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DEBATE PRESIDENCIAL

Trump intentó llevarse por delante a Biden y no lo logró

Joe Biden era, a ojos de Donald Trump, un rival a destrozar en escena aprovechando que carece del histrionismo del Presidente estadounidense. Sin embargo, Trump se llevó una sorpresa porque Biden le hizo frente, le devolvió golpe por golpe, le llamó "payaso", "el peor Presidente que ha tenido USA" y "cachorro de Putin". Por supuesto fue pelea en el barro pero ¿quién podía imaginar una batalla diferente con Trump?

Pobre David Siders, de la web Politico: se escandalizó por el debate presidencial sin tregua ni claridad, con interrupciones permanentes y agresiones personales. ¿Qué esperaba de un debate con Donald Trump? Joe Biden no tenía otra alternativa que bajar a la arena del Presidente, y lo hizo sin complejos?

Los estadounidenses ya han perdido la fe en su sistema electoral. Según una encuesta de Yahoo News / YouGov, apenas el 22% de los estadounidenses esperan que las elecciones presidenciales sean "libres y justas". 

Esto tiene implicaciones prácticas inmediatas para noviembre: menor confianza en un sistema electoral supone una menor participación.

En ese contexto, Donald Trump dijo, durante el debate: "Esto va a ser un fraude como nunca se ha visto", y que contaba con la Corte Suprema para "ver las boletas" del sistema de votación por correo que, dijo él, es un "desastre".

Biden le habló a los televidentes: Trump sólo estaba "tratando de asustar a la gente" y "simplemente tiene miedo" de contar los votos.

El caos

Politico: "El caos de Trump se apodera del primer debate".

Pero un Biden que no se dejó llevar por delante logró recaudar US$ 3,8 millones durante el debate, nuevo récord de campaña para un total de recaudación de fondos de 1 hora.

En esta campaña, Biden recaudó un récord de US$ 364.5 millones en agosto, superando a Trump en más de US$ 150 millones.

Biden se mantuvo firme ante Trump y buscó la complicidad con el desesperado moderador, Chris Wallace, quien no lograba que Trump respetara el esquema imaginado y pactado.

Biden poco pudo hacer para defender su candidatura a la Presidencia. Pero su objetivo fue otro: durante meses Trump presentó la imagen de un Biden confundido, timorato, perdido. Biden decidió demostrar que no era así, que tiene fundamentos y que podía burlarse del Presidente.

Trump llegó a afirmar horas antes del debate que Biden usaba drogas para mejorar su rendimiento. 

Peor aún: antes del debate, insinuando la presencia de un auricular (un reclamo que la campaña de Biden negó), los asesores de Trump exigieron una inspección previa de los oídos de Biden.

Entonces muchos televidentes llegaron a sus pantallas con la idea de un Biden que sin teleprompter, quedaría sometido al castigo de Trump. Bueno, eso fue lo que no sucedió. 

Biden no precisaba ser brillante. Tan solo necesitaba una actuación estable. Y, ante la salvaje indisciplina de Trump y su extraño compromiso con la interrupción del debate, Biden solo necesitaba parecer cuerdo.

El martes 29/09 por la noche pudo haber sido la última mejor oportunidad de Trump para desplazar a Biden.

El ataque

¿Qué tan bajo podría llegar Trump? Tal como se esperaba, fue a Hunter Biden, el hijo de su rival, no solo por Ucrania, sino por su uso de drogas. El hombre, dijo Trump, fue "despedido deshonrosamente por consumo de cocaína" y fue un desempleado hasta que Biden fue vicepresidente.

Biden respondió, "Nada de eso es cierto", antes de decir que estaba "orgulloso" de su hijo por haber superado su adicción a las drogas.

¿Que otra cosa le quedaba a Biden que ir a la pelea con Trump, quien lo difamó día tras día?

Trump atacó a Biden acusándolo de mucho tiempo en el poder, integrante del "establishment" político de Washington, una apelación presidencial al elector blanco frustrado, tal como en 2016.

Trump dijo que Biden podría haber reducido los precios de los medicamentos durante su "período de 47 años en el gobierno".

En otro momento, Trump dijo: "47 años, no has hecho nada".

"¿Quieres callarte, hombre?", le dijo Biden cuando Trump lo estaba interrumpiendo. "Esto es tan poco presidencial".

Ahí estaba Trump, una vez más, retratando a Biden como un títere de la izquierda progresista. El plan de atención médica de Biden, dijo Trump, es "socialista". E incluso si el plan de Biden no lo es, sugirió que la izquierda estaría moviendo los hilos.
Biden lo contrarrestó enérgicamente el martes. "Soy el Partido Demócrata en este momento", dijo Biden.

Biden se negó, tal como lo ha hecho antes, a decir si se opone a los llamamientos del Partido Demócrata para ampliar la Corte Suprema, en respuesta a que los republicanos llenen una vacante antes de las elecciones. 

Biden tampoco ha publicado una lista de personas que consideraría nombrar en la Corte Suprema, tal como sí lo ha hecho Trump.

Por ahí pasará el próximo debate, sugiriendo que no lo hace porque es tarea del ala izquierda del Partido Demócrata.

Es posible que los espectadores no compren eso, por supuesto. Biden es un centrista e institucionalista que derrotó a los demócratas más progresistas en las primarias. 

La elección comenzó como un referéndum sobre Trump. Y a pesar de la pandemia mundial y disturbios civiles generalizados, sigue siendo ese referéndum.

Para Trump, esa no es una perspectiva atractiva. A principios de septiembre, las muertes por coronavirus superaron las 200.000. Las escuelas y los negocios todavía están cerrados. La economía está hecha 'percha'.

Todo sin cambios

Joe Biden tardó aproximadamente un minuto en pasar de una pregunta sobre la Corte Suprema a la atención médica. Y el coronavirus no se quedó atrás.

Más gente morirá, dijo Biden, a menos que Trump se vuelva "mucho más inteligente, mucho más rápido" con el covid-19.

Trump culpó a Biden por el manejo de la Administración Obama de los asuntos militares y de los veteranos de guerra.

Y trató de persuadir a los estadounidenses de que la coyuntura podría ser peor de lo que es, en espcial ai Biden es elegido: "Nuestros suburbios desaparecerían y verías problemas como nunca antes".

Pero la campaña de Trump por la ley y el orden ha fracasado, en parte porque sus terribles advertencias sobre "Biden's America"​hacen referencia a los disturbios que ocurren en un país donde Trump, no Biden, es el Presidente. 

La victoria de Biden fue que quien va detrás en las encuestas no pudo sacar ventaja, y todo queda igual.

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