A esta altura no hay duda alguna que el gobierno de Mauricio Macri no fue bueno y que el de Horacio Rodriguez Larreta, en la Ciudad de Buenos Aires, se caracterizó por sus buenos efectos especiales.
LA POLARIZACION
Atención: 1er. round ganado por CFK
Recordando el deterioro de CFK 2015 y 2017, que en 2019 pueda ganar sólo se explica porque Mauricio Macri realizó un torpe gobierno, una Administración inútil, que terminó aferrándose al FMI y a USA para sobrevivir. En ese escenario, CFK ya se aseguró, gane o pierda, el control del próximo Senado de la Nación, y Macri, si gana, tendrá que negociar con ella, y si pierde deberá atenerse a las consecuencias. La situación es complicada para el elector racional, el que reniega de la estúpida grieta. Esto es lo que planteó el autor de la nota:
Ambos gobiernos cometieron varios errores, a mi juicio, los más importantes es que nunca supimos cuáles eran sus prioridades.
Tanto en el orden nacional como en el local.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires había -y hay- carencias de todo tipo en cuanto a la infraestructura, consecuencia de varios años de gobiernos apenas mediocres, dicho esto con buena voluntad y sentido de la caridad.
Pero también hay carencias más prioritarias en cuanto a servicios de salud, incluyo alimentación, educación y sobre todo de accesos a servicios básicos por parte de los segmentos más pobres e indigentes de la sociedad.
El gobierno de Rodriguez Larreta impresiona con obra pública: Paseo del Bajo, viaductos ferroviarios, arreglos de algunas plazas y veredas... Es decir, todo aquello que es visible, pero muchas veces no es lo prioritario.
Por ejemplo la línea H quedó interrumpida en su prolongación tanto hacia la estación Saenz como a Retiro, pero se anuncia la construcción de una nueva.
Con la implementación de la tarjeta SUBE, el ferrocarril Urquiza y el servicio de metro de la Línea B se podrían parcialmente unificar, para evitar el trasbordo de Federico Lacroze. Está el acceso directo al túnel y es la misma trocha. Podría ser el primer paso para darle realidad al que parece ya muerto RER, Red de servicios regionales. Ni siquiera imaginación.
Los vecinos de CABA, tenemos que tener que seguir pagando seguros de salud o de medicina prepaga, ya que los servicios de la Ciudad no podrían atender a todo ese segmento, pese a que pagamos impuestos que estimando los directos e indirectos, nos llevan casi $0,62 por cada peso que ganamos, tanto a los ricos como a los pobres, aunque estos sola pagan los indirectos.
El Gobierno Nacional impulsó varias obras públicas que no ha podido terminar, otras no pudo iniciar y otras siguen a ritmos muy lentos, por haber carecido de una política economía racional.
Un solo ejemplo el Banco Central: perdió casi US$ 25.000 millones para financiar de hecho la corrida bancaria de 2018 y actualmente defiende el tipo de cambio merced a los créditos del FMI. Además ese dinero lo debemos.
Apenas Maria Eugenia Vidal tuvo más racionalidad en el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, iniciando un proceso integral que va desde la renovación de la famosa “maldita policía” hasta el desarrollo de obras públicas largamente demoradas durante los casi 30 años de gobiernos peronistas.
Pero sus posibilidades de ser reelecta son mínimas porque no hay duda que la postulación de Macri, en la misma boleta, la tira para abajo. No obstante hay intendentes “peronistas” que alentarían el corte de boleta.
El gobierno de Mauricio Macri no ha sido bueno, pero además él cometió otro error infantil que fue el de carecer de sentido político para proponer políticas públicas consensuadas, persuadiendo sobre su razonabilidad.
Él no entendió que hoy el gobierno tradicional, ya no es posible y hay que ir hacia la “gobernanza” que llamaría poder consensuado.
El poder entendido como relación entre “mando-obediencia” ya no existe más, y ese error lo están cometiendo tanto el oficialismo como la oposición “kristinoperonista”, claro que estos corren con la ventaja de ser “oposición”.
El gobierno en vez de ir hacia la “gobernanza” trató de sacar ventajas de la “grieta” intentado hacer blanco contra el gobierno de Kristina. También Macri y Marcos Peña fueros en cierto sentido “ventajita”.
Leyendo el balance de Aerolíneas Argentinas las comparaciones para destacar los supuestos méritos de una gestión triplemente fracasada, me refiero a la de Isela Constantini, Mario Dell Acqua y ahora Luis Malvido, se hacen contra 2015 (¿?), para exponer supuestas mejoras en las diferentes variables, cuando los resultados económicos, parecerían denunciar su inviabilidad.
El Estado, mejor dicho nosotros, los contribuyentes, aportamos en esa empresa casi US$ 3.000 millones desde 2008. El gobierno debiera plantear que la viabilización de la empresa será cruenta. Me dicen que en caso de ganar la oposición, podría no temblarles la mano.
El objetivo del gobierno es Kristina, cuya campaña electoral la hace el propio gobierno, mostrando en realidad su impotencia.
El gobierno de Macri colocó a Kristina en el centro de la política y el único argumento que tiene para pelar lo que sería su improbable reelección es el miedo a “ella”.
Kristina aunque pierda, ya ganó y en caso de ser reelecto, Macri deberá negociar con ella.
La carta principal de Kristina está en dos personas: Axel Kicillof y Veronica Magario, que hoy por hoy llevan ventaja.