Este lunes (6/11) el vasto y rico patrimonio artístico mundial ha sido otra vez víctima del bestial atentado de progreactivista. Ecologistas de Just Stop Oil irrumpieron en una sala de National Gallery de Londres (Reino Unido) para atacar a martillazos la pintura ‘Venus del espejo' de Diego Velázquez.
RIDÍCULO
Reino Unido: Progreactivistas a martillazos contra valiosa obra
Ecologistas de Just Stop Oil rompieron el cristal de la pintura 'Venus del espejo' de Diego Velázquez en la National Gallery de Londres (Reino Unido).
“Las mujeres no consiguieron el derecho al voto votando. Es la hora de la acción, no de las palabras. Es el momento de abandonar el petróleo. Si amamos la historia, si amamos el arte, si amamos a nuestras familias, debemos abandonar el petróleo” ,defendieron de espaldas al cuadro arruinado.
Por suerte, el cuadro, como la mayoría, estaba recubierto con un fino cristal que luego sufrió daños a manos de martillos de emergencia. Luego fue descolgada para poder ser examinada por los conservadores en busca de posibles daños, según 'The Independent'
La obra es una de las más memorables del pintor español. Velázquez fue el primer gran artista plástico en representar a una diosa de una manera más humana. Representó a Venus, la diosa de la belleza y fertilidad, según la mitología romana, con absoluto realismo en un entorno común y corriente.
Pero a los activistas no les importa. Su limitación cultural e histórica los llevó otra vez a atentar contra el máximo exponente de la pintura española y maestro de la pintura universal.
Lo que no advierten estos “progres” es que no sólo estropean las obras de grandes artistas, que por cierto su restauración cuesta millones de euros, sino que desprestigian al genuino movimiento climático; el racional que no arruina la cultura y que se aboca a la verdadera protección del medio ambiente.
No pueden justificar la vandalización de las obras artísticas para intentar "equilibrar" con los desastres naturales hechos por el hombre. Esta tendencia cancelatoria es peligrosa porque pervierte el significado y calidad de los legados culturales, poniendo en riesgo su existencia.
Es el segundo ataque brutal ataque que sufre la obra. En marzo de 1914, Mary Richardson (1889-1961), una activista se plantó frente al cuadro, el único desnudo que pintó Velázquez y se lanzó contra el lienzo para cercenarlo. Con un hacha de carnicero le produjo 7 cortes.
“He tratado de destruir la imagen de la mujer más bella de la historia mitológica como protesta contra el Gobierno por destruir a la señora Pankhurst, que es el personaje más bello de la historia moderna”, justificó en ese entonces.
Esta absurda tendencia no es nueva y su creciente popularidad es muy preocupante. El año pasado el mismo grupo ecologista Just Stop Oil profanó 'Los girasoles' de Vincent van Gogh arrojando sopa de tomate y se apropiaron de 'La carreta de heno', de John Constable pegándose al cuadro.
Sea por ideales o por mera búsqueda de atención, cientos de personas se abocan a la destrucción del patrimonio cultural mundial sin llegar a comprender que ponen en riesgo su existencia.
Italia, cuna cultural de Europa, es el país que más sufre la insensatez del actual activismo climático. La fuente Barcaccia en Piazza di Spagna esculpida por Gian Lorenzo Bernini, La Fontana Di Trevi esculpida por Nicola Salvi y la fachada del histórico Palazzo Vecchio fueron una de sus últimas víctimas.
Las autoridades italianas ya están hartas de estos manifestantes. Por ello, el Consejo de Ministros de Italia a mediados de abril, aprobó un proyecto de ley contra los eco activistas que "manchan" el patrimonio cultural . El texto prevé sanciones en caso de "destrucción, dispersión, deterioro, desfiguración, ensuciamiento y uso ilícito de bienes culturales o paisajísticos".
Tal vez los demás países deberían levantar la cabeza y observar las reacciones de las autoridades italianas.
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