El Papa León XIV clama por la paz y exalta el valor de la familia como iglesia doméstica

Durante el Jubileo de las Familias el Papa León XIV clamó por el cese de la guerra y por los ancianos del mundo

En el cierre de la Misa por el Jubileo de las Familias, celebrada este 1 de junio de 2025 en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV elevó una sentida oración por todas las familias que padecen las consecuencias de la guerra en diversas regiones del mundo, publicó Noticias Argentinas.

Desde el corazón del Vaticano, el Pontífice renovó su llamado a la paz y rindió homenaje a lo que definió como “pequeñas iglesias domésticas”: los hogares en los que se acoge y se transmite el Evangelio.

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Papa León XIV clama por las familias en guerra durante el jubileo

Jubileo de las familias

El encuentro, que congregó a fieles provenientes de 131 países, fue también ocasión para destacar la presencia numerosa de niños, a quienes el Santo Padre reconoció como signo vivo de esperanza. “Estoy contento de acoger a tantos niños, que reavivan nuestra esperanza”, expresó con emoción.

Al referirse a la familia, León XIV evocó la carta Gratissimam Sane de San Juan Pablo II, recordando que el amor del Creador está en el origen de toda familia, y deseó que las virtudes teologales —fe, esperanza y caridad— crezcan siempre en el seno familiar.

León XIV para los ancianos

El Papa también tuvo palabras de gratitud para los abuelos y ancianos, a quienes calificó como pilares de fe y fuente de inspiración para las nuevas generaciones. “¡Gracias por venir!”, exclamó, dirigiéndose con calidez a todos los presentes, especialmente a los peregrinos de la diócesis de Mondovì, en el Piamonte italiano.

En el marco de la solemnidad de la Ascensión del Señor, que en Italia se celebra este mismo día, el Papa la describió como “una fiesta muy hermosa, que orienta nuestra mirada hacia la meta de nuestra vida en la tierra”.

Asimismo, recordó con emoción la reciente beatificación de Cristófora Klomfass y otras catorce religiosas mártires de la Congregación de Santa Catalina Virgen y Mártir, asesinadas en 1945. Subrayó que, aun en medio del odio y la persecución, ellas continuaron su labor al servicio de los enfermos y huérfanos. A través de su ejemplo, el Papa encomendó a todas las religiosas que entregan su vida al servicio del Reino de Dios.

En el cierre de su discurso, el Santo Padre conmemoró la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, agradeciendo a quienes trabajan en los medios por su compromiso con la ética y su apoyo a las familias en su labor educativa. También reflexionó sobre el valor de la vida y la interdependencia humana, evocando palabras del Papa Francisco: “Ninguno de nosotros eligió nacer, todos estamos vivos hoy gracias a una relación”.