UN FINAL "BUITRE" PREANUNCIADO

Los Martínez Sampedro perdieron Codere

Luego de 1 año de negociaciones entre los acreedores –fondos de inversión y hedge funds– y los propietarios de Codere –la familia Martínez Sampedro–, las partes han llegado a un acuerdo de reestructuración que supondrá la cesión de la mayoría del capital por parte de la familia fundadora del grupo y la previsible exclusión de Bolsa de la compañía de juego. Codere ha explicado en un comunicado enviado a la CNMV –Comisión Nacional de Mercados de Valores, el regulador español del mercado, que suspendió la cotización de la compañía al cierre del mercado, pasadas las 17:00 del martes 23/09–, tras alcanzar un primer acuerdo con más del 75% de sus acreedores. En esa sesión el valor en Bolsa de Codere cayó -12,3%, cerrando a 0,64 euros por acción. El lunes 22/09, el valor de Codere se había incrementado +19,67% ante versiones de otro tipo de acuerdo. Blackstone, uno de los acreedores ahora accionista, es uno de los llamados "fondos buitres", tenedores de deuda pública argentina en default.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Codere ya no es la Codere que fue. Es otra Codere y habrá cambios en todas partes, aún cuando las filiales como la argentina afirman estar afuera del Codere matriz.
 
Es cierto que Codere zafó de la suspensión de pagos. Pero la familia Martínez Sampedro pasará de tener el 70% del capital a apenas el 2%, por lo que el control de la líder español de la industria del juego pasa a manos de los bonistas.
 
Y todo gracias a la restricción financiera que resultó para los Martínez Sampedro la imposibilidad de que su filial argentina pudiera remesar hacia la casa matriz (el cepo cambiario que impuso la Administración Kirchner a causa de sus problemas financieros externos), las utilidades operativas contra las que se había emitido deuda colocado entre acreedores que avanzaron en la ejecución de sus bonos.
 
Según han indicado fuentes próximas a las negociaciones, el acuerdo consiste en la aceptación por parte de los acreedores de una quita de unos 400 millones de euros sobre los 1.100 millones originales y el canje de algo más de 670 millones de deuda por capital, por el 98% de Codere. 
 
Además, los bonistas inyectarán otros 450 millones de euros mediante 2 emisiones de deuda subordinada (200 millones) y senior (250 millones) para que la compañía tenga liquidez operativa.
 
La administradora de fondos Blackston, a través de sus fondos controlados Canyon Capital Finance y GSO Special Situacion Fund, tuvo un rol clave en la negociación y es ahora uno de los accionistas.
 
Blackstone es uno de los llamados "fondos buitres", tenedores de deuda pública argentina en default.
 
Luego, los bonistas obligan a la familia Sampedro a comprar un 20% de Codere a un precio de mercado por determinar, lo que permitirá al actual presidente, José Antonio Martínez Sampedro, continuar con la gestión del holding, manteniendo a su vez a su equipo directivo.
 
No obstante, el control de las decisiones pasará por un consejo de administración que controlado por los acreedores, ahora accionistas: sobre 9 miembros, Martínez Sampedro tendrá 3, los bonistas acreedores tendrán 5, y él restante se seleccionará de forma paritaria.
 
Los cambios en la estructura del capital, explica la compañia en su comunicado, incluyen una conversión de 636 millones de los bonos existentes en nuevas acciones, lo que implica una nueva distribución del capital, de la cual resultará que los accionistas actuales mantendrán el 2,22% y los bonistas tendrán el 97,78%.
 
José Antonio Martínez Sampedro y Javier Martínez Sampedro se mantendrán como presidente y consejero delegado o CEO, respectivamente–, pero ellos deberán invertirán en acciones de la compañía ya reestructurada, hasta alcanzar casi 20% del capital.
 
Ahora solo falta saber qué ocurrirá con la deuda personal de la familia Sampedro, la cual supera los 500 millones de euros y que vence a corto plazo.
 
Los bonistas que hayan participado en la nueva emisión de bonos alcanzarán el 61,2%; las entidades aseguradoras del contrato de préstamo tendrán un 1%; y los tenedores de otros bonos se repartirán un 6%.
 
Una vez finalizado el proceso de reestructuración Codere lanzará una oferta de exclusión, previa aprobación por parte de la CNMV, y dejará de cotizar en Bolsa.
 
El 02/01 Codere solicitó su entrada en preconcurso, lo que le otorgaba 4 meses para negociar un convenio de pago con los acreedores y evitar así la declaración de concurso. Desde entonces la compañía española y sus acreedores han estado negociando una alternativa a la declaración de concurso de acreedores, dándose 10 días de plazo de negociación que ambas partes han ido ampliando sucesivamente, hasta el 03/09, comprometiéndose a no ejecutar medidas legales que pudieran desembocar en la declaración de concurso. 
 
En total, la compañía ha informado de 14 'standstill' desde el inicio de las negociaciones.
 
Codere está presente en España, Italia, Argentina, México, Panamá, Colombia, Uruguay y Brasil. Opera 172 salas de juego, 51.664 máquinas de juego, 1.640 establecimientos de apuestas deportivas y participa en la gestión de 2 hipódromos.
 
La devaluación del peso argentino (el país que resulta su mercado N°1) frente al euro ha lastrado fuertemente los últimos resultados del grupo. En el 2do. trimestre del año el ebitda de Codere se situó en los 43,8 millones, un 9,9% menos; a tipo de cambio constante, el ebitda del grupo habría subido un 14,2%.
 
En la Argentina, Codere opera 14 bingos en la provincia de Buenos Aires: Lanús, San Miguel, La Plata, Morón, San Justo, Mar del Plata, Temperley, Ramos Mejía, Lomas del Mirador, San Martín y Lomas de Zamora.