SEGÚN LA CIENCIA

¿Por qué los estornudos vienen de 3 en 3?

Los estornudos encadenados pueden hacer que la persona transite diversas circunstancias incómodas. Sin embargo, hay una razón biológica por la que se desarrollan de esta manera. Un estornudo es un acto reflejo convulsivo de expulsión de aire desde los pulmones a través de la nariz, fundamentalmente, y, eventualmente, por la boca

El estornudo es provocado por partículas extrañas que provocan la irritación de la mucosa nasal. El estornudo puede diseminar enfermedades mediante el lanzamiento de vectores en el aire.
 
El reflejo al estornudar consta de 2 fases: la 1ra se llama inspiratoria espasmódica y la 2da lleva el nombre de espiratoria, tanto nasal como oral. La consecuencia de este mecanismo es la expulsión de aire y saliva (también virus, gérmenes y bacterias) a una velocidad que oscila entre los 70 y los 130 km por hora. Las partículas pueden llegar hasta los 8 metros.
 
Cuando el ser humano estornuda lo hace para liberar alguna sustancia que está irritando su aparato respiratorio. 
 
Otro dato curioso es que es casi imposible estornudar sin producir el movimiento de la cabeza hacia adelante. En este caso se trata de acto reflejo que ayuda a aclarar las vías respiratorias. Los estornudos vienen de 3 en 3 por esa misma razón. “Es la forma de sacar esas partículas extrañas de la nariz”, explica el otorrino Jordan S. Josephson. “Un estornudo lo suelta, el segundo lo lleva a la parte frontal de la nariz y el tercero consigue sacarlo”.
 
Las sustancias irritantes que provocan 1, 2 o 3 estornudos seguidos van desde el polvo disperso en al aire hasta los alérgenos que complican la vida de los alérgicos, como el polen y la caspa de las mascotas; sin olvidarse de incluir las infecciones virales, como el resfriado común (el virus del resfriado infecta a la mucosa, una membrana húmeda que recubre las fosas nasales). Cuando una de estas partículas irrita las vías respiratorias, el ser humano inhala mucho aire —muy rápido y muy fuerte— y el cerebro manda un mensaje al diafragma para aumentar la presión sobre los pulmones y expulsarlo.
 
Sin embargo, no todos los estornudos están relacionados con una irritación del aparato respiratorio. Por ejemplo, algunas personas estornudan cuando sale el sol, un rasgo genético que está presente en al menos un 10% de la población. Y hay causas más extrañas, como estornudar por tener el estómago lleno o hasta incluso cuando se llega al orgasmo. En cualquier caso, taparse la nariz y la boca al hacerlo no es sólo un gesto de buena educación sino que también ayuda a prevenir la expansión de diversas enfermedades, ya que al estornudar la persona está lanzando gérmenes a una distancia de hasta 5 metros.
 
Algunas de las cosas que se suelen repetir sobre los estornudos son en realidad mitos muy extendidos. Por ejemplo, se dice que un estornudo viaja a 160 kilómetros por hora, cuando lo normal es que no supere los 60 km/h. También es usual escuchar decir que es imposible estornudar con los ojos abiertos, pero algunas personas pueden hacerlo. Y tiene mucho sentido cerrarlos al estornudar porque de esta manera se evita que la presión del aire llegue a los globos oculares y les haga daño, o que los gérmenes entren en los ojos y produzcan una infección.
 
Algo interesante es cuando alguien estornuda, quienes están a su alrededor le dicen “Jesús” o “Salud”, según el país y la tradición. Esto se debe a que en el siglo VI el Papa Gregorio ordenó decir “Que Dios te dé Salud ” cada vez que alguien estornudaba. En esa época había una gran epidemia de peste. En España, tras una epidemia en 1881, se solía decir “Dios, Jesús, María y José te ayuden”. En la actualidad hemos abreviado a “Salud” y “Jesús”.
 
Los estornudos se originan cuando el epitelio respiratorio (la capa de células que recubre la nariz) se irrita y le da la orden al cerebro para que inicie su acto reflejo de expulsar esa sustancia que está ingresando en el organismo.
 
Se puede estornudar de 2 a 3 veces (o quizás más). Es común pensar que, al hacerlo 3 veces seguidas, se recibirà un presente o una sorpresa; otra tradición que a algunos les conviene, sin dudas.

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