Cuando nos reunimos con amigos o cuando hacemos un tiempo para nosotros, el plan cena y series es infalible. Pero cuando combinamos ambos placeres en un mismo espacio, el resultado es indescriptible. Descubrir una nueva receta nos permite salir de la zona de confort gastronómica. En muchos casos nos conecta con recuerdos ligados a la infancia, preparado con el amor de un pariente. Porque la comida entra por los ojos pero descansa en nuestro corazón (Además que en el estómago). Esta cena de series en Netflix transportarán tu mente a lugares que no conocías, a sabores desconocidos y a postres divertidos.
Entradas en peligro de extinción: Street food Asia
Desde diversos rincones del continente asiático, cada receta expone los pormenores poéticos de un arte crecientemente en desuso: La comida callejera y los anónimos héroes detrás de una tradición culinaria ya menospreciada. En lugar de centrar la atención en restaurantes con listas de reservas de meses y menús de degustación compuestos por platos obscenos a precios aún más obscenos, Street food Asia es una de esas series que degusta la realidad de la comida preparada en puestos a la calle. Cada receta es una muestra del patrimonio gastronómico solapada en las aceras de las ciudades donde se enmarcan los episodios. ¿La receta más cercana? El Takoyaki que puede verse en el episodio de Osaka. Si bien se hace tradicionalmente con pulpo, es posible reemplazarlo por carnes más económicas y convencionales, como el pollo. Hacer Takoyaki en casa cuenta como un aperitivo muy original, y es posible cocinarlo sin herramientas especializadas.
Plato principal : Chef's table
El hermano mayor de Street food, más deslumbrante y refinado: Chef's Table es una oda al culto de la celebridad del chef dentro de Netflix. Los icónicos platos que presentan cada una de las personalidades entrevistadas suponen el pináculo de la gastronomía dentro de su área. Este formato de series-documental ya posee varios spin-offs que buscan englobar el diverso espectro de sabores, y retomar esta narrativa mítica de la búsqueda de una receta insignia dentro del proceso creativo del cocinero, fundada tras el legado de celebridades culinarias, como Anthony Bourdain. El plato fuerte viene con dos recomendaciones al precio de una: El episodio del volumen 1 dedicado a Francis Mallmann, donde se hace un pantallazo a cada receta del chef preparada a las brasas junto con la búsqueda por la costra maillard perfecta, y el capítulo de Jeong Kwan del volumen 3, donde una monja budista deleita a los mejores restaurantes del mundo con preparaciones vegetarianas. Ambos ofrecen perspectivas distintas para cocinar asados como parte de comidas patagónicas con carácter y una cantidad de vegetales alternativos a los que ya conocemos, de sabores delicados pero con presencia.
Postre: Zumbo's Just desserts
Siempre hay lugar para un dulce después de comer. En el amplio abanico de Netflix en materia de realities de pastelería, pocos programas son tan originales y dinámicos como Zumbo's Just Desserts, donde un grupo de pasteleros deberá poner a prueba sus habilidades emulando las creaciones del pâtissier australiano Adriano Zumbo, invitado frecuente de la versión de Masterchef en su país de origen. Lo curioso de este programa es la utilización de ingredientes poco convencionales dentro de la repostería, y la posibilidad de los participantes de expandir sus habilidades pensando cada receta de los desafíos en formas poco ortodoxas. De los mejores capítulos hay que destacar el tercero de la segunda temporada, donde los aspirantes deben crear un clásico para el postre: un helado de ensueño.
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