Los $360 mil de Juliana Santillán y el recuerdo de los $6 diarios del Indec K

La confusión de Juliana Santillán con la canasta básica rememora al Indec de 2013: $360 mil para vivir o $6 por día para comer, cifras lejos de la realidad.

Por GERMÁN MOLKUC

Juliana Santillán confundió en vivo el valor de la canasta básica familiar y terminó diciendo que una familia vive con $360 mil. En 2013, el Indec aseguraba que con $6 diarios se podía comer; dos momentos distintos, misma desconexión con la realidad cotidiana que viven millones de argentinos frente a cifras oficiales que no cierran por ningún lado.

El blooper de Juliana Santillán y los $360 mil para una familia

Durante una entrevista en TN este 03/05, tres médicas residentes del Hospital Garrahan contaban con detalles la precariedad de sus condiciones laborales: jornadas interminables, guardias de 24 horas y sueldos que no llegan a cubrir ni el alquiler, con un techo imposible de pagar sin endeudarse. En ese contexto, Juliana Santillán decidió sacar "un dato objetivo" desde su celular y tirar a la cancha que la canasta básica para una familia de cuatro era de 360 mil pesos. Hasta ahí, todo bien... si ese número fuera para una persona sola. Pero no: el gráfico del Indec que mostró segundos después claramente marcaba que esa cifra correspondía al consumo de un adulto, y que la canasta familiar superaba el millón de pesos.

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Canasta básica total del mes de mayo 2025 $359.244 para una persona. FALSO el dato que tiró médica residente. Acá los datos de INDEC pic.twitter.com/TCBlOEmkvY
— Juliana Santillán Juárez Brahím (@SantilanJuli223) June 4, 2025

Lo más insólito es que, minutos después, Santillán subió el gráfico a sus redes sociales y ni siquiera corrigió la información. Además, redobló la apuesta: "Canasta básica total del mes de mayo 2025 $359.244 para una persona. FALSO el dato que tiró médica residente", escribió. En las redes sociales explotó la indignación: usuarios preguntaban si ella realmente creía que una familia podía vivir con esa plata, mientras muchos recordaban que con esos números no alcanza ni para lo básico.

En paralelo, el Gobierno no mostró señales de abrir una mesa de diálogo con los médicos del Garrahan, que llevan más de dos semanas reclamando por salarios dignos. Lo único que ofrecieron fue un bono único de $300 mil, que los residentes rechazaron por considerarlo una limosna. El silencio oficial y el error de Santillán terminaron en un combo explosivo que muestra lo lejos que están los números de la realidad que viven los trabajadores de la salud.

El INDEC de 2013 y los 6 pesos diarios

Ahora, retrocedamos a 2013, cuando el Indec de la gestión kirchnerista difundió un dato que dejó a todo el mundo boquiabierto: una persona podía sobrevivir con 6 pesos diarios para comer. Sí, usted leyó bien: seis pesos. Esa cifra apareció en un informe oficial y se usaba para definir la línea de indigencia, con el argumento de que esa suma alcanzaba para una canasta básica alimentaria con 27 productos.

Pero, claro, esa cifra quedó en el recuerdo como un chiste de mal gusto. Aquel valor se sostenía con precios que estaban completamente desconectados de la realidad del bolsillo argentino: pan a $3,90 el kilo, leche a $2,60, asado a $12,70. Un disparate comer con esos precios, y lo confirmaban comerciantes y amas de casa que salían a decir que para alimentar una familia tipo se necesitaban al menos 100 pesos por día.

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En 2013, el Indec afirmaba que se podía comer con $6 diarios. La cifra, absurda y alejada de la realidad, generó desconfianza sobre los datos oficiales y su utilidad real.

La directora del Indec de ese entonces, Ana María Edwin, salió a explicar que esos números eran valores teóricos y que no representaban el consumo real de los sectores medios, sino una fórmula para medir pobreza e indigencia. Sin embargo, esas cifras oficiales siguieron siendo usadas para determinar porcentajes de pobreza e indigencia oficiales, mucho más bajos que los que calculaban organizaciones independientes como la UCA, que hablaba de cifras cinco veces mayores.

La discusión generó gran desconfianza sobre la fiabilidad de los datos oficiales, y sigue siendo un tema de debate porque las estadísticas muchas veces parecen ajustarse para contar la historia que conviene. Así que si en 2013 nos decían que con 6 pesos alcanzaba, y hoy una diputada se confunde con la canasta familiar, queda clarito que los números oficiales no siempre acompañan la vida real del argentino común y corriente.

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