¿CANCILLER ARGENTINA O DE ESPAÑA?
La doble ciudadanía de Susana Malcorra, un tema delicado
La doble ciudadanía es un caso muy delicado entre los diplomáticos de cualquier gobierno. En el caso argentino, se recuerda el escándalo por Héctor Timerman, cuya situación fue resumida por Juan Bautista Yofre en su libro 'Nadie Fue', en una referencia: "[20] Después del “Caso Graiver” vivió en los EEUU y se naturalizó estadounidense, convertido en un acérrimo defensor de los Derechos Humanos. Después de 1983, dirigió otros medios periodísticos. Luego de fracasar como candidato a diputado nacional por el ARI, aceptó integrarse a las filas del “kirchnerismo” y fue nombrado cónsul general en Nueva York. Tras el acceso a la presidencia, Cristina Fernández de Kirchner lo nombró embajador en los Estados Unidos de Norteamérica." En funciones, Timerman terminó renunciando a la ciudadanía estadounidense. Pero ¿qué ocurre ahora con Susana Malcorra, a quien acusan de ser canciller argentina con una doble ciudadanía española? Inclusive hoy, por Canal 26, le dedicarán un 2do. programa consecutivo al tema ("1+1=3", de Santiago Cúneo).
"(...) las dos mujeres mejor ranqueadas en las dos votaciones informales que han hecho los 15 miembros del Consejo de Seguridad tienen doble nacionalidad. Esa condición es novedosa porque hasta ahora no se han presentado casos de secretarios que tengan doble documento de nacionalidad. Susana Malcorra argentina pero también tiene la nacionalidad española, un estatus que permiten los acuerdos entre los dos países. Esa misma situación tiene la costarricense Christiana Figueres, que ostenta también la nacionalidad italiana.
Entre los burócratas que siguen minuto a minuto esta carrera no hay un diagnóstico sobre si la doble nacionalidad es un factor invalidante para ser secretario de la ONU, que es un foro de la multi lateralidad y que se justifica por buscar mecanismos de convivencia que estén por encima de los nacionalismos. Los países de América Latina con historia migratoria suelen permitir la doble nacionalidad, pero no se sabe si para manejar un organismo internacional eso sea un impedimento. La binacionalidad de estas dos latinoamericanas puede ser algo leve ante las dislocaciones que tienen nacionales de países africanos o de Europa del Este, que cambian el mapa cada 50 años y las fronteras duran menos que la liviana melodía (Borges). La carta de la ONU no dice nada sobre condiciones de nacionalidad. Si capítulo XV destaca que el Secretario no debe seguir instrucciones de ningún país; ¿qué mejor herramienta para eso que el funcionario tenga dos nacionalidades? Lo que destacan quienes le dan a esto un sentido restrictivo, es que se trata de una novedad.
La doble nacionalidad está permitida en muchos países de la región no sólo por la experiencia migratoria, por la cual los países de origen buscan admitir el “jus sanguinis” para prolongar su estirpe por el planeta. También porque tienen una historia de desarreglos institucionales que provocan exilios, desarraigos y migraciones forzosas. La Constitución argentina lo admite cuando pone la condición de ser “haber nacido en el territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo, habiendo nacido en país extranjero” (art. 89°). Evoca los exilios del periodo rosista que hacía que muchos perseguidos tuvieran hijos en Chile o en la Banda Oriental que regresaron del exilio con sus padres. La norma los ponía en la misma condición de los nativos.
Antes de ahora se conoció el caso del médico Claudio Zinn, que tiene la nacionalidad argentina e italiana y representa en el Senado de Roma a los inmigrantes de ese país en Sudamérica. El actual gobierno lo propuso como embajador en Suiza, pero este país rechazó el plácet por la binacionalidad. Que se defina, le mandaron a decir a la Cancillería argentina, si es argentino, italiano, suizo-italiano o qué.
Otro binacional es el ex embajador en España Carlos Bettini, que sufrió exilio o ha tenido siempre la nacionalidad española. Eso impedía que el reino de España le diera la inmunidad de embajador, pero no se conocer que haya renunciado a esa condición. Para algunos hubo una tolerancia de Madrid hacia Bettini, que siempre ha tenido inserción en círculos del país en donde vive hace más de 40 años.
También tuvo dos nacionalidades Héctor Timerman, que fue cónsul, embajador y canciller. Cuando se exilió obtuvo la nacionalidad estadounidense, pero renunció cuando tuvo el primer cargo con el anterior gobierno, que fue de cónsul en Nueva York. Estados Unidos no reconoce la doble nacionalidad legalmente, pero si tenés otra no dice nada. Para darle inmunidades a Timerman sí había una restricción, que el ex canciller resolvió con una renuncia. (...)".
Para Santiago Cúneo, el tema merece ir más a fondo, ya lo presentó en su programa "1+1=3", por Canal 26, el domingo 18/09:
Y promete volver a la carga hoy domingo 25/09. Cúneo desafía a Malcorra a que lo desmienta, y que muestre su DNI para así consultar el padrón electoral español.
Si hasta 2015 España estaba en el 6to. puesto, de 200, ahora llegó al 2do. lugar, junto con Finlandia, Francia, Suiza y Reino Unido (que en 2015 era líder junto a USA) y que ahora ha bajado tras el Brexit.
Los poseedores del pasaporte español pueden entrar en 157 países (se analizan 200), lo que supone un ahorro importante de tiempo y dinero en papeleo, por eso es tan poderoso. Sólo países como Alemania y Suecia están por encima, ya que pueden acceder facilmente a 158 países.
Dinamarca, Italia, Holanda, Bélgica, Corea del Sur y Noruega, con libertad para viajar por 156 países, son los N°3 de la lista. Singapur, Luxemburgo, Austria, Portugal y Estados Unidos con 155 y Grecia, Irlanda y Japón con acceso a 154 completan la lista de los 5 pasaportes más poderosos o deseados del mundo.
Por otra parte, los documentos con los que resulta más difícil atravesar fronteras son Afganistán donde sólo tienen libertad para viajar por otros 24 países, Pakistan (27 países), Iraq (con 29) y Somalia (31).
En esa lista, la Argentina se encuentra en el N°17, igual que Brasil.