OTRO CASO EN LA CIUDAD

Alacranes también en Recoleta: "No nos queda otra que mudarnos"

Desde hace unos 45 días, una familia que vive en el barrio porteño de Recoleta encontró dentro de su casa ejemplares de la variedad de alacranes más venenosa. "No sabemos qué hacer. Imaginate que desde que aparecieron en casa, no podemos dormir ni una noche. Nadie duerme acá. Con mi marido ya lo hablamos, no nos queda otra que mudarnos", contó Paulina, quien teme sobre todo por la salud de su hija, que tiene sólo un año.

Luego de que se conociera que un nene de 5 años fue picado en el cuello por un alacrán cuando dormía en su casa de Palermo, comienzan a conocerse nuevos testimonios sobre la presencia de estos arácnidos en la Ciudad.

Paulina, Luis y su hija de un año viven en un edificio ubicado en Avenida Del Libertador y Montevideo, pleno barrio porteño de Recoleta. Y, según contó la mujer, desde hace un mes y medio su día a día se transformó en una pesadilla debido a la aparición de alacranes venenosos dentro de su hogar.

"No sabemos qué hacer. Imaginate que desde que aparecieron en casa, no podemos dormir ni una noche. Nadie duerme acá. Con mi marido ya lo hablamos, no nos queda otra que mudarnos", afirmó Paulina en diálogo con Infobae.

La historia de ese edificio con los alacranes data ya desde hace varios meses. "Hace un tiempo, vi que en una de las reuniones de consorcio aparecieron dos alacranes en frascos. Yo vivo en uno de los primeros pisos, y me preocupé. Pero los vecinos me dijeron que me quedara tranquila, porque en el departamento había redes en las rejillas", relató.

Todo pareció estar controlado, hasta hace un mes y medio atrás, cuando se topó con el primer escorpión en el baño de su casa. "Había redes en las rejillas pero no en los sumideros. Entonces, una vez que fui al baño, apareció uno de los alacranes caminando por la bañadera".

El susto en su momento fue enorme, pero la familia pensó que se trató de un suceso relativamente aislado. Hasta que el miércoles pasado se toparon con un nuevo alacrán, más grande y oscuro en el patio grande de la casa. También lo guardaron en un frasco y se dirigieron al Instituto Pasteur para su análisis.

"Nos dijeron que se trataba de la variedad de escorpiones más venenosa de todas. Yo ahí entré en pánico. Así, nos dijeron que tapemos los sumideros, que tapemos los caños de los aire acondicionado, que pongamos más burletes y todo. Pero también nos aclararon que no hay mucho más que hacer ante estos casos. Que las fumigaciones realmente no sirven de nada", detalló la joven.

Paulina y Luis viven en su departamento de Recoleta desde hace dos años. Según les comentó un especialista, debajo del edificio seguramente se formó un nido de alacranes debido a imperfecciones edilicias. "Es un edificio muy antiguo, de los años '30. El problema es que fue construido al nivel del mar, como corresponde, pero hace que cualquier animal que se desarrolle cerca de un río, llegue sin problemas allí".

Además, la familia explicó que el verano y las actuales condiciones climáticas no hacen más que complicar el panorama: "Nos dijeron que con el calor y la humedad, estos animales se excitan y se mueven por todos lados. Es como si salieran a pasear", describió Paulina.

Otros vecinos del edificio también sufrieron las "visitas" de los escorpiones (a uno le apareció un alacrán caminando sobre la cabeza). Ya no se sienten seguros en su propia casa.

"En los últimos días habíamos traído a nuestra hija a la cama para que durmiera en el medio de nosotros. Pero cuando ayer me enteré de que el chico Tobías fue picado mientras dormía junto a sus padres, me di cuenta de que tampoco servía de nada", explicó Paulina.

"Ahora nos vamos a mudar unos días a lo de mis padres. Tenemos que irnos de nuestra casa lo antes posible. Después, veremos adónde mudarnos. Realmente nos complica todo porque nos encuentra después de un año terrible y sin que nosotros hayamos tenido la intención de hacerlo", afirmó la joven.

La familia aseguró haber intentado ponerse en contacto con el ministerio de Salud Pública de la Ciudad de Buenos Aires pero que no recibió respuesta alguna y destacó la "impecable" atención recibida por parte de los especialistas del Instituto Pasteur.

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