El Chino Fernando Navarro, uno de los jefes del Movimiento Evita, y quien se ganó la confianza de Alberto Fernández durante la campaña electoral y ahora se desempeña como secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, será el enviado de Santiago Cafiero a Córdoba con la consigna de conformar allí una mesa de conducción integrada por las distintas tribus K.
MESA DE CONDUCCIÓN PARA EL FDT
Córdoba, el dolor de cabeza de Cafiero: El 'Chino' Navarro será el "enviado" a poner orden
Santiago Cafiero decidió imponer en Córdoba una mesa de conducción al FdT local. Lo hará, a través de un enviando de tono moderado pero que llegará en cambio con una amenaza de castigo bajo el brazo: "Quienes no participen, no formarán parte del proyecto político de Alberto". La tarea no será fácil sobre todo con los espacios menores que sospechan, con razón, que no serán los favorecidos...
Desde un principio se supo que Cafiero era, en efecto, el garante de que en Córdoba existan los medios necesarios para construir albertismo y, sobre todas las cosas, para que "nadie se quede afuera".
'El enviado', hombre de tono moderado, pero sobre todo de buenas relaciones con el Centro Cívico (particularmente, con la primera dama provincial, Alejandra Vigo), iría más bien con una amenaza bajo el brazo: un severo castigo para quienes se rehúsen a participar de esta conducción colegiada. "Quienes no participen, no formarán parte del proyecto político de Alberto", advierten desde Buenos Aires, según publicó el 'Diario Alfil'.
"Nadie va a tener juego por fuera de la mesa", insisten. A la vez que explican que la estrategia definida desde CABA tiene por objeto "conservar" la unidad y trabajar de manera orgánica.
"En una realidad pésima no hacés lo que querés, si no lo que podés", dijo hace poco Navarro, en una charla con 'La Nación' respecto a otro tema.
El dilema que disparó su envío es que gran parte de los cargos que la Casa Rosada debe completar en Córdoba siguen vacantes, por lo que, según el mencionado medio, "los pequeños accionistas del Frente de Todos que no encuentran interlocutores directos (y dispuestos) en Buenos Aires empiezan a dejar de lado las vías de diálogo preestablecidas buscando "puentear" a sus superiores, y a mirar con recelo hacia los lados, suspicaces, sospechando".
Pero sucede que quienes participan de los espacios menores que estarían representados en esta mesa les cuesta imaginar cómo se analogaría su situación a la de Carlos Caserio o, en menor medida, Gabriela Estevez, que parten con ventaja para negociar puestos para los dirigentes y militantes que los acompañan.
Por ello, sospechan que este esquema sólo favorecerá a los mayores polos de poder dentro del frente, que terminarán absorbiendo al resto de los espacios, y si ello sucediera, el Frente de Todos quedaría conformado por 3 afluentes principales:
- el peronismo disidente al oficialismo cordobés, cuyo líder máximo es Carlos Caserio;
- el kirchnerismo duro, enraizado en la Cámpora y asociado con la figura de Gabriela Estévez; y
- el albertismo puro referenciado en el Partido Parte, que aún siendo con comodidad la menor de las facciones contaría con todos los avales necesarios del presidente para crecer en la provincia.
Pero esas son órdenes que deberá ejecutar Navarro, cuya tarea no será sencilla.