Diversas protectoras de animales están celebrando la iniciativa del diputado nacional por el Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, José Luis Ramón, que ingresó en el Congreso de la nación un proyecto de ley de Etiquetado de Huevos, con el argumento de que "no queremos más gallinas turulecas". Del otro lado, está la industria avícola, que mira con preocupación el texto presentado.
INGRESÓ AL CONGRESO
Un diputado presentó un proyecto contra "las gallinas turulecas" y alertó a la industria avícola
Con el argumento de "no queremos más gallinas turulecas", el diputado nacional José Luis Ramón presentó un proyecto de ley de Etiquetado de Huevos. El fin de la iniciativa que impulsa el mendocino es "una forma más de que Argentina se encamine a formas de producción y comercialización más amenas con los animales", dijo el legislador. Tras el ingreso del proyecto a la Cámara Baja, ya hay preocupación en la industria avícola.
El proyecto fue elaborado en cooperación con la ONG Sinergia Animal y la Asociación de Usuarios y Consumidores. Sinergia Animal, advierte que, en la producción de huevos en el país, el 90% sigue usando el sistema de jaulas, mientras que el resto de los países de a poco lo están dejando de lado.
"Es una forma más de que Argentina se encamine a formas de producción y comercialización más amenas con los animales", argumenta el proyecto.
Además, aseguran que el problema con las gallinas ponedoras es mucho más grave de lo que se ve:
"Las granjas avícolas, por más que suene ridículo, de granja no tienen nada, ya que, en este modo de producción y recolección de huevos, las gallinas viven hacinadas toda su vida en un espacio físico igual al de una hoja de papel A4, obligadas a convivir con los cadáveres de otras gallinas, poniendo huevos entre sus propias heces".
En ese sentido, para el diputado Ramón es necesario garantizar al comprador "el acceso a una información veraz, objetiva, oportuna, detallada, adecuada, gratuita y suficiente de los sistemas de producción de huevo, que permita a las y los consumidores tomar decisiones libres y fundadas".
Por ello, en su proyecto indica que también busca "promover hábitos de producción y consumo sustentables, contribuir al fortalecimiento del bienestar animal en los procesos de producción de huevos, protegiendo a las y los consumidores de la publicidad engañosa".
Además, el proyecto detalla que, de aprobarse, la ley alcanzaría a todos aquellas "personas, humanas o jurídicas, que produzcan, envasen, encomienden envasar, distribuyan, comercialicen, importen o integren la cadena de comercialización de producción de huevo de granjas avícolas en todo el territorio de la República Argentina".
Por su parte, el proyecto de Ramón fue objetado desde la producción avícola, especialmente por la Cámara Argentina de Productores e industrializadores Avícolas (Capia).
Javier Prida, titular de Capia, explicó que "el proyecto dispara mucha preocupación en el sector productivo".
"Estamos de acuerdo en que tenemos que ver de qué manera le indicamos al consumidor que tipo de huevo consume. Pero el método y camino que se eligió para hacerlo no es el más saludable, por varios factores, aunque destacamos dos: la cámara no fue consultada, ya que somos la parte más importante de esto. Será algo difícil de poder aplicar conceptos que solo conocemos por declaraciones. Resultan gravosas dichas declaraciones, y en un 95% no se ajustan a la realidad de la producción avícola", describió.
A su vez, Prida también consignó que “no hay pruebas suficientes” para que tanto el legislador nacional como las entidades privadas que promueven la norma, en especial Sinergia Animal, los argumentos expresados se hacen bajo “un preconcepto ” de los grupos ecologistas y “realmente es difícil poder llegar a un diálogo” sobre el tema planteado.
Por último, el presidente de CAPIA explicó que la industria avícola “está fiscalizada por el Senasa, donde se cumple con la normativa que promueva la Organización Mundial de la Salud Animal, la cual es muy exigente y Argentina la cumple. Hoy el 85% de los huevos producidos se hacen en jaulas, y cuando se habla de hacinamiento, esto es mentira y también cuando se habla de que los animales son maltratados”, sentenció.
En su artículo 3, el proyecto de Ley realiza las siguientes definiciones:
a) Granja avícola: todo establecimiento que desarrolle actividad avícola, que tenga una capacidad instalada para alojar un número igual o superior a doscientas (200) aves de la misma especie, para el mismo tipo de explotación, independientemente de que sea o no su actividad principal;
b) Producción de huevo en jaula: sistema de producción en el que las aves están confinadas en jaulas de cualquier tamaño, que pueden ser convencionales o amuebladas con perchas, nidos u otros elementos;
c) Producción de huevo libre de jaulas en galpón cerrado: es el sistema de producción en el que un grupo de aves de la misma especie y edad está permanentemente confinado en un galpón cerrado, pero libre de cualquier tipo de hacinamiento en jaulas, donde puede desplazarse libremente y cómodamente, y cuentan con perchas, nidos y otros elementos esenciales para el bienestar animal, como el sustrato suelto. Para ser considerada dentro de este sistema, la producción debe tener el mismo manejo sanitario, productivo y medidas de bioseguridad que los demás sistemas cerrados, independientemente de que los galpones sean de piso único, o de pisos múltiples;
d) Producción de huevo libre de jaulas en pastoreo (huevos camperos o del campo): es el sistema de producción en el que las aves tienen acceso durante el día a un área exterior en contacto directo con el suelo y los pastos, con espacio amplio. Estos sistemas cuentan con casetas, galpones o estructuras similares para la alimentación y disponibilización de agua en cantidades adecuadas para los animales, que se quedan dentro de estas estructuras cerradas durante la noche o en caso de climas extremos. Durante ningún período las aves son confinadas en jaulas;
e) Producción de huevo libre de jaulas ecológico o orgánico: además de ser creadas en las condiciones de 3.4 (libre de jaulas en pastoreo), las gallinas que producen huevos denominados orgánicos deben contar con una certificación emitida por la autoridad competente, que garantice que su alimentación sea predominantemente orgánica, libre de químicos, además de otros estándares adicionales de la certificación.
El artículo 4 trata del Etiquetado: Todos los huevos que se comercialicen y/o se produzcan en Argentina incluyendo huevos en cascarón, líquidos y en polvo, deberán especificar el sistema en el que fueron producidos:
a) Los que fueron producidos de acuerdo al artículo 3 inciso b): Huevos de gallinas enjauladas
b) Los que fueron producidos de acuerdo al artículo 3 inciso c): Huevos de gallinas libres de jaulas
c) Los que fueron producidos de acuerdo al artículo 3 inciso d): Huevos de gallinas en pastoreo / o Huevos de gallinas en campo o camperas
d) Los que fueron producidos de acuerdo al artículo 3 inciso e): Huevos de gallinas ecológicos / o Huevos de gallinas orgánicos
Esta descripción deberá constar tanto en la etiqueta, como en el envase o empaque, en la cara principal.
Detalla también que las imágenes, fotografías, dibujos, gráficos o similares que se incluyan en las etiquetas, envases o empaques de los huevos en cascarón, líquidos y en polvo deberán ilustrar debidamente el sistema de producción utilizado.
En ningún caso un empaque de huevos de gallinas enjauladas podrá contener imágenes de gallinas libres en galpones o en el campo, ni ninguna otra imagen que pueda inducir a error o duda sobre el sistema de producción utilizado o las condiciones de bienestar de los animales involucrados en la producción.