SOCIEDAD

TRAS LA REUNIÓN

Obras sociales: Inminente medida y promesa de fondos del Gobierno a la CGT

La cúpula sindical almorzó con Santiago Cafiero, Claudio Moroni y Carla Vizzotti, y plantearon su preocupación por la inflación alimentaria y las obras sociales. El gobierno salió a su auxilio y desactivó la tensión.

La cúpula sindical almorzó con Santiago Cafiero, Claudio Moroni y Carla Vizzotti, a quienes plantearon su preocupación por la inflación alimentaria, los fondos de las obras sociales y la vacunación de trabajadores esenciales. 

En el encuentro, los funcionarios se comprometieron a impulsar una mesa de diálogo con la participación de los dirigentes y empresarios formadores de precios, y confirmaron que el Gobierno prohibirá el cambio de obra social en el primer año de contrato de un trabajador, que en ese lapso deberá permanecer en la prestadora de salud gremial de su actividad.

De esta manera, la cumbre terminó de desactivar la tensión que existía en la mayor organización sindical por los intentos frustrados de un sector del kirchnerismo de ganar protagonismo en el sistema de salud y monitorear las obras sociales.

Fue un almuerzo en la sede del gremio de Sanidad con la participación de los dos cotitulares de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, junto a Armando Cavalieri (Comercio), Antonio Caló (metalúrgicos, UOM), Andrés Rodríguez (estatales, UPCN), Gerardo Martínez (albañiles, Uocra), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Jorge Sola (personal del seguro). Para los dirigentes fue, además, una señal de fortalecimiento de la alianza entre el Presidente y la central.

El interés de la central por el área de Salud se divide en el gobierno de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), el órgano encargado de controlar las obras sociales y las prepagas y de reembolsar los tratamientos más costosos de las prestadoras sindicales, por un lado, y por otro, en el proceso de vacunación del coronavirus.

Sobre el primer tema, Vizzotti confirmó la inminente firma de una resolución que obligará a los trabajadores a permanecer al menos un año en su obra social de origen. La norma, que había comprometido el propio Alberto Fernández a principios de mayo cuando recibió a los gremialistas en Olivos, apunta a revertir en parte un proceso que en el sector se conoce como "descreme" y que implica, desde la desregulación del sistema, en los años 90, la libre elección de la prestadora de salud. En los hechos esa facultad derivó en que obras sociales muy menores firmaran acuerdos comerciales con empresas de medicina privada para captar afiliados jóvenes, sanos y de mejores ingresos, en perjuicio de las estructuras mayores y más tradicionales del sistema.

Otra promesa del Presidente, pero que aún está bajo análisis del ministro de Economía, Martín Guzmán,es la inyección de $11.400 millones del Tesoro nacional a las obras sociales sindicales para compensarles el aumento en el costo de las prestaciones destinadas a sus afiliados discapacitados.

Según publica el diario 'Ambito Financiero', el monto surge del valor que el FSR, administrado por la SSS, destinó para el reintegro de esos servicios a las prestadoras y la efectiva liquidación de esos gastos en medio de la pandemia.

En tanto, los funcionarios aseguraron algo que ya le habían adelantado a Daer la semana pasada: que no habría cambios en la estructura de la SSS ante los pedidos de un sector del kirchnerismo (identificado con el gobernador Axel Kicillof) para ocupar cargos estratégicos. Cafiero y los ministros ratificaron los dichos del propio Alberto quien se había declarado garante de que no habría intermediación del "kirchnerismo duro" entre el Ejecutivo y los gremios.

En cuanto a los precios, Cafiero, luego del almuerzo, aseguró que "el salario le va a ganar a la inflación", y que el objetivo es que el esfuerzo del Estado "no se vaya por la canaleta de los precios". 

Nadie niega en el mundo sindical que quedó en el olvido la pauta del 29% que se había acordado cuando comenzaron a discutirse este año las paritarias, aunque ratifican la posibilidad de "pelear en mesa de paritarias y tal como dijo el presidente, sea cual sea la inflación, cerrar este año dos o tres puntos por encima de lo que la inflación sea en 2021".

"Para nosotros la mayor preocupación es la inflación en alimentos y manifestamos que es muy importante que el Gobierno actúe sobre esa situación que recae sobre la canasta básica de los trabajadores y el salario", comentó a los medios Jorge Sola, vocero sindical, al término de la reunión.

Se trabaja en conjunto, además, para generar una reunión en el marco del Consejo Económico y Social entre sindicalistas y empresarios de los sectores que forman los precios. El objetivo es "atacar el núcleo duro de la inflación que está sobre los alimentos", destacaron.

Sobre ese punto, Cafiero dijo que "hay sectores que hoy tienen cierto dinamismo y les está yendo muy bien respecto de la caída del año pasado y el 2019, y otros que la están pasando muy mal, que son críticos, y ahí está el Estado en los programas de recuperación productiva. Eso fue parte de lo que discutimos en esa mesa".

 

 

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