UNA SUSTANCIA INNECESARIA

Tarea para hoy: Reducir/Eliminar el consumo de azúcar

Los expertos cada vez lo tienen más claro, aunque haya voces disonantes. Son los azúcares añadidos, y no la grasa, como desde hace tiempo se ha creído, los verdaderos causantes de que engordemos. Ahora, si no se puede evitar, el azúcar, comparado con el edulcorante, es mejor, según especialistas en salud que insisten en su consumo medido.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que el azúcar constituya menos del 10% de la dieta diaria del niño, 10 gramos de azúcar por cada 100 gramos de comida.
Los expertos han hecho sonar las alarmas tras haber constatado que la gran mayoría de alimentos dirigidos a los pequeños supera la cifra con creces. Cereales, galletas, zumos, yogures... Nuestros niños crecen con la adicción al azúcar en su cuerpo, un comportamiento que sin duda les hará ser adultos menos saludables y totalmente adictivos a un ingrediente superficial con nulo valor nutricional.

Además, más allá de la obesidad infantil, los expertos avisan: si su hijo va mal en el colegio lo primero que debe hacer es eliminar el azúcar de su dieta. Y es que el azúcar disminuye considerablemente la concentración del menor, eleva el riesgo de ira y hace que sus cambios de humor sean más inestables y variables, aseguran expertos en nutrición del Reino Unido.

Las gaseosas regulares lideran la lista con 21,9 gramos de azúcar en promedio cada 200ml. Es importante destacar que solamente con el consumo de una botella de 600ml de gaseosa regular, una persona supera ampliamente la cantidad de azúcares agregados recomendada por día por la OMS (10 cucharaditas) ya que aporta el equivalente a 13 cucharaditas de azúcar. Esto también es importante ya que las bebidas azucaradas aportan “calorías vacías” al organismo, brindan sensación de saciedad sin
aportar nutrientes, lo cual provoca una reducción en la ingesta de otros alimentos y bebidas con mayor contenido de nutrientes.

Según Action on Sugar, un yogur descremado puede contener hasta 5 cucharaditas de azúcar.

Encontramos azúcar en los yogures, y también en el pan, en los refrescos, en las verduras congeladas, en la comida enlatada, en la pasta, en la leche, en la salsa de tomate y en todo tipo de comida que sufra un proceso de elaboración, incluso en la 'comida light' o 'zero' y en la comida salada, la menos sospechosa de contener azúcar añadido.

Los expertos alertan de la propaganda engañosa que se ha instaurado entorno al azúcar, ese ingrediente que parece estar sin estar. Recuerdan que ningún otro mamífero ingiere azúcar añadido y que es totalmente innecesario consumir azúcar añadido para nuestra dieta, un sistema totalmente inventado por el ser humano.

La industria azucarera, consciente de la mala prensa del azúcar, se ha inventado un repertorio de palabras con supuestas connotaciones saludables: sirope de cebada, azúcar de remolacha, sirope de arroz moreno, cristales de caña, edulcorante de maíz, pulpa de fruta y otros eufemismos.

La OMS se preocupa por los altos consumo de azúcar que se dan en todo el mundo y aconseja que debería reducirse a menos del 10% de la ingesta calórica total y al 5% para tener mayores beneficios.

Los expertos reclaman a la industria que en los próximos 5 años reduzca en 30% el azúcar añadido en los alimentos. Están convencidos de que es la manera más efectiva y barata de poner freno a la diabetes y la obesidad, 2 de las plagas de nuestro mundo que a diferencia de otras pandemias no tienen un plan de actuación para su freno.

Unas estimaciones que también comparte Naciones Unidas, que habla de las "pruebas evidentes que demuestran el vínculo que existe entre refrescos y comida con azúcares añadidos y la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares".

La Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC Argentina) desarrolló una investigación para conocer el contenido de azúcares de las bebidas no alcohólicas en
Argentina en el marco de un proyecto colaborativo internacional liderado por The George Institute, Australia.

En Argentina, el consumo de azúcar agregado estimado es alrededor del triple del recomendado (cercano a las 35 cucharaditas diarias) y nuestro país se encuentra entre los 5 países de mayor consumo de azúcar agregada del mundo15. Una de las principales fuentes de consumo de azúcar agregado es el consumo de bebidas azucaradas, y Argentina es el primer consumidor de bebidas gaseosas del mundo, con 137 litros per cápita por año, según Euromonitor 2014.

Estos indicadores son alarmantes y se ven reflejados en el aumento en los niveles de sobrepeso y obesidad en la población infantil (34,5%) y adulta (57,9%) de Argentina.

No contamos con políticas públicas diseñadas para reducir el consumo de azúcares y tampoco es obligatoria la declaración de azúcares en el rótulo nutricional según el Código Alimentario Argentino, sino que su contenido puede ser declarado en forma opcional, con la consiguiente desinformación de los consumidores acerca del origen y la cantidad de azúcares que contienen los alimentos y bebidas.

La OMS manifiesta que el consumo de azúcar se puede reducir de 2 formas:

> limitar el consumo de bebidas y alimentos con altos contenidos de azúcar como golosinas, y
> consumir verduras y frutas crudas en reemplazo de aperitivos azucarados.

Del total de 287 productos relevados y analizados, se encontraron 184 productos con azúcar y 103 productos sin azúcar. Las únicas categorías que no contienen productos con azúcar son el agua y las bebidas light o sin azúcar.

El promedio de azúcar en el total de las bebidas azucaradas es de 13,6g en 200ml. Las gaseosas son las que tienen mayor contenido con 21,9g de azúcar en promedio, luego le siguen los jugos con 17,2g, las bebidas a base de soja con 14,9g, las bebidas deportivas con 12g y las aguas saborizadas con 9,6g.

Respecto a la recomendación de consumo de azúcar de la OMS, se observa que con un vaso (200ml) de gaseosa regular se cubre casi la mitad (43,7%) de la recomendación de
consumo (50 gramos diarios). Si tomáramos la última recomendación “condicional” de la OMS, donde el consumo de azúcar recomendado disminuye a 25 gramos diarios, la misma cantidad de consumo de gaseosa regular llega a cubrir el 87,4%.

En 2015, una productora holandesa llamada LifeHunters hizo un experimento “Guy gives up added sugar and alcohol for 1 month”. Al día de hoy el video tiene más de 6 millones de visitas en YouTube. El objetivo fue mostrar cómo uno de los protagonistas dejaba de consumir azúcar por un mes, presente en alimentos y bebidas, además de dejar el alcohol y la comida chatarra. Se puede ver cómo al principio el protagonista está malhumorado por la falta de azúcar en su cuerpo, atravesando el famoso síndrome de abstinencia pero a los 20 días aproximadamente, su cuerpo se acostumbra y deja de pedir azúcares. Muestra cómo el organismo se acostumbra a comer comida sana. A pesar de estas desventajas, el protagonista empieza levantarse de manera más fácil a la mañana y siente que su cuerpo tiene más energía. ¿El resultado? 4 kilos menos, el colesterol disminuyó en un 8% y con una mejor presión sanguínea.

Uno de los encargados del video, Erik Hensel dijo: “Desde el momento en que es cada vez más difícil comer comida saludable, queríamos saber cómo se siente una persona que renuncia al azúcar, el alcohol y los aditivos durante un mes”.

Pero igualmente no todos los médicos estarían a favor de lo que este video intenta demostrar. Toma una posición bastante extremista con respecto al consumo de alimentos con azúcar. Para empezar, no se conoce cómo es la dieta completa de quien se sometió a este experimento. Además que se muestra que para tener una vida saludable solo hay que comer verduras y batidos de frutas. ¿No es saludable también darse un gusto de vez en cuando?

En el año 2013 Paul van der Velpen, el jefe del servicio de salud de Ámsterdam, capital del país europeo y de donde proviene la productora del experimento, había empezado a advertir sobre los problemas que trae el excesivo consumo de azúcar.

“Así como el tabaco y el alcohol, el azúcar es en efecto una droga. Existe un papel importante para el gobierno: el uso de azúcar debe ser desalentado. Y los usuarios deben estar informados sobre sus peligros”, escribió Paul en el blog oficial de salubridad.