Sol Macaluso, de 26 años, periodista de Argentina pero radicada en España hace varios años, mostró al mundo una de las imágenes más duras de la guerra en Ucrania: el momento en que cientos de familiares, parejas e hijos deben separarse de sus seres queridos, algunos para quedarse en Ucrania a defender a su país, otros porque simplemente superponen la seguridad de sus hijos y buscan cualquier posibilidad presente para hacerlos huir de la catástrofe.
Esta situación es la que relata Sol Macaluso entre llantos, donde un compañero ucraniano le rogó que se haga cargo de su hija, ya que iba a dejar sus funciones para alistarse a las FFAA de Ucrania para servir a su país.
Heroína con micrófono
El medio para el que trabaja en España designó a Sol Macaluso, periodista oriunda de Argentina, para cubrir el conflicto, que en ese momento, estaba en escalada entre Rusia y Ucrania en el mes de enero. Pasando por Kiev, la capital de Ucrania, y luego por la ciudad fronteriza con Rusia de Jàrkov, Macaluso cubrió la situación de Ucrania hasta unos 5 días anteriores al estallido de la invasión rusa, cuando volvió a España. Ante este nuevo panorama Macaluso decidió volver a cubrir, esta vez, la guerra:
"Me dijo mi jefe si quería volver. Dije que sí. Obviamente, con la cabeza fría a la hora de decidir y sabiendo que esto que estamos viviendo ahora podía pasar."
Macaluso relata para Infobae como Max, su productor ucraniano, el cual había estado compartiendo servicio durante más de un mes desde su llegada a Ucrania y compartían un lazo más allá del trabajo, le hizo la petición más inesperada de su vida:
Situación que relato en vivo en El programa de Ana Rosa de la cadena Telecinco, Sol contó la situación típica de una guerra con una gran angustia y entre lágrimas, que luego se viralizó rápidamente a través de los medios del mundo y de la Argentina, así también como en las redes sociales:
En respuesta de la conductora ante el shock de la situación, Sol explicó la razón de su decisión:
"Me la voy a llevar claro, es mi familia ahora, es mi hermana", finalizó Macaluso.
La incertidumbre de la guerra
Cuando la reportera de la cadena Telecinco le pregunto a Sol sobre si sabía cuándo iba a poder reencontrarse con los padres de la niña, ella respondió:
Macaluso publicó el miércoles 02/03 en Twitter que la hija de su productor, de 17 años, ya ha llegado a España, con la cobertura total de Sol y su equipo en Barcelona, que no solo se hicieron cargo del aéreo y demás gastos para que la adolescente llegara sana y salva a España, sino que se han comprometido en cuidarla y alojarla hasta que se llegue a una resolución sobre su situación.
Macaluso y la niña saben perfectamente que las probabilidades de que la joven vuelva a Ucrania y/o vuelva a ver a su familia y a su padre son totalmente inciertas por el momento.
Corresponsal de guerra
Contando sobre como es la experiencia de la situación de la guerra en Ucrania, Macaluso explico como sale con su equipo en busca de provisiones e informa de la dramática situación en la que se encuentran: "Es especialmente sensible porque nos acercamos a la frontera, lo cual indica que la familia de mi cámara y mi guía cruzan y ellos se quedan aquí".
Además, la periodista contó con todo tipo de detalles el horror que vivió junto a sus compañeros y familiares durante su intento de escapada de Kiev, marcada por los bombardeos: "Sentimos muy de cerca el caos generado por los rusos...".
Con la incertidumbre constante de cuestiones básicas como en qué lugar dormirán cada día, si las provisiones alcanzaran o si simplemente sobreviven un día mas a los estragos de la guerra, la valentía de Sol Macaluso en hacerse cargo de la hija de un compañero que se encuentra en situación crítica demuestra la esperanza que se mantiene en muchas personas de atravesar una guerra con el apoyo y colaboración de la gente que entienden su situación. Un pequeño rayo de sol en un panorama muy oscuro de la guerra, que ya se ha llevado cientos de vidas de civiles y ya cuenta con más de 1 millón de refugiados, hace mantener la ilusión de que siempre hay algo bueno que rescatar.