SANTA FE. El 2025 inició con un recrudecimiento de los conflictos laborales en la región. Tras el paro de actividades en Acindar (planta de Villa Constitución), la siderúrgica dio marcha atrás con el despido de 70 trabajadores. Tenso panorama para el sector.
Tensión en Acindar.
El conflicto se originó en medio de un clima de tensión generado por la caída de la producción, que obligó a la implementación de suspensiones salariales en los últimos meses, y alcanzó un punto crítico con la decisión de la empresa de sancionar a empleados que participaron en medidas gremiales.
Despidos
Al respecto, Pablo González, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución, señaló que los despidos se percibieron como una maniobra intimidatoria luego de la medida de fuerza de once días que se llevó adelante a fines del 2024.
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"La intención de despedir a compañeros por cuestiones disciplinarias marca un cambio de actitud de la empresa, quisieron amedrentar, pero como siempre la reacción fue unánime. Se paró toda la planta y la empresa dio marcha atrás", indicó en ese sentido.
El intento de despidos afectó principalmente al área de trefilado de alambres sin goce de sueldo por 16 días, aunque la solidaridad del gremio movilizó a empleados de toda la planta, quienes cesaron sus actividades hasta que la compañía revocó su decisión.
Pero esto no es todo, ya que también está en juego la discusión paritaria del sector que aún no termina de resolverse. Desde el gremio advirtieron que las medidas de fuerza se mantendrán hasta que la empresa retroceda en su postura y se garantice la estabilidad laboral en la planta.
Industria en crisis
La disputa se da en un contexto adverso para el sector siderúrgico. Es que la fábrica de Villa Constitución sufrió largas paradas operativas el año pasado producto al desplome del mercado, vinculado al freno de la obra pública a nivel nacional.
Durante los últimos meses, la planta operó bajo un acuerdo de suspensiones con un pago del 75% del salario, esquema que Acindar busca extender hasta fin de mes con una reducción adicional en los ingresos de los trabajadores.
Sin embargo, las negociaciones para renovar este pacto están estancadas en medio de múltiples disputas. Por un lado, la UOM exige la aplicación de un incremento salarial previamente pactado y la definición de un nuevo convenio que cubra hasta marzo. Por otro, el sindicato se opone al intento de despidos justificados bajo argumento de "acumulación de medidas disciplinarias" derivadas de la participación en asambleas.
La empresa, por su parte, propuso ajustes significativos, incluyendo modificaciones en metodologías de trabajo, reducción de plantillas, cambios en turnos y feriados, como así porcentajes salariales inferiores a los de años anteriores en casos de suspensión.
El 2025 llegó con conflictos
La situación en la planta de Villa Constitución se suma a un inicio de año con alta conflictividad laboral.
Tal lo comentado por Urgente24, en el cordón agroexportador, los trabajadores aceiteros mantienen paralizadas las plantas de Vicentin por el incumplimiento en el pago de la primera cuota de la gratificación pactada para 2024. Esto agrava la ya complicada situación de la empresa, que lleva más de cinco años en un proceso judicial y financiero.
Como si eso no fuera poco, el frigorífico Euro SA despidió recientemente a alrededor de 75 empleados en su planta de Villa Gobernador Gálvez. Este problema fue puesto en pausa gracias a la conciliación obligatoria, aunque sigue generando tensión en el territorio santafesino.
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