ECONOMÍA

RETRACCIÓN DEL CONSUMO

Ribeiro también va por despidos y reducción de sucursales

A Frávega, Garbarino y Musimundo, se suma ahora la crisis de la cadena Ribeiro, que solicitó al Gobierno la apertura de un procedimiento preventivo de crisis para readecuarse al escenario negativo que sufre el sector.


La fuerte retracción del consumo en general y de electrodomésticos en particular está afectando cada vez más a las grandes cadenas de venta de este tipo de artículos que han comenzado a despedir personal y reducir la cantidad de locales en todo el país.

Al default de una de las sociedades dueña de Musimundo, el proceso de cierre de algunas sucursales iniciado por Frávega y Garbarino ahora se suma la crisis de Ribeiro.

La cadena tiene importante presencia en varias localidades del interior y se dedica a la comercialización y financiación de artículos del hogar, electrodomésticos, bazar, electrónica, muebles, telefonía, juguetes, autos, artículos de camping y jardín entre otros.

Cuenta  con 85 sucursales que operan bajo la marca "Minicuotas Ribeiro", con cobertura en 18 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires.

Su core business actual también incluye una estrategia de financiación para sus clientes, lo que en años anteriores le permitió capitalizar el crecimiento del consumo y abrir, a partir de fines del 2006, el negocio de créditos personales en efectivo.

Sin embargo, el cambio de escenario macroeconómico la fue llevando hacia una situación complicada desde lo comercial y financiero, al punto que, según publicó el sitio 'iProfesional', acaba de solicitar al Gobierno la apertura de un procedimiento preventivo de crisis.

Sus ejecutivos acudieron ante las autoridades del Ministerio de Producción y Trabajo para encauzar el pedido que, de ser otorgado, le permitirá aplicar la totalidad o parte de lo establecido en el Decreto Nacional 328/88. La norma fija los recaudos que deben implementar las empresas para disponer suspensiones, reducciones horarias y despidos de personal por causas económicas ajenas a sus actividades o falta o disminución de trabajo.

En ese marco, la compañía inició ante la Secretaría de Trabajo de la Nación el proceso de reducción de su estructura comercial actual.  En su pedido las autoridades, Ribeiro argumenta estar sufriendo "circunstancias ajenas a la voluntad de la sociedad" y agrega que las medidas que busca adoptar tienen el objetivo de "adecuar y reestructurar las diferentes estructuras internas de la empresa de manera racional, ordenada y planificada".

En la carta también asegura que busca optimizar los recursos y reducir los costos "con el objeto de mitigar los efectos que este produce en la sociedad en los tiempos que atraviesa nuestro país en la actualidad".

En su último balance correspondiente al primer trimestre de este año, la sociedad ya anticipaba la sensible situación por la que atraviesa e informaba pérdidas por $7145 millones contra un rojo menor de $59 millones registrado entre enero y marzo del 2018.

Las razones esgrimidas por los ejecutivos de Ribeiro son las mismas que ya expusieron otras cadenas de electrodomésticos que vienen arrastrando crisis similares por la volatilidad de la economía, la suba de costos, la devaluación y también por el cambio de paradigma en la comercialización de este tipo de productos a través de Internet.

La mezcla de ambas situaciones ha llevado a estas empresas a reducir sus estructuras físicas y apostar más a los canales online tal como también lo está haciendo Carsa, una de las dos sociedades dueña de la cadena Musimundo que hace unas semanas solicitó la apertura de un procedimiento preventivo de crisis.

Otro caso similar es el de Garbarino que por estas horas negocia el cambio de condiciones de pago de una deuda de $4.000 millones que tiene con un grupo de bancos locales.

En el caso de Frávega, procedió al cierre de la sucursal ubicada en la Avenida Cabildo de la Capital Federal pero con la reubicación de su personal en otros establecimientos.
 

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