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"No tengo tiempo para nada": 3 claves para salir de la tiranía del reloj

¿Realmente no tenemos tiempo para nada o es una ilusión? ¿El reloj es tirano o lo es uno con uno mismo? ¿Cómo romper la sensación de que el tiempo no me alcanza? Hacer tareas que uno disfruta, pensar en nuestras metas de manera unificada y aceptar que todo no se puede.

Vivimos con la sensación de que no tenemos tiempo para nada. Según una nota publicada por Kira M. Newman en la revista Greater Good Magazine, de la universidad de Berkeley, esto se trata más de nuestras propias presiones internas que sobre la tiranía del reloj. 

Vivimos atascados por la cantidad de cosas que tenemos que hacer. Especialmente en esta época en que trabajo y vida personal están entrelazadas; nuestro jefe nos habla por WhatsApp mientras estamos en una reunión con amigos y nuestros amigos nos hablan por chat mientras estamos trabajando. La sensación es de que nunca vamos a completar una tarea, y que no nos da la cabeza ni para pensar en la cantidad de cosas que tenemos que hacer. El tiempo no alcanza, esa es la conclusión a la que llegamos. No nos alcanza para hacer todo lo que queremos hacer en la vida, en el día. 

Cuando en 2011, investigadores entrevistaron a los estadounidenses, alrededor de la mitad de ellos dijo que casi nunca tenían tiempo y 2/3 de ellos dijo que a veces o siempre estaban apurados (un estudio más reciente, explica Newman, apunta a que las cosas podrían estar mejorando un poquito). 

"Las horas de vigilia son consumidas principalmente por el trabajo, minutos preciosos restan para nuestras listas de cosas para hacer, incluido el ejercicio, la limpieza, socializar con amigos y familia", escribió la investigadora Cassie Mogilner en un paper de 2012, junto a sus colegas. 

Desde 1965 hasta 2003, la semana de trabajo promedio en USA bajó 3 horas, lo que significa que el tiempo de recreación aumentó. En otros países del mundo desarrollado, declinó aún más.

En un estudio en Australia sobre más de 7.000 personas trabajadoras, los investigadores encontraron que la falta de tiempo es una "ilusión". Calcularon cuánto tiempo es necesario para poder vivir -horas de trabajo, tareas hogareñas y cuidados personales- y lo compararon con cuánto tiempo libre la gente de hecho tenía en sus calendarios. Hallaron una gran discrepancia, que era más extrema en los hogares sin niños y más pequeña en el caso de los padres solteros. 

"Aquellos que sienten que trabajan de más -los que tienen menor 'tiempo libre'-, principalmente se lo hacen a sí mismos", escribieron los investigadores. En otras palabras, podríamos pasar menos horas trabajando, cocinando o pasando la aspiradora, y tendríamos más tiempo libre sin sentirnos tan abrumados. La sensación de que no tenemos tiempo y el estrés que nos provoca tiene que ver con las cosas que valoramos y el tiempo que les dedicamos. 

Adicionalmente, el estrés que nos provoca sentir que no tenemos tiempo, nos conduce a un espiral negativo: sentimos que no tenemos tiempo para nada, ergo nos estresamos, y al estar estresados, se incrementa la sensación de no tiempo.

Aquí, 3 claves para "recuperar el tiempo perdido" o volver a sentir que tenemos tiempo.

1. Hacer cosas que uno disfruta. En las tares que hacemos con disfrute y pasión, nos sentimos menos presionados por el reloj, menos apurados. Si te sentís permanentemente atosigado por el reloj, puede ser que no estés haciendo suficientes tareas que disfrutes. A veces, si a un día que tenés sobrecargado de tareas, la agregás una actividad más pero que sea de mucho disfrute, paradójicamente esto puede hacerte sentir menos la presión del reloj durante el día, aunque de hecho tengas más horas ocupadas.

2. Pensá en tus tareas de manera unificada. Otras investigaciones encontraron que aquellas personas que se sienten divididas por deseos que consideran opuestos, se estresan más por la falta de tiempo. Si, por ejemplo, pensás en las horas que pasás en el trabajo como que solamente van en detrimento de tu tiempo en casa en familia, esto te resultará muy estresante. En cambio, si pensás que el tiempo que estás en el trabajo, estás ganando la plata para sostener tu hogar y luego poder pasar momentos de placer allí, ambas metas están aunadas y no te sentís tan dividido.

3. Aceptá que nunca llegarás a cumplir con todas tus metas y los mandatos sociales. Simplemente nos acercamos a lograr todo lo que quisiéramos hacer en el día: estemos agradecidos por eso. Somos solo personas y hay un límite (físico, energético y de tiempo) a lo que podemos hacer en un día. Por ejemplo, es muy común hoy que las madres lleven a sus hijos a practicar algún tipo de hobbie o deporte extraescolar. Esto se ha vuelto la norma, explica Newman. Sin embargo, para cumplir con esa "norma" social, estoy dejando de lado otras. Todo no se puede.

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