Antes de ir al problema, es posible repasar un poco sobre la estructura, poco conocida, de la dirección de Internet que tiene cada lector.
IMPORTANTE DEFINICIÓN
IP únicas vs. compradores de diarios: Un gran debate de medios
Internet es un medio de comunicación: esto no fue fácil instalar pero hoy ya no puede negarse su influencia. Es más: todos los medios convencionales convergen hacia Internet. Por lo tanto, ahora el desafío es obtener un sistema de medición estándar para las audiencias de Internet, tal como sucede con los diarios (Instituto Verificador de Circulaciones) o con la radio y la TV (Ibope). El dato no es menor cuando los lectores de diarios impresos migran en forma creciente hacia los soportes digitales, una tendencia inexorable y que condiciona a anunciantes privados como gubernamentales.
Una dirección IP es un número que identifica, de manera lógica y jerárquica, a una Interfaz en red (elemento de comunicación/conexión) de un dispositivo (computadora, tableta, portátil, smartphone) que utilice el protocolo IP (Internet Protocol), que corresponde al nivel de red del modelo TCP/IP.
Las direcciones IPv4 se expresan por un número binario de 32 bits permitiendo un espacio de direcciones de hasta 4.294.967.296 (232) direcciones posibles. Las direcciones IP se pueden expresar como números de notación decimal: se dividen los 32 bits de la dirección en 4 octetos. El valor decimal de cada octeto está comprendido en el intervalo de 0 a 255 [el número binario de 8 bits más alto es 11111111 y esos bits, de derecha a izquierda, tienen valores decimales de 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64 y 128, lo que suma 255].
Existen 2 tipos de IP. Las públicas y las privadas. Desde la 192.168.0.0 hasta la 192.168.255.255 son direcciones privadas. Cuando dicen que las IP nunca se repiten es porque sólo es posible acceder a internet con una dirección pública, y no privada. Las privadas son únicamente para darle direcciones a sus dispositivos, como interfaces de los routers, el pc, la wifi, y montar en casa o empresa una red, sin embargo, la dirección hacia el exterior, es decir la dirección pública por la que Ud. le paga a su compañía proveedora de internet es única y sólo Ud. la posee.
Ahora bien, ¿la identificación de una IP única puede concederle a un lector de noticias por la web un statu-quo equivalente al de ese misma persona cuando lee una publicación impresa?
Esto es motivo de controversia. Un navegante fundamentó el problema:
"En un mes uso los siguientes navegadores:
# IE (Internet Explorer) desde el computador del trabajo
# IE desde el computador de casa
# Firefox desde el trabajo
# Firefox desde casa
# Chrome desde el trabajo
# Chrome desde casa
# Safari desde la Mac de casa
# Firefox desde la netbook
# IE desde la netbook
# IE mobilie desde mi móvil marca HTC
Al mes visito fijo varios diarios online. Soy una única persona. Pero soy al menos 9 usuarios únicos en 1 mes. Y si borro cookies cada 15 días en todos los navegadores, seré 18 usuarios únicos diferentes al mes. Si borrara cada día sería casi 100 (aunque no uso todos los computadores cada día). (...)".
¿Cuán falible es la métrica de usuario único?
Algunos afirman que, para establecer una audiencia fidedigna en Internet hay que comenzar a trabajar en el dato híbrido (bases de datos que manejan datos textuales y datos binarios... pero sucede que es una tecnología reciente y aún existen pocas en el mercado).
La situación que se plantea es curiosa porque no hay otro medio cuyo público y mensaje pueda medirse con más precisión que el de Internet. Es impresionante la batalla por los llamados 'metadatos' que se acumulan en bancos de datos, motivo de disputa entre Facebook, Google, Apple, Telefónica, Vodafone, etc. Pero es imprecisa la medición de audiencias digitales aún cuando es casi imposible borrar el rastro de un navegante.
"No hay ningún sistema que garantice al 100% la eliminación de un archivo en un soporte digital", aseguran Daniel Creus y Mikel Gastesi, expertos en seguridad informática y autores del libro "Fraude Online: abierto 24 horas". Ni siquiera sobrescribiendo varias veces un documento encima del que queremos borrar es seguro que no quede algún dato antiguo que pueda ser recuperado.
No existe el anonimato en la red. Tanto es así que en opinión de Álvaro Ibáñez, socio del blog de tecnología Microsiervos, vamos hacia un cambio de paradigma en relación con la privacidad, en el que este concepto será cada vez menos importante para la población. "La gente aún no es consciente, pero va camino de serlo, de que todo lo que publicamos en la red es público, y queda para siempre".
El estudiante austriaco Max Schrems solicitó a Facebook todos los datos que tenían sobre él y la compañía le envió un CD con 1.200 páginas donde no solo aparecía lo que él mostraba en su perfil, sino también sus conversaciones privadas, notas que había eliminado, referencias sobre sus gustos, sus intereses y hasta sus opiniones religiosas.
Stefan Gross-Selbeck, el presidente de la red social para profesionales Xing, afirma que "los datos personales son el petróleo del siglo XXI".
La Comisión Europea pretende ordenar este océano de datos privados que navegan por la red o duermen peligrosamente en todo tipo de soportes digitales, pero hay zozobra a la hora de definir los usuarios verdaderos de un medio digital. ¿Cómo puede ser posible? Cada mercado intenta resolver esa carencia a causa de que la publicidad en Internet crece y crece. En el Reino Unido, por ejemplo, la suma de presupuestos aplicados a Internet supera a la suma de presupuestos para la TV.
En la Argentina es imprescindible transparentar la escena aún cuando el desarrollo de la publicidad en Internet sea más incipiente, algo lógico en una sociedad que todavía ni siquiera generalizó el uso de la firma digital, por ejemplo. Pero la tendencia es inexorable.
Entonces, volviendo a la pregunta central en el debate sobre medios de comunicación hoy día en la Argentina, ¿puede un usuario único resultar el equivalente a un lector de diario impreso?
Según Google Analytics, los usuarios únicos representan el número de usuarios no duplicados (contabilizados una sola vez) que han accedido a su sitio web durante el transcurso del período de tiempo especificado.
Sin embargo, contabilizar esto como mecanismo de medidor de personas o audiencias no es 100% fiable: Las cookies, que identifican esa IP, siempre estan asociadas a un navegador, por lo que un mismo usuario que navegue con Google Chrome y Mozilla Firefox tendrá 2 cookies asociadas (una por navegador), por lo que Analytics lo contabilizará como 2 usuarios distintos.
Al revés: en una universidad o en un ciber en el que muchos usuarios se conectan diariamente desde la misma computadora y seguramente coincidan en alguna web, se contabilizará 1 usuario único aunque sean 1.000 o 100.000.
Una posibilidad, en esta carrera por contabilizar audiencias, es utilizar el login del usuario pero no es un estándar que las webs tengan un obligatorio login de usuario.
En cualquier caso, problemas también hay en las mediciones de radios, soporte en el que el procedimiento de Kantar Ibope Media se reconoce imperfecto. Otra falencia en el mercado de medios: no todos los diarios están en el IVC, del que son socios los propios editores que aceptan ser medidos o sea que no es una medición de un 3ro.
De todos modos, la industria ha homologado herramientas y estrategias de medición en cada uno de esos casos. En el caso de la TV, se utiliza la herramienta del people-meter y el panel de opciones que proporciona Kantar Ibope Media. No es perfecto pero es un procedimiento consensuado entre los actores, congregados en la CCMA (Cámara de Control de Medición de Audiencia).
Se conoce que la empresa comScore Networks está negociando la homologación con anunciantes y agencias de publicidad para su reconocimiento como medidora del mercado de Internet local. Es una opción posible pero hay que encontrar una.
En 2001, la empresa Media Metrix había construido una ventaja en términos de mercado, pero había sido incapaz de crear una estructura financiera sostenible. comScore adquirió Media Matrix, luego M: Metrics (medición del consumo de contenido móvil), Certifica (proveedor de medición web en tiempo real), y otras. ¿Podrá ser la que consiga establecer el estándar que le permita a los lectores de páginas web tener un statu-quo equivalente al de lector de publicaciones impresas?
Sin duda que el mercado precisa la medición para establecer la transparencia y, por lo tanto, consolidar la adultez de las webs de contenido.