SPYWARE

De FinFisher con CFK a Pegasus con Macri: Ciberespías transversales

En 2014, se conoció una compra por parte del gobierno de Cristina Fernández de tecnologías de espionaje de las comunicaciones a Alemania. Habrían existido, paralelamente, más compras por parte de los servicios de inteligencia a otros países. Ninguna se informó en detalle y se habrían destinado a buscar ‘cuevas’ para defender el ‘cepo cambiario’. La gran incógnita era si se había concretado la compra de FinFisher, un programa que puede tomar el control de cualquier computadora o teléfono celular. Por su parte, el gobierno de Mauricio Macri habría un sistema similar: Pegasus, que utilizaría en su guerra contra el narcotráfico pero que en México se supo que fue utilizado para espiar a periodistas y activistas. Tanto FinFisher como Pegasus y otros programas de ciberespionaje que se venden a nivel países, pueden ser utilizados para espiar a ciudadanos comunes.

En enero pasado, la empresa de seguridad Lookout y la Fundación Frontera Electrónica (una organización sin fines de lucro destinada a la defensa de los derechos de libertad de expresión en Internet) publicaron una investigación sobre una campaña masiva de hackeos a periodistas, militares y ejecutivos de empresas en 21 países organizada por un grupo llamado Dark Caracal que operaba desde El Líbano. La organización utilizaba herramientas de espionaje como FinFisher, empleado por al menos una treinta de gobiernos.

FinFisher es el sistema que se sospecha que pudo haber el gobierno de Cristina Fernández o sus servicios de inteligencia. Se trata de un software de espionaje desarrollado por la empresa Gamma Group International revelado a la opinión pública en 2011. Desde entonces numerosos informes, filtraciones e incluso hackeos a la propia empresa revelaron que ha sido utilizado por varios gobiernos para espiar a sus ciudadanos.

Ssegún un informe del grupo de vigilancia Citizen Lab, se han detectado un total de 32 países que son sospechosos de estar utilizando esta suite de spyware. Entre ellos, España, Venezuela, México, Bélgica o Italia.

FinFisher infecta los ordenadores de los usuarios camuflándose como diferentes tipos de archivos como extensiones de navegador, razón por la que Mozilla se quejó a Gamma en 2013. Una vez infectado un equipo, el programa copia los mensajes de la persona, graba conversaciones y puede hasta activar la webcam, por lo que la unica forma de impedirlo es una cinta adhesiva sobre la cámara.

El grupo de trabajo Citizen Lab de la Universidad de Toronto en Canadá descubrió la presencia del software FinFisher en compañías mexicanas lo que destapó un escándalo de escuchas a periodistas y activistas y especialmente de la conversación entre un defensor de derechos humanos y sus familiares a través de WhatsApp, en el Distrito Federal, reportada por la organización civil Propuesta Cívica.

En 2014, el diario Clarín reveló que el gobierno de Cristina Kirchner compró equipos de espionaje electrónico y tecnologías de vigilancia de las comunicaciones a Alemania, cuyas características se mantuvieron en secreto.

Según un informe del gobierno alemán se puntualizaba que la Argentina adquirió equipamiento sensible por casi 2 millones de dólares, seguramente para la SIDE.

El informe firmado por el ministro federal de Economía y Energía de Alemana, Rainer Sontowski, señala que el gobierno de Angela Merkel le vendió a la Argentina equipos de tecnología dual por 1.183.000 euros en 2010; y 169.357 euros en 2011. Las funciones de esos equipos serían para la intercepción de celulares y correos electrónicos.

Enrique Chaparro, presidente de la fundación Vía Libre –dedicada a la protección de los derechos de los ciudadanos frente a las nuevas tecnologías– pidió al partido Verde – que hizo el pedido de informes en Alemania- que precise si la Argentina hizo otras compras de estas tecnologías sensibles desde 2011 hasta la fecha. “También le pedimos que nos informe qué empresa alemana exportó y qué organismo argentino lo compró”, agregó Chaparro. El experto en seguridad de sistemas informáticos dijo que espera que el Gobierno “no haya comprado el programa FinFisher” que vende la empresa británica Gamma u otro similar, que causó alarma en otros países. Hasta el día de hoy no habría respuestas al respecto.

En tanto, en el gobierno de Mauricio Macri la polémica está en el uso del programa Pegasus, que tendría como propósito oficial la lucha contra el narcotráfico que le permite a la ministra Patricia Bullrich realizas los operativos que publicita casi diariamente.

Pero Pegasus también se uso en México para espiar a periodistas y activistas opositores al gobierno.

El software consiste en un virus que infecta sus teléfonos móviles y accede a toda la información por control remoto.

Según el diario El País de España, Pegasus es uno de los programas de ciberespionaje más sofisticados que existen en el mercado. Es un software que se inserta en el teléfono a través de una falla que el fabricante todavía no ha detectado y llega a controlar el corazón de su sistema.

La empresa que fabrica el software, NSO Group, es una compañía israelí que afirma que vende la herramienta de forma exclusiva a los gobiernos con la condición de que solo sea utilizada para combatir a terroristas o grupos criminales y carteles de drogas, según informa The New York Times. Aunque, Rafael Bucio, experto en ciberseguridad en la firma TPX, explica que hay numerosas agencias que actúan como proveedores y revenden esta herramienta, como Hacking Team, y otras que operan en la sombra. Cada una de las instalaciones exitosas del programa cuesta unos 77.000 dólares según documentó el diario estadounidense.

En Argentina, se vinculó la llegada en septiembre pasado del primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu con la compra de Pegasus para el área de Seguridad y Defensa a través de Mario Montoto, Presidente de la Cámara de Comercio argentino-israelí, especializado en ciberseguridad, y de estrecho vínculo con Patricia Bullrich.

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