Ridículo Alberto Fernández (¿qué pensará Sergio Massa, que estaba parado detrás suyo y que mantiene un vínculo abierto con el Departamento de Estado estadounidense?) al suponer que no tiene costo económico-financiero en los mercados decir desde la tribuna en Morón, provincia de Buenos Aires: "No nos vamos a arrodillar ante el FMI", y la tribuna gritando otra vez contra el Fondo Monetario Internacional, a quien hasta la fecha la Argentina no ha entregado aún ningún plan económico, indispensable para avanzar en una negociación. Es decir que el único plan argentino es pelear con el FMI para satisfacer la virulenta interna del Frente de Todos, que está perdiendo las elecciones.
EL FDT QUEMA LAS NAVES
Alberto Fernández: "No nos vamos a arrodillar ante el FMI"
Insólito Alberto Fernández: en un acto político afirma que no hay voluntad de acordar con el FMI cuando Martín Guzmán viaja a Roma a ver a Kristalina Georgieva.
El FdT ha decidido hacer del choque contra el FMI el eje de su final de campaña, creyendo que eso llevará a su público que no fue a votar en las PASO a asistir a las urnas el 14/11 y votar por el oficialismo. En ocasión de recordar a Néstor Kirchner, quien falleció 11 años atrás, el 27 de octubre de 2010, el FdT sólo recuerda su choque contra el FMI (que incluyó el absurdo de cancelar préstamos a tasa de interés 'blanda' con reservas 'cash' del Banco Central, tan sólo para competir con Luiz Inácio Lula da Silva que había ejecutado una acción similar pero en otro contexto, desde la Presidencia de Brasil).
Es tan absurdo todo esto que no recuerdan el enorme costo oculto que pagó la Argentina por la demagogia cortoplacista de Néstor Kirchner y luego su heredera Cristina Fernández de Kirchner tanto con la pelea con el FMI como con los acreedores privados, y además la embestida contra George Bush en Mar del Plata para frenar al ALCA y satisfacer las necesidades de Hugo Chávez, y también de Lula da Silva.
Y es absurdo porque si es tan horrible el FMI ¿por qué la Argentina sigue siendo miembro del FMI? La Argentina debería haber roto o romper ahora. Luego, insisten en olvidar que el FMI es un conjunto de países con los cuales la Argentina se sienta en el G20.
¿Qué significa arrodillarse ante el FMI? Para arrodillarse ante el FMI, la Argentina tendría que aceptar o condiciones o imposiciones del FMI. Sin embargo, el FMI está diciendo, y acaba de afirmarlo también el Gobierno estadounidense, que es la Argentina la que debe presentar un plan.
Ahora bien, ¿de qué trata la amenaza o advertencia de Alberto Fernández? Muy raro todo porque él acaba de autorizar el viaje a Roma, Italia, del ministro Martín Guzmán para encontrarse con Kristalina Georgieva por 2da. vez en 2 semanas, en teoría para avanzar en una negociación con el FMI, que no puede concretarse porque la Argentina se resiste a explicar cuáles son sus intenciones y en qué consiste su plan.
Entonces, en forma simultánea, Alberto Fernández cuestiona al FMI pero envía a su ministro de Economía a hablar con el FMI. Y él cree que sus palabras no impactarán en la cotización de los bonos argentinos y de las acciones de empresas privadas argentina que cotizan en mercados internacionales. Hay una destrucción de riqueza por el Presidente.
Es decir que quien debería defender a los argentinos, los perjudica, tanto a tenedores de bonos que emite la Argentina para financiarse, como a empresas privadas que crean empleo genuino, no empleo trucho como el que crea el Estado. Y el Presidente de la Nación lo hace porque no resiste la presión del ala izquierda del FdT, liderada por la agrupación La Cámpora, que decidió insistir en el no pago al FMI como eje de su discurso preelectoral. Antes que Alberto Fernández, también se manifestó crítico del FMI el ministro Guzmán, ¿cómo espera él que lo reciba Georgieva? ¿Acaso es tan tonto que cree que ella no se entera? ¿Y el Departamento del Tesoro estadounidense, a quien Sergio Massa le solicitó colaboración para con la Argentina?
Mínimo, mínimo: esquizofrenia, y provoca que la Argentina resulte aún menos creíble para la comunidad internacional con la que debe interactuar. El Gobierno del Frente de Todos puede pelearse con el FMI si es lo que prefiere pero la sensación es que no sabe qué hacer. Y eso es lo más grave de todo.