Cada día que pasa es una confirmación a lo que se suponía: la coalición de la dupla Fernández (Alberto y Cristina) fue solo electoral, no de gobierno. Ante la actual catástrofe económica, profundizada por una escalada exorbitante del dólar y una incontenible inflación, sumada a las tediosas luchas de poder internas, la gestión de Alberto Fernández hace silencio y no reacciona. No hay propuestas ni rumbo.
PREOCUPACIÓN NACIONAL
Silenzio stampa de Alberto y orgía monetaria y fiscal
En plena incertidumbre por la crisis económica, política y social, el presidente Alberto Fernández calla y los problemas continúan sin respuestas.
En materia económica, la lectura del diputado de Republicanos Unidos, Ricardo López Murphy, de la sesión de hoy (5/7) parece bastante acertada. Calificó la debacle económica del país de “orgía monetaria y fiscal”. Y acusó al gobierno de tener una “pésima ejecución de las políticas” que han diseñado y de plantear “ideas equivocadas”. “Como el déficit monetizable no genera inflación o que la deuda en pesos no cuenta y que se podía emitir lo que se les ocurría”, ejemplificó.
“Asume un nuevo ministro de Economía y se va el anterior en el medio de una orgia monetaria y fiscal y la réplica en los mercados es un derrumbe del crédito argentino de la moneda argentina y de las esperanzas de millones de nuestros conciudadanos”, remarcó el diputado.
Es que lo que caracteriza a este gobierno es el profundo hermetismo ante la grave crisis y esa decisión oficial es una irresponsabilidad para la ciudadanía, sobre todo, para quienes votaron a la dupla Fernández que se ilusionaron que iban a “volver mejores”.
A casi 3 años de su asunción al poder, aún no se conoce el plan de la actual gestión. Lo único que se ha advertido durante todo este tiempo fue la pura improvisación. La opinión pública percibió solo gritos, renuncias, egos que desembocaron en una fuerte interna en la coalición gobernante del Fdt
En esta línea, la diputada de Libertad Avanza Victoria Villaruel, en la misma sesión de diputados exclamó: “Estamos en uno de los momentos más graves de los últimos 20 años. Un gobierno y una oposición que van a contramano de lo que está sufriendo el pueblo argentino”. Y agregó : “Los derechos humanos son violados por la miseria, hambre y corrupción. Nadie se hace responsable de este desmadre, del socavamiento de las instituciones y de la falta de futuro para nuestro pueblo".
Y su percepción es también pertinente. JxC pide responsabilidad y definición de un rumbo económico al gobierno, mientras olvida su pésimo fracaso económico y despliega sus tediosas luchas de poder interna entre radicales y PRO y propias fisuras dentro del espacio de Maurice Macri que contribuyen a generar un clima aún más incierto.
La sociedad quiere respuestas. En un ambiente plagado de incertidumbre por la crisis económica, política y social, el presidente Alberto Fernández hace aún más silencio y los problemas continúan sin soluciones. Los actos partidarios, privados de propuestas funcionan como plataformas de división entre albertistas y cristinistas, en ese absurdo juego de poder en el que la dupla Fernández se disputa “el control de la lapicera”.
En esta línea Alberto Fernández cada vez pierde más poder, y se teme que la vicepresidenta lo expulse del sillón de Rivadavia. Esta observación no es insustancial. Las recientes salidas de dos hombres de máxima confianza de Alberto Fernández, los exminisitros Matías Kulfas y Martín Guzmán lo confirman. Renunciaron porque para la vicepresidenta integraban el grupo de los “funcionarios que no funcionan”. En definitiva esta lucha interna es un estúpido juego que solo perjudica a la gente.
Falta de credibilidad e incertidumbre
López Murphy sostuvo en la sesión otra cosa demasiada cierta: “Carecen de la más elemental credibilidad". Y eso se comprueba en las encuestas.
Según la consultora Zuban Córdoba y Asociados, un 75% de los argentinos acuerda con que el principal problema del gobierno no son sus medidas económicas sino la credibilidad del presidente. Es decir que la sociedad percibe mucha indecisión y cero comunicación del mandatario. Según el relevamiento, 3 sentimientos predominan en la sociedad respecto a la a la política y a los referentes: Incertidumbre, resignación, temor.
El informe de la consultora también revela otros datos que demuestran la falta de credibilidad del gobierno por la ausencia, tal vez, del liderazgo central. El 67.7% de las personas creen que Alberto Fernández tiene una imagen negativa. Lo preocupante es que la imagen de casi todos los referentes políticos de diferentes partidos excede el 50%. Además. El 68% de las personas cree que el país va en la dirección incorrecta.
Y frente a todo este oscuro panorama que asfixia a Argentina, el presidente con total descaro suspende la agenda de los argentinos para realizar una visita especial a la dirigente k con condena firme, Milagro Sala, en un intento desesperado por agradar a los kirchneristas y la Cámpora quienes evidentemente aplaudieron su determinación. De nada sirvió, progresivamente, dirigentes del kirchnerismo, uno a uno, continúan despegándose del gobierno de Alberto Fernández que ellos mismos idearon.
Los fracasos, la crisis que engendra cada gobierno del país no la pagan las dirigentes que los integran. Desgraciadamente la paga toda la sociedad que no incurrió en esos errores. La ciudadana solo quiere indicios de sensatez e iniciativas para resolver los problemas. Desea que el gobierno siquiera responda. En este sentido, es relevante evocar de nuevo a la diputada Villaruel.
“¿Cuantos millones más de pobres necesitamos para reaccionar?".
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