipo, aunque el rescate puede llevar mucho tiempo dadas las actuales condiciones climáticas extremas. Mientras, los científicos deberán seguir viviendo con el colegio abusador y agresor.
Sudáfrica, fundó la base de Sanae en 1997, administra formalmente dos islas entre el país y la Antártida, Prince Edward y Marion, donde tiene una estación de investigación.
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